Jessica lo ha perdido todo en la vida, no cree en las buenas intenciones de la gente y menos de las de hombres. Vivió un verdadero infierno al lado de su novio, Oliver. Golpes, maltratos y abusos acabaron con sus ilusiones. Hasta que una noche conoce en extrañas circunstancia a Ryan.
Él es el rey de una red delictiva irlandesa; quien al ver sus circunstancias decide ayudarla. Le da las herramientas para que aprenda a defenderse, sin pensar que la entrena para ser su igual, y cuando Jessica se encuentra en peligro, le recordará que ella fue entrenada para recibir contragolpe.
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