El Tango Tango

2278 Words
-De nuevo estaba ensayando, Tania me informó que esta noche debía estar segura de mis movimientos, un paso en falso y podía lastimarme.- Amelia estaba limpiando las mesas, no dejaba de mirarme, de vez en cuando hablaba con las chicas, luego todas me miraban- debía ser más lista que ella.- -Olafito necesito un favor- -¿Que desea señorita? -¡Me encanta que me respondas! Dije emocionada- Necesito un par de ojos extras, se que Amelia está tramando algo y seguro sucederá esta noche, yo la tengo vigilada ¿pero podrías ayudarme con eso?. -No hay problema- -¡Eso! Ya eres mi amigo.- -No es cierto- -Si lo eres, los amigos se cuidan la espalda, yo cuidaré la tuya también.- -Después de terminar los ensayos, me fui a duchar, debía estar a la 5 de la tarde, me ayudarían con el maquillaje y vestimenta.- aproveche para hacer de comer y mirar el periódico. No había mensajes de el señor Black, así que todo estaba en orden.- tome una pequeña siesta, a la hora que me indicó Tania yo estaba regresando al Tango Tango.- -Ven por aquí Amatista, yo te voy alistar personalmente- Mencionó Mario- -Me dio un traje, se asemejaba a una mariposa, sus colores eran tornasolados, gamas de morados y azules, muy hermoso. Me quedo a la medida, me maquillo y me puso un antifaz. Mi cabello estaba recogido con una coleta, en ella habían cintas de colores. Me colocaron pestañas postizas, aunque el antifaz cubría una parte de mi rostro, dejaba espacios para que detallarán mis facciones. Mis labios fueron pintados de un color rosa. - ¡Tu si me entiendes! Exclamé alegre. - -Eres una mujer naturalmente bella Amatista, sería un sacrilegio llenar de maquillaje esa hermosa piel. -Mario si que sabía mis gustos- -Terminé de vestirme, me veía fabulosa, me informaron que ya debía salir a la tarima.- -Escuché mi supuesto nombre ser mencionado, hablaban del debut de una tal Amatista, esa era yo- -Comencé a caminar, tenía miedo de tropezar, de caer y quedar en vergüenza en público.- -La música era lenta, la había escuchado una y otra vez en los ensayos, los reflectores estaban hacia mi, de cierta manera me sentí tranquila pues no podía ver las caras de los espectadores.- -Mi cuerpo se movía con la melodía, imaginaba al señor Black aquí conmigo, yo tocaba mi cuerpo de la manera que él me tocaba a mi, los giros en el tubo eran fuertes, no abrí mis ojos, pensaba que no había nadie, que era solo un ensayo.- - La música se detuvo, al final quede en el suelo, terminé con una pose magistral. El silencio duro solo unos segundos, llegaron los aplausos, el reflector se apagó, ahora si podía ver a los espectadores, habían cientos de hombres y mujeres.- Me levante rápidamente y baje del escenario- -Vaya nena naciste para esto- La voz de Mario me hizo volver a la realidad- -¿Lo hice bien? Preguntaba nerviosa.- -¿Que si bien? ¡Querida eso fue mágico!- -Tania llegó a mi lado, me informó que habían pagado por un privado, debía alistarme. Rubí me había enseñado los bailes privados, normalmente debía estar cerca de los hombres, permitir que me tocaran- -¿Privado? -Asi es, todos quieren estar con la nueva bailarina, cámbiate de ropa, ahora usarás algo más sexy. -Mario me pasó ropa interior, me vestí y salí. ¿Me tocarán?- -Llegue a una habitación, me colocaron una bata y el antifaz. Las luces eran bajas, no veía muy bien. La música comenzó a sonar, indicaba que era el momento. Subí al escenario, comencé a bailar con mucha sensualidad, mi bata iba cayendo poco a poco. La música era hermosa, es como si entrara de un trance. Me arrastraba sensualmente por el piso, era suave, de color rojo. Trate de acercarme para ver quien estaba pero vi una gran pared de cristal. Yo estaba encerrada, sentí un alivio al saber que no me podrían tocar, seguí bailando, esta vez lo hice más segura. Ningún hombre me podría tocar así que bailaría con mucha sensualidad.- -La música finalizaba, sabía que todo se acabaría, pero de nuevo sonaba y los reflectores se encendía. ¿Debo seguir? Me preguntaba. Baile al rededor de 6 canciones, tuve que inventar movimientos pues no me enseñaron tantos- - Ya mi cuerpo no daba más así que me quede sentada, una mujeres llegaron y me ayudaron a salir, ellas se quedaron bailando, me reemplazaron.- -Niña! ¿Como te fue en el privado?- pregunto Mario. -La verdad no se, creo que no muy bien. -¿Por que lo dices? -No tengo buen físico, solo pude bailar 6 canciones, mi cuerpo no dio para más.- -¿seis? ¿Como es eso posible? . ¡Exclamó! -Lo siento, soy pésima ¿verdad? -Debo hablar con el señor Roberts, nunca se les ha exigido a una mujer bailar más de 3 canciones seguidas, no entiendo por qué te obligaron a más. - -No entiendo Mario, ¿no soy una débil?. -¡No lo eres! Pero seis bailes y el evento principal es demasiado. Por favor cámbiate, le pediré a tu escolta que te lleve a descansar.- -Gracias- -Me quite el traje, me duche, tenía sudor y maquillaje junto.- -Salí de los vestidores, Olafo estaba esperándome, nos dirigimos hacia el ascensor, mis piernas ya no me daban así que caí sentada.- -¿Está bien señorita?- -Olafo me duele las piernas, juro que no soy capa de caminar.¿Me ayudas?. -No tengo permitido tocarla.- -Entonces arrástrame- supliqué -¡No! Puede salir lastimada. -Maldita sea, ¿que haré, hoy estaba más adolorida que cuando el señor Black me hace suya- ¡Lo tengo!- Le escribiré un mensaje, voy a pedirle permiso.- -Tome el celular y comencé a escribir el mensaje.- “Señor black tengo una urgencia, no puedo caminar por un intenso dolor en las piernas, ¿permitiría que Olafo me lleve en brazos hasta el departamento?” - Espere unos segundos- hasta que llegó el mensaje. -¡Cierra los ojos! -¿Que? Esa no es la respuesta que deseaba tener. -Volvió a escribir, cierra los ojos. -Olafo estaba enfrente mío, yo cerré los ojos tal como me indicó, sentí que me levantaban del suelo, el olor que entraba por mis fosas nasales era conocido. ¿Señor Black? Dije. -No tuve respuesta, sentía su respiración, estaba segura que era el, subimos en el ascensor, una vez dentro del departamento me llevó a la habitación, me recostó en la cama sentí que me acomodó las almohadas, comenzó a quitarme la ropa.- -¡En verdad no puedo hacerlo hoy! Dije nerviosa. - Seguía sin responder, sentí que me estaba vistiendo, me coloco una pijama. Besó mi frente y se marchó. Al oír cómo cerró la puerta, me levante, camine un poco hacia ella, afuera habían gritos. El señor Black estaba maldiciendo, no escuchaba muy bien con quien hablaba, solo decía que esa persona lo pagaría. Después le dijo algunas cosas a Olafo y se marchó.- -Volví a la cama y me dormí, de verdad me dolía hasta el apellido que no tengo.- -Al despertar me dirigí a la cocina, quería comer de todo, me lleve una sorpresa al ver que el desayuno ya estaba listo, había unos analgésicos, y el periódico.- -Me senté a comer todo lo que había en la mesa, estaba delicioso. Comencé a leer el periódico, aparte de leer las finanzas, leí actualidad. Cosas interesantes pasaban en el mundo mientras yo seguía encerrada.- -El celular sonó, vi un mensaje de el señor Black.- -¿Dormiste bien? - Señor Black. -Solo Black. -Tienes prohibo volver a bailar con esa intensidad, harás solo un privado y volverás al departamento. ¿Entendido? - -Si Black. - Mañana iré a visitarte quiero que hagas algo- -Ya lo se, me quiere impecable y con los ojos vendados, lo tengo claro- -Que bueno que lo tengas claro pero no es eso, quiero que cocines para mi, deseo una carne termino medio, harás la guarnición de tu elección, dejarás mi plato de comida en la mesa a las 7:59pm, inmediatamente te encerrarás en tu habitación con los ojos vendados hasta que yo ingrese.- -¿Que le cocine? La verdad no soy muy buena- -Lo eres solo no abuses del ajo. Respondió -¿Como es que lo sabes?- Pero ya no hubo más respuesta.- -¡Claro! El es el que se comió mi comida, con razón no la encontré el otro día.- - Pase el día entre libros y canales de cocina, gracias a Dios había uno llamado locos por el asado, aunque no iba a usar una parrilla si explicaba cómo se debía sazonar.- -Hoy no vino Olafo por mi, supongo que no tenía que ir a bailar, no se si mañana tendría que hacerlo.- -El jueves llegó, busque todos los implementos para hacer una buena cena, hice mi baño exhaustivo tal y como le gusta a Black.- -Comencé con toda mi preparación, Olafo no vino por mi así que entendí que los días que me visitaba Black no iría al Tango Tango. Termine la cena, comí en el balcón, al menos así no me sentía como una presa. al terminar prepare la comida de Black, el no me dijo que ropa interior debía usar así que yo elegí un conjunto n***o. Justo como lo indicó a las 7:59pm dejé la comida sobre la mesa, la carne aun burbujea del calor, salí corriendo a la habitación. Yo que cierro la puerta cuando escuché el ascensor llegar. Escuchaba pasos afuera, una silla fue corrida del comedor- -Espero que sea de su agrado- pensé- - Me acoste en la cama, coloque una venda en mis ojos, en el armario habían muchas, me estaba aburriendo así que la baje un poco para poder ver el tv, lo encendí y coloque un canal de música, si no puedo ver al menos escuchar. El tiempo pasaba y yo estaba inquieta, seguía con los ojos cubiertos, tarareando las canciones que sonaban, entonces sentí como un lado de la cama se hundió, la verdad no lo escuché entrar- - Un besó inesperado llegó a mis labios- -Cocinas bien, todos los días que yo venga harás exactamente lo mismo. 7:59pm la comida en la mesa.- -Si- Respondí. -Hoy quiero algo especial, mencionó -Me sentó en la cama, quito la venda de mis ojos, mi vista estaba Justo en su cintura, él estaba de pie frente a mi, comenzó a bajar su pantalón, vi su notable ereccion. - -¿Que debo hacer? Pregunté inquieta. -Juega un poco con el, quiero que lo ingreses a tu boca- -Eso en definitiva no me entrará.- -Inténtalo, quiero que imagines que es un caramelo, el que más te gusta, ¿dime como lo saboreas?.- -Ya entendí, se muy bien lo que quiere, me acerqué lentamente a él, lo estimule un poco con mis manos, le daba suaves lamidas, él gruñía ante mi contacto, comencé a meterlo suavemente a mi boca, sus manos estaban enredados en mi cabello, daba giros con mi lengua, así comería un chupetín, entraba y lo sacaba, se que quería que acelerara pues el me empujaba hacerlo. Comencé a moverme más y más rápido. Escuché como aumentaba sus gruñidos, mi lengua seguía haciendo su función mientras que mis manos se sostenían de su cintura. Black movió su cadera rápidamente, sabía que estaba a punto de correrse, su singular reacción lo delataba, ya me había dado cuenta que su piel se erizaba Justo cuando llegaba al clímax.- -No falle, sentí como soltó todo su líquido en mi, era caliente, tenía un sabor extraño, como a látex, no sabía si debía tragarlo o escupirlo, no lo pensé más y me lo tragué.- -Retire mi boca de su virilidad, comencé a limpiarme las comisuras de mis labios, habían residuos.- -¿Lo siento? Dije sin mirarlo. -¿Por que lo dices? -Nunca había hecho algo como esto, no sabía si debía tragar o escupir tus fluidos, me los pase.- - Pequeña, lo hiciste muy bien, en cuanto a eso es tu elección, no te obligaré. Pero debo decirte que me encanto que te lo pasarás.- - Me levantó de la cama, hizo que colocara mis manos sobre la pared, se hizo detrás mío y se introdujo sin previo aviso, Yo solo grite por la inesperada situación. Black me embestia con fuerza, parecía que estaba poseído por un animal en celo. Me hizo suya en la pared, en la cama, en la ducha, me subió al mesón de la cocina, me llevo al balcón. Hoy perdí la cuenta de cuántas veces llegué al clímax. Al final como siempre caí rendida en un profundo sueño. - -Al despertar busque con mi mano su cuerpo, hoy no estaba junto a mi, quizás se había marchado en la madrugada, me duché y salí en busca de comida. Al salir casi muero del susto, él estaba sentado en la sala, estaba mirando las noticias, tenía en sus manos una taza de café. Por instinto me cubrí los ojos- -Buen día- Dije - Senti que se acercó a mi, me besó en los labios.- -Nos vemos el sábado pequeña, lo escuché decir, luego sonó el ascensor y se marchó.- -Mire el reloj eran casi las 10 de la mañana, ya era muy tarde para que él estuviera aquí, mi desayuno estaba en la mesa, tome un poco de café, estaba delicioso. Me senté a leer las noticias.- Al rato llegó Olafo, me dijo que debía ir a ensayar- -Limpie un poco la cocina, tome mi maleta y salí con el. -
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