¡Te amo!

1099 Words
Los días iban pasando y el amor de Roxanne y Gianni era más firme, él se comprometió con ella a pesar de que los padres de ella y los de él no estaban muy contentos de que estuvieran juntos, pero a ellos les valía la opinión de los demás, que al parecer había muchos interesados en opinar que lo de ellos era una locura. Opiniones como: " son tan jóvenes", "ella es inmadura", " son tan diferentes", los tenían hastiado y decidieron no hacer caso de nada de éstas malintencionadas declaraciones. Hablaban por horas por teléfono, refugiándose El uno en el otro ante tantas personas interesadas en meter su nariz. Era sábado y el estaba libre de consultas en su rural médica, así que fué hasta la casa de Roxie para buscarla y pasar el día juntos, cuando llegó encontró resistencia de parte del papá de ella el señor Anthony Roosevelt, era muy tradicionalista y chapado un poco a la antigua. Así que no veía con buenos ojos que su hija saliera sola con su novio, Roxanne era muy rebelde y atrevida y cuando él dijo no estar de acuerdo con la salida de ellos sin que alguien los acompañe dijo: — Papá voy a salir con mi novio y deseo ir "a solas" — le dijo dándole énfasis a éstas palabras— estamos en éste siglo, ya no hay chaperones. El padre a regañadientes dió el consentimiento no sin antes aconsejar estar muy temprano de vuelta, ellos salieron tomados de la mano riendo y prometiendo hacerlo. Pasearon un buen rato y luego Gianni le dijo: — ¿Puedes acompañarme a mi apartamento? Ella lo miró y dijo: — ¿Crees que sea prudente? —No veo nada de malo, quiero besarte a mis anchas y sin que nos interrumpa nadie— le dijo esto atrayéndola y besando sus labios con ardor. —Bueno, vamos— dijo ella. Al llegar al apartamento que era de una sola habitación, con una pequeña sala, una cocina también pequeña y un baño; todo apropiado para una sola persona, se sentaron y él le dijo: — ¡Ven acá!— haciendo señas con uno de sus dedos invitando a sentarse en sus piernas— quiero besarte. Ella le sonrió con algo de coquetería y a la vez tímida, se sentó e inmediatamente él tomó su rostro con sus dos manos y se posesionó de sus labios invadiendo con su lengua los espacios tibios de su boca en un delicioso beso. Ella suspiró ante la rica experiencia y se dejó llevar por el disfrute de estar con su novio sin qué nadie los moleste. El metió delicadamente su mano en el interior de su blusa buscando su pecho turgente que se encontraba debajo de su brasier. Ella dió un respingo suave cuando él tocó de manera tan sensual e íntima parte de su cuerpo, pero decidió disfrutar de la experiencia tan deliciosa de ser acariciada por su novio. Él continuó explorando su juvenil cuerpo y ella empezó a sentir cosquilleos por todo su cuerpo que hacían humedecer sus calzones, estaban excitados al máximo, ella intentó parar la avalancha de caricias que él le prodigaba, pero sus ganas de sentir era más fuertes que su sensatez. En unos momentos estaban los dos enredados en caricias y proporcionando a sus cuerpos placer y deseo él la llevó hasta la cama y allí continuaron desvistiéndo se hasta quedar completamente desnudos. El la admiró y dijo: — ¡Mi novia, eres tan hermosa mi amor! Y quiero que seas mía— su voz estaba enronquecida por la excitación y el placer que sentía. Empezó a besar sus senos enloqueciendo de placer a su chica, los lamía, los succionaba, pasaba su lengua alrededor de sus pezones rosados duros como piedras, ella se arqueaba queriendo recibir más plenamente del placer que él le ofrecía. Gianni se colocó encima de ella abriendo sus piernas con suavidad y colocando su pene en la cavidad íntima de ella que estaba totalmente húmeda por sus jugos vaginales, empezó a introducir la punta de su m*****o viril y ella echó hacia atrás su cadera en un gesto de dolor extraño. Él hábilmente empezó a llenarla de caricias haciendo que su deseo fuese mayor de la pequeña punzada que sintió en su entrepiernas, poco a poco el introdujo su pene y empezó con movimientos suaves, arrancando de la garganta de ambos gemidos de placer, haciendo que ella olvidara su dolor inicial. Poco a poco se fue apoderando de su cavidad y fué rompiendo cualquier barrera que pudiera estar obstruyendo el camino al placer pleno; empezó a entrar hasta que estuvo dentro de ella subiendo y bajando de manera rítmica y suave. Ella lanzaba gemidos por las olas de placer que sentía al ser invadida deliciosamente por el pene de él, Gianni correspondía a los gemidos de Roxanne con ronquidos de placer que hacían que los dos vivieran a velocidad máxima el placer que sentían. El fue aumentando un poco el ritmo de sus embestidas cubriendo sus cuerpos con una capa fina de sudor, ella empezó a manifestar el clímax del placer que sentía arqueando su cuerpo para recibir más plenamente el placer de venirse por primera vez en su vida. El sintió como ella se derramó mojando todo su m*****o viril y aún su pubis y eso hizo que el también alcanzara el clímax de placer más alto derramándose totalmente dentro de ella. Quedaron exhaustos pero ricamente relajados después de esta maravillosa experiencia de tener sexo, para Roxie era su primera vez. Gianni ya había experimentado algunos escarceos por allí con alguna que otra chica, pero nada serio, pero ésta era la primera vez que hacía el amor con una mujer de la que estaba enamorado realmente. Estaba a un costado mirando su rostro hermoso totalmente satisfecho y empezó a darle besitos suaves, ella abrió sus ojos y le sonrió con ojos llenos de amor, él sentía que su pecho rebosaba de amor por ella. —Estuvo demasiado rico todo mi amor— le dijo él lleno de ternura. — ¿Si te gustó? Fue mi primera vez, dijo ella enrojeciendo hasta la raíz del cabello— no soy experta. — Poco a poco iremos aprendiendo, tampoco soy muy experto— dijo él con empatía. Ella se irguió El la cama y dijo: — Mi papá nos matará si se entera — ¿Se lo vas a decir tú, mi amorcito?— le dijo él— porque yo no. ——No, claro que no— dijo ella y los dos rieron de buena gana. .
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