CAPITULO 2 đź’”

3326 Words
—Buen día , mamá , ¿cómo está? —dijo una mujer bien vestida , entrando apresurada en la casa de su madre. Se acercó para saludarla. —Bien , hija. Me imagino que vienes a ver a tu hermana —respondió su madre con obviedad , al notar el nerviosismo de su hija Esa forma de ser ponía a su madre en duda. —Sí , mamá , está Mycal. —No , salió a hacerme un mandado. Pero , ¿qué traes con ella? Esta semana has venido bastantes veces. ¿Qué me escondes , Anne? —Nada , mamá —respondió , evitando la mirada de su madre. —¿Me estás diciendo la verdad , Anne? —Sí , mamá , ¿por qué te mentiría? —Está bien , tienes razón. —La voz alegre de su hija pequeña se oyó en toda la casa , avisando que estaba allí—¡Mamá , ya volví! La señora Eugenia le mandó saludos. —Estamos en la sala , hija. Qué bueno. Más tarde iré a verla. Adivina qué… tu hermana vino a verte. —Anne —dijo Mycal sonriente , caminando hacia la sala , donde estaban su madre y hermana. —Sí , hija. —Hermana , viniste. —Claro que sí , hermanita. Vamos a tu cuarto , ya volvemos , mamá —Miró fijamente a su hermana , notándose cansada. —Ok , espero que no estén tramando nada las dos. —Claro que no , mamá —dijeron al unísono , mientras su madre las observaba con curiosidad. —Bueno , eso espero —dijo sonriéndoles mientras subían rápidamente las escaleras. Su padre , quien estaba en su despacho , salió al escuchar el ruido. —¿Qué pasa , Ana? —preguntó Arthur , confundido. —Nada , cariño , solo que vino nuestra hija Anne , está con Mycal. —Vienen seguido. ¿Qué se traen esas dos? Igual con Amelia. —Sí , pero según ellas no es nada malo. —Tal vez Anne está embarazada y quiere darnos una sorpresa. —¿Piensas que sea eso? ¡Qué felicidad! —Puede ser… —fue interrumpido por su esposa , feliz ante una noticia aún no confirmada. —Estoy feliz , voy a hacer abuela. —Pero ni sabemos si es verdad , Ana. —Espero que sea verdad , cariño. —Bueno… Ana , ya llegó la carta con la respuesta. —¿Y qué dice , Arthur? —No sé , aún no la he abierto. —¿Por qué? —Quería abrirla contigo —Entonces vamos a tu despacho. —Está bien , vamos. —Caminaron hasta el despacho y se sentaron en unas sillas cerca del escritorio. Él sostenía la carta en sus manos. —Abre la carta , Arthur. —Sí —dijo él , abriéndola y comenzando a leer—. Dice que están de acuerdo y que viene hoy. —¿Qué? ¿Hoy , tan pronto? —Ana… —Discúlpame , Arthur , pero Mycal aún no sabe que se va a casar. —Tranquila , mujer. Solo los conocerá hoy , nada más. No olvides que así conocieron su prometido nuestras hijas mayores , tengo pensado no decirle que se casará con ese joven. Espero que le guste y comience a sentir algo por él , para que así pueda casarse al menos sintiendo algo. —Está bien , espero que tu plan funcione , Arthur , Mycal no es como sus hermanas —Descuida , funcionará. —Mientras ellos hablaban sobre el matrimonio de su hija menor , Mycal y su hermana conversaban arriba en su cuarto .—Mycal , ya no podré venir a dejarte las cartas , mi mamá está sospechando —dijo Anne , fastidiada por la situación. —Por favor , hermana , ustedes son las únicas que me conectan con él. Además , para verme con él tengo que mentir y no me gusta , por eso espero a que vengan para salir a verlo —respondió Mycal con tristeza , al ver a su hermana molesta. —Mycal , si ese chico te ama , ¿por qué no viene a ver a nuestros padres y pide tu mano? —dijo Anne , enojada mientras la miraba fijamente. —Miró cómo su hermana tenía su carta en la mano —La carta que me mandó , hermana. Por favor, ¿me la puedes dar? —Sí , toma. ¿Estás escuchando lo que te digo , Mycal? —Sí —dijo alegre , emocionada. —¿Qué ocurre , hermana? —Hoy va a venir a pedirme la mano , hermana —exclamó alegre , corriendo hacia ella y abrazándola. —¿En serio? —Brincaron juntas de alegría—. Al fin , ya me estaba cansando de traer mensajes. Además , el de verse escondidas está mal para una señorita , Mycal. —Lo sé , hermana , pero ya acabó eso. Anne , ¿crees que mis papás lo acepten? —Claro que sí , hermana , conoces como es nuestro padre —Tienes razón Hermana —la miró con tristeza—. Yo lo siento. —¿Por qué lo dices , Mycal? —Porque siento que no es justo , ya que ustedes no conocieron a sus esposo , como yo conocí a Armando , se casaron por obligación y… —fue interrumpida por Anne , quien la miraba con agrado. —Mycal , escucha , eres nuestra hermana menor. Amelia y yo nos gustaría que fueras feliz. No pienses en nosotras , sé feliz, hermanita. —Gracias , Anne. Te quiero mucho , hermana. —Lo sé , hermanita. Bueno, me voy; mi esposo ya ha de estar en camino. No quiero que sospeche de estos encuentros. —Está bien , hermana… ¿puedo ir contigo? —dijo tímida. —Mycal… —Por favor , hermana , sabes que a esta hora puedo verlo —rogó Mycal , y Anne se le acercó , poniendo su mano en la mejilla de su hermana. —Está bien , pero llevaremos a la señora Mireya para que no regreses sola. —Está bien , hermana. Bajaron a la sala ; su madre estaba tejiendo. —Mamá , iré a acompañar a Anne. —¿Sola? —dijo sorprendida. —No , mamá , con la señora Mireya. Jamás dejaría que Mycal volviera sola a casa. —Bueno , está bien , no te demores Mycal , para que vengan a comer. —Está bien , mamá. Adiós. —Bueno —se acercó a su madre para despedirse—. Mamá, nos vemos. —Nos vemos , hija. —Su hija la miró extrañada —Mamá , ¿por qué me acaricias el estómago? —Por nada , hija. Vayan , se les hará tarde. —Ok , está bien , vamos , Mycal. —Sí , adiós, mamá. —Adiós , hijas —Adiós. —Salieron de casa y caminaron con Anne hasta la suya. Entró , se despidió de su hermana y se dirigió al parque que solían ir de niñas con la señora Mireya.—Aquí está bien , señora Mireya. —Señorita , esto es peligroso , su padre se puede enterar. —Señora Mireya , cuántas veces hemos venido , nunca ha pasado nada , no seas miedosa. —No es miedo , señorita. Las otras veces tuvo suerte. Ahora su padre puede enterarse. —No te preocupes , señora Mireya. Hasta hoy venimos a vernos escondidas —la miró emocionada—. Adivina qué… me propondrá matrimonio , señora Mireya. —En serio , señorita , qué bella noticia —dijo contenta , aunque la alegría se apagó al recordar al padre de Mycal—. Pero , señorita , ¿está segura de que su padre lo permitirá? —Claro que sí. Cuando mi padre lo vea , se dará cuenta de que es un buen hombre , que me ama y me respeta.—Hablaba con Mireya cuando vio a Bianca , la empleada de la casa de Armando. —Señora Mireya , es Bianca. ¿Le habrá pasado algo a Armando? —preguntó preocupada. —No piense cosas malas , señorita. Iré a ver qué pasó. —Está bien , señora Mireya. —Se acercó a Bianca , vio que le dio una carta y se tranquilizó. Mireya volvió y le entregó la carta.—Gracias , señora Mireya. —De nada , señorita. —Tomó la carta con manos temblorosas y la abrió , emocionada por leer lo que Armando le había escrito. Leyó en voz alta: Mi amada Mycal , siento decirte que no podré ir a verte hoy. Perdóname por lo que te diré en esta carta , pero no podré casarme contigo. Estoy comprometido con Keira Sheridan Spencer. Esta noche partiré para confirmar el matrimonio. Realmente no quería seguir engañándote ni hacerte ilusionar. De verdad , lo siento , Mycal , pero es mejor que te olvides de mí. Sé feliz con el hombre que escogió tu padre para ti. —¿Qué? —dijo Mycal , incrédula —. Está bien… señorita —No puede ser , debe ser un malentendido. Él no me escribiría así. —Tranquilícese , señorita. —No creo esto , tengo que ir a verlo , el debe explicarme está carta , no creo lo que dice aquí —Señorita , no… no puede ir a la casa de él , ¡SEÑORITA MYCAL! —gritó Mireya , desesperada , corriendo tras ella. —No , no puede estar pasando esto , necesito una explicación. —Corrió hacia la casa de los Legge. Ni siquiera llegó a la puerta , vio por una ventana a Armando besándose con otra joven. Su corazón se partió en dos , lo único que hizo fue correr si rumbo , Cansada , Cayó en una banca , llorando desconsolada , repitiéndose la misma pregunta: —¿Por qué a mí? ¿Por qué a mí? —¿Por qué lloras? —¡AHHHH! —gritó del susto. Miró hacia un lado y vio a un joven apuesto sentado a su lado. Confundida preguntó: —¿Qué… quién eres tú? —Oh , perdón por asustarla , señorita. La vi llorando y no me resistí a preguntarle por qué una señorita tan hermosa llora. Me imagino que es por su prometido… ¿o me equivoco? —¿Cómo sabes…? Es decir… no importa , me tengo que ir. Con permiso —se levantó de la banca. —Espera , señorita, ¿cómo te llamas? —Detuvo sus pasos y lo miró—. Lo siento , no puedo decirte quién soy , eres un extraño para mí. —Está bien , tienes razón. Entonces te diré cómo me llamo. —¡QUE…! No hace falta. —Mi nombre es James. Y usted , hermosa dama , ¿cómo se llama? —Me llamo… me llamo… no , no puedo decirlo; aun así , eres un extraño. —No creo que sea un extraño , ya sabes mi nombre , es la base para conocer a una persona —Bueno , es verdad , sé tu nombre , pero aun así no puedo decir mi nom… —fue interrumpida por Mireya , que venía corriendo. —Señorita Mycal , qué bueno que la encuentro. Estaba preocupada. Pensé que… ¿quién es él , señorita Mycal? —Es James , señora Mireya. —James… bueno, no importa. Vamos , sus padres han de estar preocupados. —Está bien , vamos. Adiós, James. —Adiós , Mycal. Bonito nombre para una dama hermosa como usted. —Gracias. —Vamos , señorita. —Sí , adiós. —Adiós. —Caminó con Mireya rumbo a su casa—Señora Mireya , camine despacio, aún no es tarde. —Aún no es tarde , deberíamos estar corriendo. —No exagere , señora Mireya. —Está bien , lo que diga , señorita… Por cierto , ¿de dónde conoces al joven James? —Lo acabo de conocer en el parque , señora Mireya. —¡QUE…! En el parque , señorita. Usted sabe que no debe hablar con extraños. —No es un extraño ; me dijo su nombre. Eso lo convierte en un conocido. —Ahí , señorita , mejor apurémonos antes de que su padre se dé cuenta de que aún no está en casa. —Está bien , señora Mireya , tienes razón. Caminemos rápido.—Llegué a casa y entré en ella; mi madre me recibió. —Mamá , ya llegué. —Qué bueno , hija , ve a cambiarte. —¿Por qué? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa? ¿Tendremos visitas , mamá? —Sí , hija, ve a cambiarte. —Está bien , mamá.—Me dirigí hacia las escaleras , pero me detuve al escuchar a mi madre pedirle un favor a la señora Mireya. —Mireya , ayuda a Mycal , por favor. —Sí , señora. —Bueno , vamos , señora Mireya.—Subí a mi cuarto junto a la señora Mireya. Entré en mi habitación , caminé hasta mi armario y busqué un vestido hermoso. Lo dejé sobre la cama y luego me dirigí al baño. Una vez bañada , me cambié y me puse el vestido que había escogido; la señora Mireya me ayudó a colocármelo. —Señora Mireya , ¿quién crees que vendrá hoy? Al parecer es alguien importanta según el comportamiento de mi madre se le nota muy nerviosa. —No lo sé , señorita , no sabía que tendríamos visitas— respondió Mireya "Disculpe , señorita , si le digo que hoy se compromete con alguien más , estoy segura de que saldría corriendo. Ha sufrido mucho hoy para que le den esta noticia." pensó Mireya —Bueno , ojalá que sea una mujer , para poder conversar —dijo con emoción. , Mireya solo desvió su cabeza para evitar el contacto visual con Mycal y miró atentamente el vestido. —Está hermosa , señorita. —Gracias , señora Mireya. —Será mejor que bajemos ; sus padres ya deben de estar esperándonos. —Sí , tienes razón , será mejor que bajemos , no hagamos esperar a los invitados JAMES —Al fin , joven James , no sabe cómo lo estuve buscando. —Tranquilo , Ben , respira , siéntate. —Debemos irnos , joven James , no tenemos tiempo , sus padres lo están buscando. —Aún siguen con la idea del casamiento. —Sí , joven. —No iré. —Por favor , joven James. —No , Ben , no me voy a casar con alguien a quien no amo. Prefiero huir. —¿De qué está hablando , joven? Por favor , considérelo. —Lo miro —Está bien , lo voy a considerar… Mmmm… Obviamente , no voy a ir , Ben —Se levantó de la banca , estaba a punto de caminar , pero Ben se tiró a los pies de James , sujetándolo. —Por favor , joven James , hágalo por mí. Si no va , sus padres me despedirán. Por favor , se lo suplico , piense en mi familia. —Ben , no me… —Lo regresó a ver. Sabía muy bien que sus padres podían cumplir su palabra. Si no obedecía , con una mirada de derrota dijo —Está bien , pero recuerda que lo hago por ti. No tengo ningún interés en conocer a mi prometida. —Gracias , joven James , se lo agradezco. —De seguro vamos a la casa de ella , ¿verdad? —Sí , joven James. —Está bien , vamos , antes de que cambie de opinión. —Está bien , joven James , vamos —Tomó el antebrazo de James , guiándolo hacia un vehículo. Para llegar a la casa de su prometida , el transporte en donde ellos estaban se detuvo , indicando que habían llegado. —Llegamos , joven James. Él se bajó del transporte , encontrándose con sus padres. —Buen trabajo , Ben , te agradezco por encontrar a mi hijo. —De nada , señora. —No puedo creer que me estén obligando a hacer esto. —No entiendo por qué estás molesto , James. Hace unos días conversamos sobre el matrimonio y te parecía una magnífica idea. —Sí , es verdad , pero yo pensaba en casarme con la mujer que amo. —¿Con la mujer que amas? ¿Cuál mujer, hijo? —No , quiero decir , con la mujer que ame, mamá, no “amo”. —Bueno , basta, James. Ya estamos aquí. Además , la familia Capell es una gran familia ; jamás te casaríamos con alguien que no te convenga , James. —Papá , a mí no me importa la riqueza. Oh , si es una familia bien reconocida , lo que más me importa son los sentimientos de la persona , no lo que tiene. —Lo sé , hijo , te conozco como eres , pero debes obedecer la ley. Solo te queda obedecer. Ahora , entremos. —Sí , hijo, vamos. —Está bien —Mis padres tocaron la puerta de la casa ; la puerta se abrió dejando ver a una empleada , quien nos dejó pasar. Entramos a la casa ; me parecía una casa muy hermosa , se sentía familiar. Un hombre muy apuesto se acercó a mis padres ; me imagino que va a ser mi futuro suegro. —Hola , señor Scott, un gusto conocerlo. —Igualmente , señor Capell. Mi esposa , Sarah. —Un gusto , señor Capell. Mi hijo, James. —Un gusto , señora Scott. Oh , un gusto, James. Qué bueno que han podido venir. —No podíamos esperar más , ya queríamos conocer a nuestra futura nuera , ¿no es así, cariño? —Sí , querida. —Me alegra escuchar eso de ustedes , pero ¿qué piensa su hijo sobre este tema? —Nuestro hijo está de acuerdo , no se preocupe , señor Capell. —Qué bueno que esté de acuerdo. Pasen , conversemos más a gusto en la sala. —Está bien. —Vamos , querida , también tu hijo. —Sí , papá. —Caminaron todos a la sala de la casa de los Capell ; cada uno se sentó en un mueble. —Bueno , la verdad , me contacté con ustedes , señores Scott , porque tenemos la misma visión con respecto a nuestros hijos. Me gustaría que su hijo conociera más a mi hija , para que al menos no haya desacuerdos en ellos en un futuro. —Mi esposa y yo estamos de acuerdo con lo que propone , señor Capell. —Bueno , solucionada la duda que tenía , iré a buscar a las hermosas mujeres de mi casa —Se levantó de la sala y caminó hacia la escalera , encontrándose con su esposa. —Ana , y Mycal. —Está arriba cambiándose. Ya conociste a los señores Scott. —Sí , ve por nuestra hija. —Está bien —subió las escaleras , pero se quedó por la mitad al ver a Mycal—. Hija , vamos , ya llegaron nuestros invitados. —Está bien , mamá. —Su padre , al escuchar su voz , regresó a ver hacia las escaleras. Al ver a su hija , se acercó a ella , tomó su mano y caminaron hacia la sala. —Hija , ven , te presentaré. —Mycal no podía creer lo que veía ; se preguntaba qué hacía allí el joven que conoció hace unas horas en el parque.
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