“El rey complace a su reina, la reina intercede por los caprichos de su hijo y el príncipe vela por mis intereses” pensé mientras veía mi reflejo en el gran espejo del tocador en mi habitación. ¿Era eso posible? ¿La faceta de rey autoritario y de una reina sumisa era sólo actuación? -¿Mi lady? -la voz insistente de mi dama de compañía me sacó de mis pensamientos -Lo siento, ¿qué decías? -¿Debo empacar algo en especial para ir a la villa de sus padres? -No lo creo, lleva lo que creas necesario, es sólo mi hogar, o ¿lo era? -dije confundida -De acuerdo mi Lady -tomó una maleta de cuero elegante y entró en la habitación de la ropa Y mientras ella buscaba cosas por allá y por acá llenando la maleta yo pensaba en las palabras que el príncipe me había dicho. Lo conocía sin antifaz, ¿era po

