CAPITULO 5

1622 Words
—Miguel —el mencionado se abrió paso sin esperar a ser invitado, seguido por los pasos del otro hombre. —¿Qué fue lo que hiciste? ¿Quién diablos te crees para hacerlo? Tienes idea de lo que esto significa —Miguel gritó, furioso —No era esa mi intención, solo quería hablar con él, en todo caso no es mi culpa, que engañes a tu esposa con tu asistente Miguel —Miguel apretó los puños con fuerza —Mi vida, no es tu problema Mariano Alcántara, que sea mi hermano, no te da derecho a meterte en mi vida y en mi matrimonio, ¡Anna sabía malditamente que no la amaba! —Miguel luchaba con su enojo hasta que escucho la voz de su esposa a su espalda… —¿Miguel? —Anna no esperaba encontrarse con su marido cara a cara en el piso de su hermano, si ella no los conociera tan bien no sabría quién era quien, eran jodidamente idénticos… —Debí suponer que estarías aquí Anna, ¿fue idea tuya que mi hermano, se acostara con el hombre que amo? —Anna arrugo la cara, como si Miguel la hubiese golpeado nunca lo había hecho, pero sus palabras dolían como tal. —¿Te estas escuchando Miguel? Soy tu esposa —Anna dijo dolida. —Iván el hombre que amo, ¿Cómo pudiste? ¿Cómo pudieron que clases de seres son? debieron quedarse juntos son iguales —Mariano dio un paso al frente para quitar a Anna del medio —No fue así Miguel, escúchame —Mariano, se lamentaba profundamente haber escuchado a su cuñada, había crecido separado de su hermano gemelo por un maldito acuerdo de sus padres, pero la naturaleza quiso que compartieran el mismo rostro. —¿Por qué? —fue la pregunta que salió de sus labios, aunque sabía el motivo, no entendía porque su hermano se prestaría a algo como esto arriesgando a perderlo de nuevo como hermano cuando apenas llevaban unos pocos años juntos. —¿Por qué te acostaste con él? —grito enojado, viendo la falta de respuesta de su hermano. Anna ahogo el grito que amenazaba con salir de su garganta al ver la furia en los ojos de su marido. —No tenías derecho a tocarlo, no tenías derecho Mariano, menos si lo has hecho por ayudarla —Miguel dijo dolido, nunca espero una traición de parte de él. —No era esa mi intención Miguel, te lo he dicho antes, solo quería hablar con él, pero ni siquiera me dio tiempo —el menor de los dos dijo viendo a su hermano a los ojos, lamentándose haber aceptado ayudar a su cuñada. —¿No era tu intención? no te basto con engañarlo para meterte en su cama, no te basto con seducirlo haciéndote pasar por mí, sino que tampoco te cuidaste, haz arruinado su vida, su carrera, mi vida entera por ella, por ella que no te ve como hombre sino como el hermano de su marido y tu Anna como has sido capaz de utilizar a mi hermano, mi para hacerme esto —Miguel respiró, antes se cometer un doble asesinato. —Perdóname —Miguel deseaba golpearlo hasta el cansancio —En mi vida te hubiera podido perdonar todo Mariano, menos esto que me has hecho, lo que le has hecho a él. —No fue así —Anna se defendió  —Lo planeaste todo, cuando sabias bien que no te amo, nunca te mentí sobre eso, te fui sincero y lo aceptaste, Iván es el hombre que amo y tu —Miguel señalo a su hermano, tomare la responsabilidad por ti, porque estoy verdaderamente enamorado de él, pero mantén tu distancia, no te cruces en su camino ni por accidente, porque no te perdonare una segunda vez —Anna salió de su shock ante la amenaza de su marido. —Soy la madre se tu hijo Miguel, no puedes ser tan duro conmigo, por Ray el necesita a sus padres —Anna sabía qué puntos tocar con Miguel —Ray necesita que sus padres lo amen, no que ellos se amen, quiero el divorcio Anna y a ti Mariano no quiero volver a verte jamás— Miguel salió dando un portazo dejando a su hermano estático en la sala.. —Perdón Mariano no era mi intención que esto terminara así, hablare con él vuelvo pronto —Anna siguió los pasos de Miguel rápidamente subió al auto antes de que Miguel arrancara, para hablar con él. —Escúchame Miguel, no puedes pretender que soporte esta situación, soy tu esposa, la madre se tu hijo y te amo Miguel, no puedo vivir con la idea de que tengas un amante — Miguel apretó el volante tentado a sacarla del auto en marcha. —Pues tendrás que aprender a vivir no solo con el hecho de que amo a Iván sino también a que nos divorciaremos... ⧓⧓⧓⧓ El sonido estrepitoso de la taza al romperse lleno el lugar mientras gruesas lágrimas caían sin control de los ojos del chico sentado en el sillón, negando lo que sus ojos miraban. Era el auto de Miguel podría reconocerlo sin temor a equivocarse. Busco su móvil y marco incansablemente el número de Miguel sin poder evitar que las lágrimas corrieran por sus ojos, la angustia y el dolor barrían cada célula de su cuerpo, la angustia de saber si era el auto o no de Miguel estaban por volverlo loco, insistió pero todas sus llamadas eran desviadas, después de sonar constantemente, Iván no sabía ni como sentirse los nervios se instalaron en su estómago, obligándose a contener el vómito que amenazaba con subir por su garganta, se obligó a seguir viendo las noticias… —Lamentamos informar que se ha confirmado la identidad de las víctimas mortales del terrible accidente suscitado hace unos pocos minutos, se Trata del Famoso Arquitecto y Empresario Miguel Alcántara, quien falleció junto a su esposa la Señora Anna Alcántara propietarios de la Constructora más grande e importante del País, lo que no deja con la duda si su pequeño hijo los acompañaba ya que no ha sido localizado —¡No!, ¡no, no, no, no Miguel no!!!— Mario entró en el preciso momento en el que Iván cayó al suelo sosteniendo su cabeza entre gritos y sollozos desesperados, había escuchado las noticias pero lo alarmo el gritó de su amigo, no podía imaginar que es lo que estaba sintiendo ahora mismo… —Iván tranquilízate, cálmate, por favor no llores – Iván no podía contener sus lágrimas, no cuando el dolor desgarraba su corazón, cuando en vez de sangre sentía fuego en las venas, no podía casi respirar, amaba a Miguel y se negaba a creer las noticias, Miguel debía estar herido, era eso, simplemente estaba herido, tomó el móvil de nuevo e insistió por horas sin obtener respuesta, mensajes de sus compañeros llegaron al móvil para preguntar si era verdad, pero él no contesto a ninguno porque Miguel estaba vivo, Miguel debía estar vivo. Mario se acercó con un poco de té para tranquilizar a Iván quien solo suspiraba y observaba un punto en la nada, lagrimas silenciosa caían por sus mejillas, preguntándose de donde traía tanto liquido salido, creyó que iba a quedarse sin ella de continuar así. —Bebé un poco Iván te hará sentir mejor, además debes descansar —Mario casi lo obligo a beber el liquido —Tienes razón debo dormir, Miguel vendrá mañana, él dijo que debía esperarlo, Mario mañana sabremos si seremos padres no es genial —Iván volvió a llorar de nuevo. —Se ha ido Mario, Miguel se ha ido, no puedo aceptarlo, ¿Por qué  porque él? Mario, porque si lo amo tanto, siento que moriré Mario, el alma se me parte en mil pedazos, quiero estar con él, quiero ir donde él, necesito verlo, necesito despertar de esta pesadilla —Mario no sabía qué hacer con Iván, estaba asustado su amigo no escuchaba razones, así que hizo lo único que pudo, los sostuvo entre sus brazos y lo abrazo fuerte hasta que su amigo había logrado dormirse. ⧓⧓⧓⧓ Mariano frenó en seco, en cuanto recibió la llamada de la policía para informarle del accidente y darle los datos del hospital al que fue trasladado su hermano y cuñada, se maldecía una y otra vez, no debió dejarles ir en primer lugar, no, no, en primer lugar nunca debió buscar a Iván, debió esperar a que el chico volviera a la ciudad para hablar con él, era de suponer que Miguel no le diría que tenía un hermano gemelo si su relación estaba iniciando, pero por todos los cielos, no era este el final que quería, su hermano estaba muerto por su culpa, él era su asesino indirectamente, su hermano murió odiándolo y se lo merecía, debía ser el quien estuviera ahí en la camilla y no su hermano y su cuñada, que sería ahora del pequeño Ray… Bajo del auto y se dirigió a la ventanilla de información, su noche se hizo eterna, sin poder sacar el dolor de su corazón, conteniendo las lágrimas por lo sucedido, se dedicó a realizar todo el trámite y procedimiento para reclamar sus cuerpos, dar aviso a la madre de Anna y luego a su padre, no sabía cómo se lo tomaría, Miguel y él se habían visto unas cuantas veces desde que se encontraron por primera vez, Marcos Alcántara no era el padre más maravilloso del mundo, pero amaba a su hijo mayor y siempre hablo de él y luego estaba Ray, como sería capaz de ver los ojos de su sobrino sin sentir culpa, dudaba poder hacerlo algún día.
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