Regresando a Eternal Lights
Después de terminar las grabaciones en Coral City, el equipo de filmación regresó a la ciudad.
Andreas y Michelle regresaron con Seth en su trailer y se gestionó una reunión al día siguiente para establecer los ajustes a la programación debido al atraso causado por la actriz principal.
El foro estaba listo y preparado con las escenografías por lo que las escenas en interiores ya estaban listas para filmar.
Seirén regresó a su apartamento contenta de que todo hubiese sido arreglado y que el CEO Starlight la hubiese defendido al igual que su jefe y Rin.
- Hola, Sei. - le dijo la mujer asomándose a la puerta cuando el cerrojo del apartamento de la joven hizo click.
- Hola Gloria. - le dijo Sei, empujando su maleta con ruedas hacia el interior - Ya estoy aquí...
- ¿Todo bien, cariño? - le preguntó - Te ves bien. El aire de la playa te favoreció.
- Si, era muy bonito. - le dijo cuando la mujer la siguió al interior.
- ¿Cómo se portó tu nuevo jefe?
- Muy bien, es muy educado y no pide cosas raras... - le dijo, sirviéndole un vaso de agua cuando la siguió a la cocina.
- Eso es bueno, cariño.
- Mañana debo ir al set temprano... - le dijo, masajeando su cuello.
- Ve a acostarte. Te traeré algo de comida de casa para que no tengas que cocinar hoy.
- Gracias, Gloria...- le dijo, suspirando cuando su mano masajeó el cuello - De verdad tienes muy buena mano para los masajes...
- Mmm. - le dijo la mujer, frunciendo el ceño incómoda, alejando la mano para masajear las puntas con la otra - ¿Te encontraste con algún meta en el lugar?- le preguntó.
- ¿Meta? - repitió y luego se giró con una sonrisa - Si, el presidente y su asistente con metahumanos ¿Por qué?
- Sólo curiosidad, mi niña. - le dijo con una expresión extraña, evitando su mirada - ¿Tenían uniformes grises o negros?
- No usaban uniformes... - le dijo Sei confundida - El presidente usa traje y su asistente también.
- ¿Cómo era que se llamaba el CEO ese?
- Starlight... ¿Pasa algo malo, Gloria?
- No, nada malo. Sabes que me gustan los chismes de celebridades. - le sonrió - Ve a bañarte y volveré con la cena. Le pediré a bigotes que te acompañe.
- Gracias... - le dijo, viéndola salir cerrando la puerta tras ella para luego ir a su habitación.
Llamada
Andreas entró a su apartamento marcando la contraseña y encendió las luces antes de dejar las llaves en el arrimo junto a la puerta. Arrastró la maleta y su mochila para dejarla junto al sofá de la sala y caminó hacia la cocina para sacar una botella de agua de la nevera.
Suspiró, solo tenía agua embotellada en casa. Tomó un sorbo y tomó el teléfono para pedir comida a domicilio para después ir a bañarse y ponerse algo más cómodo.
Rato más tarde ya estaba cenando en la mesada de la cocina cuando sonó el teléfono y su anillo pulsó indicando la llamada en curso.
Era su agente, Mike.
- Hola, Andreas. - le dijo - Ya están en la ciudad. Sei me llamó y me envió la programación de grabaciones de mañana. Me envió la lista de lo que necesita comprar para tu casa y programó un horario para que retiren tu ropa para que la lleven a la lavandería por "ahora". Vaya, esa mujer si que es eficiente.
- ¿Cómo que por ahora? - preguntó el actor con el teléfono en altavoz.
- El listado que me envió incluye supermercado, tonto y por lo que vi incluye cosas de aseo y lavado. Creo que vio tu nevera de "sólo agua" - se burló el hombre.
- ¿Le diste autorización para comprar eso con el dinero de la tarjeta de la agencia? - preguntó, incrédulo - No quiero meterme en problemas con Starlight, me está respirando en el cuello.
La risa de Mike resonó en el lugar.
- Yo no, hizo la solicitud directamente con la asistente del presidente mientras viajaban de regreso. A fin de mes, se repondrá el dinero gastado de tu paga con unos formularios que ni yo sabía que existían. De verdad te sacaste la lotería con la chica, es una asistente excelente
- Aún está comenzando, todos trabajan bien al principio.
- No creo que sea tan mala si no te has quejado de ella en todo este tiempo... - le dijo Mike.
Andreas tuvo que reconocer que eso era cierto. Se había acostumbrado mucho a tenerla cerca y a que se adelantara a sus necesidades. Además, le gustaba su silencio, que disfrutara de la lectura como él y su comida... Casi se rio, estaba comiendo pizza con queso que no sabía igual a la que había preparado Sei en el apartamento del resort.
- No he dicho eso. - le dijo a su agente.
- Bien, entonces. - le dijo el hombre - Revisa tu correo y el mensaje con el horario de mañana. Avísame si pasa algo, estaré coordinado con Sei.
- ¡Oye! Hablas como si fuera mi niñera... - se quejó el joven.
- Jajajajaja. - le dijo contento - Deja de quejarte, te aseguro que ella es excelente. Cómo actor te ayudará. Siempre andas con la cabeza en las nubes excepto para filmar o aprender el guion.
- Me da gusto la confianza que me tienes. - se burló Andreas.
- Eres un actor maravilloso, amigo, pero tu carácter a veces no ayuda. - le dijo Mike.
- Otra vez con eso...- se quejó el joven entornando los ojos, aunque su agente no podía verlo.
- Te lo dije, necesitas una chica. Eres un gruñón.
- No necesito una chica. - el joven recargó las palabras - Mi carrera está recién llegando a lo que espero. No necesito una mujer que me distraiga.
- Bien, bien, bien... No diré más. - se escuchó decir a Mike - Hablamos.
- Nos vemos, Mike. - le dijo, cortando y mirando la comida en su plato.
No tenía ganas de comer, sentía el estómago apretado, como cuando estás nervioso, pero no sabes por qué. El joven metió el trozo en la caja de delivery y fue a su habitación.
Andreas se acostó en la cama y cerró los ojos con el antebrazo sobre su rostro. Todo estaba tan silencioso que se sintió incómodo hasta que el pulso de su anillo, atrajo su atención. Era Sei.
- Buenas noches, Andreas. - le dijo con una voz suave - Le llamo para avisarle que la programación de mañana ya está en su agenda. Por favor deje su maleta a mano para enviar la ropa a la lavandería. Necesito que...
- ¿Cómo llegaste? ¿Ya estás en tu casa? - le preguntó, interrumpiéndole.
- Eh, sí - le dijo algo incómoda ante las preguntas inesperadas - Ya estoy en casa...
- ¿Comiste?
Sei dudó en responder, no entendía la línea de la conversación. Sus anteriores jefes no le habían preguntado eso jamás.
- Si, mi vecina me trajo algo de comer... - le dijo.
- Sé que no tiene comida en casa aún. Ya me ocupé de eso. Mañana tendrá sus comidas listas para llegar y calentar. - Sei se apresuró a decir.
- No te estoy regañando. - le dijo - Sólo quería saber...
- Mientras usted está filmando quisiera adelantar algunas cosas en su casa. La lavandería y eso... - le dijo la joven con cuidado
- ¿No irás a la agencia conmigo mañana? - preguntó y se sorprendió al sentir ansiedad.
- Estaré allí temprano. - le dijo con rapidez - No se preocupe por eso.
- Pareces una hormiga trabajadora - se burló el joven y escuchó su risa en el altavoz
- Tonia me dice lo mismo, pero creo que me gusta estar en movimiento. Si no hago algo, me pongo a pensar demasiado.
- ¿En que cosas piensas? - le preguntó con curiosidad.
- En lo que piensan todos, supongo. El trabajo, las cuentas, la familia, novios...
Andreas se puso tenso. Habían estado viviendo en el apartamento por casi tres semanas y nunca pensó en que la mujer podría tener un novio o que éste pudiese molestarse por trabajar para un hombre y más encima, un actor.
- ¿Tu novio estaba en casa cuando llegaste? - le preguntó - ¿No se enojó cuando supo que estábamos compartiendo el apartamento?
- Oh, no. Claro que no, el único macho que entra a mi casa es el que vive con mi vecina.
Sei se rio mirando a bigotes acostado junto a ella en su cama.
- ¡¿Cómo lo dejas entrar si vive con tu vecina?! - le dijo inquieto.
- Porque somos vecinos también. Lo conozco desde hace años, incluso está en mi cama ahora.
- ¡¿?! ¿Duermes con el vecino?
La pregunta salió de su boca casi sin poder detenerla. Esa faceta no la habría pensado de la joven que conocía.
- ¿Disculpe? - le preguntó, confundida y luego comprendió - No, no, no. No duermo con el vecino, bueno si...lo tengo a mi lado ahora, pero no es lo que crees...
Andreas se movió inquieto hasta sentarse en el borde de la cama masajeando sus sienes.
- No tienes que explicarme. - le dijo con rapidez - Es tu vida, puedes dormir con quien quieras mientras sea fuera del trabajo... Bueno... Tampoco es tan así, pero...
Un pulso en su anillo indicó que había llegado un archivo y la imagen que se desplegó fue la del gran gato gordo n***o y blanco acostado hecho un ovillo sobre las mantas de lo que parecía ser una cama con un texto bajo ella que decía "Vecino"
Andreas no supo si reírse o maldecir ante su propio comportamiento. Su cabeza había divagado a miles de alternativas y el ardor que tenía en la boca del estómago sólo aumentó.
- Lo siento. - le dijo, avergonzado - No quise...
- No debe preocuparse, descanse... Nos vemos mañana y coordinaré lo que falta.
- ¿Por qué me tratas de usted otra vez? - le preguntó, molesto ante la nueva distancia.
- Porque es mi jefe y no es adecuado que yo lo llame a esta hora tampoco. - le dijo con un tono profesional - Me despido primero. Recuerde la maleta, por favor.
- Sei...
-Todo está bien, Andreas. - le dijo con calma - Tengo que levantarme temprano. Enviaré algo para que desayune antes de ir a la agencia, no puede sobrevivir solo con café y agua.
- No he muerto con eso... - se burló, pero el silencio de Sei lo preocupó.
- No todos tienen la capacidad de sobrevivir así. - le dijo críptica - Que descanse...
La llamada se cortó y el joven se quedó en silencio por unos momentos.
Creyó que todo estaba bien entre ellos, sobre todo después de que Sei se había enterado que el propio Andreas la había cuidado cuando se desmayó. Si bien, eran jefe - asistente, le gustaba la relación cordial que tenían, pero parecía que Sei quería mantener su privacidad al máximo y la distancia profesional. Entonces porque él sentía la necesidad de conocer más de ella o de probar esa línea. No eran amigos, pero sentía cada vez más curiosidad después de haberla besado... Esa sensación no podía sacarla de su cabeza o de sus labios... Era muy extraño.
Con un gruñido molesto, Andreas se metió en las cobijas. Aún tenía que investigarla cómo sospechosa y estaba decidido a averiguar más cosas de ella.
Al demonio, esa era su misión.