MI OTRO YO

Soñando con mucho fuego en su alrededor, Emmanuel se despierta a las dos de la mañana sudando bastante, y dice: — Solo fue un sueño… Emmanuel se levanta de la cama y mira por la ventana de su habitación la calle. Y luego va a la cocina. Y abre la nevera. Para luego tomarse un vaso de leche. Y antes de volverse a acostar, Emmanuel mira su cama cámara. Fotográfica, y dice: — ¡Mi compañera de mil batallas!... Emmanuel observa su cámara de trabajo por unos segundos, y luego se va a acostar de nuevo… En la mañana, Emmanuel se acuerda de compromiso bastante importante que tiene, y se levanta de la cama. Emmanuel se baña por mas de quince minutos. Restregándose por todo su cuerpo. Y luego de salir de la ducha, se viste poniéndose una ropa bien apretada, y sale de su apartamento y saluda a Paulo el portero. Cuando se dispone a montarse a su vehículo, observa que está pinchado. Y también ve que su zapato derecho está sucio, y dice: — ¡Genial!, bueno… tocará a subir. En ese instante, Emmanuel sube a su apartamento, y con bastante paciencia se cambia de calzado y se asegura que estos estén bien limpios. Y coge su maletín y baja del apartamento. Y coge un taxi. Minutos después, Emmanuel llega a Barceloneta, y le dice al taxista: — ¿Cuánto es? — Siete Euros… — ¡Tomé! — Que tenga buen día. — Gracias. Emmanuel se baja del taxi y ve el letrero de su estudio, y dice: — Ya es hora de actualizar ese color. De inmediato, Emmanuel abre la puerta del estudio. Cuando su empleada llega, y le expresa: — Buenos días señor. — Buenos días Mali, ese milagro que llegues tan temprano. Mali se queda muy extrañada por las palabras de su jefe, y le responde: — Perdone jefe, está usted un poco confundido. Yo siempre llego temprano, debe ser que se acordó de la anterior trabajadora. — ¿Quieres decir que yo soy el del error? — No, no… — Mali, mejor entra y ayúdame a organizar el estudio. — Sí señor… Después de acomodar el estudio, Mali entra a la oficina de Emmanuel, y le dice: — Ya está todo listo para la llegada de las modelos. — Perfecto… Emmanuel sigue limpiando su cámara. Cuando Mali le pregunta: — ¿Usted siempre le gustó la fotografía? Emmanuel queda mirando a Mali, y le responde: — Sí, es mi pasión. Y me pasa tiempo, además de… — ¿De que? — ¿No tienes nada más que hacer? Llama a Claudia, y dile que, si va a venir con las modelos, necesito estar libre. — Si, ya la llamo. Mali cierra la puerta. Cuando Claudia y cinco modelos entran al estudio. Y todas saludan a Mali. En ese instante, Emmanuel sale de la oficina, y le expresa a Claudia: — Ya te iba a mandar a llamar. — Buenos días Emmanuel, ya está aquí. Comencemos a trabajar. Emmanuel mira a las cinco modelos, y te pregunta a Claudia: — ¿Todas son de Barcelona? — Si, son jóvenes y bonitas, por eso vine al lugar donde está el mejor fotógrafo de la ciudad, que he dicho, del país. Mali mira Emmanuel de reojo. Cuando esté le responde a Claudia: — Yo no me considero el mejor. — No seas modesto, sí que lo eres… eso se nota en la dedicación que le haces a tu trabajo. Emmanuel se sonríe, y les dice a todos: — Bueno, a trabajar. En ese momento, Claudia manda a vestirse a las cinco modelos, mientras Emmanuel revisa el escenario. Y le dice a Mali: — Buen trabajo, todo quedó perfecto. — Gracias jefe. En seguida, Claudia le expresa a Emmanuel: — Las niñas estarán listas en unos segundos. — Bueno. Claudia mira de arriba abajo el Emmanuel. Y mira hacia el lugar donde se están vistiendo las modelos, y se sonríe un poco al ver lo guapo que está Emmanuel… Luego de dos minutos, Emmanuel comienza a fotografiar a la primera modelo. Cuando le dice a la joven: — Sonríe un poco para que tu rostro exprese lo bonita que eres. La modelo trata de sonreír, pero no puede. Cuando Emmanuel baja su cámara, y le dice a la modelo: — ¿Qué te ocurre? Claudia le dice a Emmanuel: — Espera, yo voy a hablar con ella. — Bueno, ¡ve! De inmediato, Claudia aborta a la modelo, y le dice: — ¿Qué es lo que te sucede Sonia? ¿Acaso no quieres triunfar en este mundo de las revistas y modelaje? — Es que estoy bastante nerviosa. — No seas tontita. Y respira profundo, y sonríele a la cámara. Las demás modelos se miran entre si, mientras Emmanuel se impacienta un poco y mira su cámara, y le expresa a Claudia: — ¿Que sucede? Claudia se da vuelta, y le responde a Emmanuel: — Tómale la foto a las demás, y de último déjala a ella, así no perdemos tiempo. — Bueno. En ese momento, Emmanuel hace su trabajo y le toma más de treinta fotos a las cuatro modelos. Y una foto con todas juntas. Incluida la que estaba nerviosa. Luego de unos minutos, Sonia se deja tomar las fotos y sonríe a la cámara, así como lo quería Emmanuel, el cual le hace unas tomas espectaculares a Sonia. Emmanuel termina con su trabajo y baja la cámara, y le expresa a Claudia: — Listo, cincuenta fotos. Claudia coge el hombro de Emmanuel el hombro derecho de Manuel, diciendo: — Por eso es que dije que eres el mejor. — Todavía no has visto el resultado del trabajo. — Solo basta con observarte trabajar. De inmediato, Claudia les dice a los cinco modelos: — Lo hicieron perfecto, espérenme afuera. De inmediato, las modelos desocupan el estudio. Cuando Emmanuel le expresa a Claudia: — Esta misma tarde tendrás todo el material. Claudia le da la mano a Emmanuel, diciéndole: — Entonces espero con muchas ansias tu llamada. — Sí, yo te llamo. — Vale. Mali se sonríe un poco al ver como Claudia intenta acercarse a su jefe. En ese momento, Claudia se despide de besos con Emmanuel y se va del estudio. En seguida, Mali le dice Emmanuel: — Esa mujer está profundamente enamorada de usted. — No digas tonterías Mali, esa mujer es casada, además, esa mujer no es mi tipo. Preferiría quedarme solo que estar con una mujer como Claudia. — ¿Y cómo es ella? — Piensa que todo el mundo es su empleado y le gusta mandar como si fuera un militar. — Pero ella lo ve y lo trata de otra forma. Emmanuel se enoja bastante con Mali, y le dice: — ¿No tienes trabajo qué hacer? — Si. Emmanuel se acuerda repentinamente del sueño que tuvo en la noche. Y comienza a sentirse extraño en su trabajo, y le dice a Mali: — ¿Crees que puedes encargarte del estudio? — Claro que sí, haga lo que tenga que hacer que yo me encargaré de todo. — Bueno. En ese instante, Emmanuel recibe una llamada y saca su teléfono, el cual está en su bolsillo derecho de su pantalón, y contesta: — Hola Miguel. — Hola Emmanuel, ¿te interfiero en tu trabajo? — No, acabo de terminar de fotografiar a cinco modelos. — Entonces te tengo una propuesta. — A ver, ¿ahora con que vas a salir? — No es nada de otro mundo. — Hoy no estoy para citas a ciegas con ninguna aparecida que hayas conseguido por ahí. — ¡Oye!, no hables así, la mujer que te presente es una presura. — Para ti, a mí me gusta otra clase de mujeres. — Bueno, dejemos este tema ahí. Y te invito a divertirnos esta tarde en el mismo club de siempre. — No. — ¿No qué? — No puedo. — ¿Tienes mucho trabajo en el estudio? — Algo así, la verdad es que voy a estar muy ocupado estos días. — Bueno, bueno. Ya entendí, cuando estés con menos compromisos me llamas. — Bueno, hablamos. Emmanuel cuelga el teléfono y le entrega su cámara a Mali, diciendo: — La cuidas con tu vida, ya vuelvo… Mali se sorprende por lo dicho de su jefe, y le responde: — Tanto con mi vida, no, pero la cuidaré muy bien. Emmanuel queda mirando a Mali, y le dice: — No te hagas la graciosa. Y ten cuidado con ese aparato, ya regreso. Mali ve salir a Emmanuel y se queda viendo la cámara, y la alza, diciendo: — ¿Qué tiene de especial está cámara? En ese instante, Emmanuel sale de su negocio. Y el sentirse un poco estresado en lo que estaba haciendo, camina un poco y se aleja de su trabajo. Para luego coger un taxi… Minutos después, Emmanuel llega al parque de Les Dunes. Y se queda recibiendo la brisa del mar. Cuando observa una joven que intenta poner una carpa. Pero está a cada momento se le cae. Emmanuel camina hacia el lugar donde se encuentra la joven. Cuando ve a dos mujeres que llegan y le ayudan con lo que ella estaba haciendo. Al ver eso, Emmanuel se detiene y comienza a mirar para otro lado. Ese momento, un joven toca su espalda, y le dice: — ¿Necesita una carpa? — No, bueno sí. — Entonces sígueme… Minutos después, Emmanuel disfruta del ambiente y se desestresa viendo el mar. Mali llama a Emmanuel al teléfono, y le dice: — ¡Hola jefe! — ¡Mali! ¿No te dije que te encargarás de todo? ¿Qué haces llamándome? — Perdone, es que ya tengo todo el material de Claudia en mis manos. — ¿Guardaste copias? — Sí, claro, hice una carpeta con la fecha de hoy. — Bueno, dentro de una hora estoy allá. — Antes de que se me olvide. — ¿Qué sucede? — Mañana a las diez de la mañana, tiene otro trabajo exclusivo. Emmanuel mira a la joven que está con sus amigas. Cuando le pregunta a Mali: — ¿De qué se trata? — Otra modelo. — ¿Y por qué no tomaste las fotos? — Quieren que usted lo haga, todos quieren con usted. Emmanuel se sonríe un poco, y le dice a Mali: — No te sientas mal. — No, no, para nada, lo realmente importante es que a usted le vaya bien, porque también a mí me irá bien. Emmanuel mira que las jóvenes se van al mar. y le dice a Mali: — Ahora hablamos. — Bueno. En seguida, Emmanuel cuelga el teléfono y se queda viendo los movimientos de la mujer… Minutos después, Emmanuel llega de nuevo a su negocio. Y ve trabajando a Mali en el computador, y le dice: — Te has vuelto una experta con ese programa de Photoshop. Mali se sonríe, y le responde a su jefe: — Unos trucos muy sencillos que aprendí de mi hermano. — Entonces sigue así. De inmediato, Emmanuel se va a su oficina. Cuando Mali se levanta y coge el paquete de fotos que termino de arreglar. Y va a la oficina de su jefe, y le dice: — ¡Mire! ¡Esto es lo de la señora Claudia! — Bueno. Mali se retira de la oficina, mientras Emmanuel mira las fotos que tomo con el toque que le hizo Mali, y dice: — Aparentemente quedaron bien… bueno, ya es hora de entregárselas a Claudia… 7:10 pm, Emmanuel se baja de un taxi y ve la llanta de su vehículo. Y saca su teléfono para luego llamar a su amigo, mientras sube a su apartamento. En ese instante, Emmanuel entra a su apartamento. Cuando le contesta a su amigo, diciéndole: — Hola Emmanuel. — Hola Miguel, te llamo porque necesito de tu ayuda. — ¿En qué puedo ayudarte? — Te voy a recompensar muy bien. — Dime. — Tengo la llanta delantera de mi auto pinchada y no tengo mucho tiempo para arreglar eso, ¿será que mañana puedes venir? Miguel se ríe bastante, y le dice a Emmanuel: — ¿Cómo es que no puedes solucionar un problema de una llanta? — Ya te dije que estoy ocupado, pero si no quieres ayudarme, yo lo entenderé. — Lo siento Emmanuel, pero estoy totalmente ocupado con varios vehículos. de pronto pasado mañana. Emmanuel abre una habitación misteriosa. Y le dice a Miguel: — Bueno, yo vere como me las arreglo. — No te enojes conmigo, de verdad que estoy bastante ocupado. — Hablamos después Miguel. — Bueno. Emmanuel cuelga el teléfono y enciende el bombillo de la habitación, La cual está llena de fotos pegadas en las paredes. Y todas son modelos y de fotos de mujeres en la calle. Emmanuel guarda su teléfono en el bolsillo derecho de su pantalón. Y saca las copias de las mejores fotos que tomo de las modelos de Claudia, y dice: — Viéndolo bien… falto un poco más de expresión en sus sonrisas, pero en general están bonitas. En ese momento, Emmanuel pega las cinco mejores fotos de las modelos en un espacio que tiene en la pared del frente. Y mira las otras mujeres que tiene en todas las paredes, y dice: — ¿Cuál de todas estas es la mejor?... no veo a ninguna, no. Emmanuel se acuerda de la mujer de la playa, y dice: — Ese rostro de esa mujer es diferente… Emmanuel se queda por más de veinte minutos contemplando la foto de esa habitación y luego sale. Y se toca su estómago, diciendo: — Veré que hay para cocinar… Emmanuel entra a la cocina y abre la nevera. Y ve un paquete de chorizos, leche y un trozo de carne, y dice: — Pensé que sí que tenía más presas… bueno, haré lo que pueda. En ese instante, Emmanuel saca la carne y con un cuchillo bien afilado, la termina de escalar y preparar. Para luego meterla en el horno. Minutos después, Emmanuel enciende el televisor y sentado en su sofá come subiste de carne con gran comodidad, y dice al saborear la carne: — Pudo haber quedado mejor… En la mañana, Emmanuel saluda a una pareja de vecinos y baja de su apartamento y se pone arreglar la llanta de su vehículo. Cuando un vecino se para detrás de él, y le dice: — Buenos días, ¿necesitas ayuda? Emmanuel mira hacia atrás y suelta el gato, diciendo: — Buenas Eusebio. — Iba al supermercado, pero cuando te vi en esas, me acerqué. — Voy a sacar esta llanta para arreglar el neumático, pero tengo mucho afán. — No te preocupes, yo te ayudo, aunque viéndolo bien, aquí se te va a ir más de veinte minutos. Emmanuel mira su reloj, y dice: — Arreglemos eso. 9:30 am, Emmanuel llega a su trabajo en su vehículo. Cuando ve salir a una pareja de enamorados, y les pregunta: — ¿Ya los atendieron? La pareja le responde que sí, y se van cogidos de la mano. Cuando Emmanuel entra a su negocio y saluda a Mali. Cuando esta le dice: — La mañana ha comenzado muy movida, entraron bastantes personas preguntando y haciéndose retratar. — Ahí tienes Mali, ayer te quejabas de que todos querían que yo les tomara las fotos. — Solo les tome fotos a dos personas, estoy a la espera de que llegue el cliente de ayer. — Bueno. En ese momento en que Mali y Emmanuel conversaban, entra una familia de cinco personas al estudio. Y se quedan observando el bonito lugar. Cuando Emmanuel los atiende se encarga de arreglar el escenario para fotografiarlos. Luego de hacer ese trabajo, Emmanuel contesta su teléfono, y le dice a Miguel: — Hola. — Hola Emmanuel, ya estoy desocupado, así que ya salgo para tu casa. — No te molestes Miguel, ya arreglé ese problema. — A bueno, de todas maneras en estos días paso para revisarte el vehículo... hola, hola, ¡Emmanuel! En ese momento, Emmanuel se queda recordando a la familia que fotografío, y le cuelga el teléfono a Miguel, y piensa: “Esa era una familia feliz, la familia que siempre desee. Y que nunca tuve” Mali trae dos vasos de café, y le dice a Emmanuel: — ¡Jefe! Emmanuel coge el vaso de café, y le dice a Mali: — Gracias. — Estaba muy pensativo. — Si, pensando en la familia de hace unos minutos. — Se veían muy bien. — Si, se veían perfectos, sus rostros mostraban una felicidad infinita. Mali queda viendo el rostro de Emmanuel, y le expresa: — Parece que usted quedó muy encantado con esas personas. — Si, no te lo voy a negar. Por un momento creí que yo podría pertenecer a esa familia. — ¿Como así? ¿Usted no tiene familia? En ese instante, un policía entra al estudio y sorprende a Manuel y a Mali, y les dice: — Buenos días. De inmediato, Mali le responde al policía: — Buenos días. Emmanuel mira el policía muy extraño. Y le pregunta: — ¿Sucede algo? El policía mira hacia todas partes, y luego le responde a Emmanuel: — Estoy buscando a un delincuente que se nos acaba de escapar de la patrulla. Emmanuel mira a Mali, y luego le dice al policía: — Lo siento, pero aquí no ha entrado nadie, además, nosotros no escondemos delincuentes. — Yo no estoy diciendo que ustedes estén escondiendo el delincuente. Solo estoy verificando que los dueños de estos establecimientos no vayan a hacer perjudicados por este individuo. Mali se pone un poco nerviosa, y le pregunta al policía: — ¿Y está usted solo persiguiendo a ese delincuente? — No, mis compañeras están afuera. Emmanuel le dice policía: — Como ve, aquí solo estamos nosotros. — ¿Puedo ver esa oficina? — Sí, claro. De inmediato, el policía va y revisa la oficina de Emmanuel, pero no encuentra nada. Cuando Emmanuel le dice a Mali: — ¿Será que ha entrado alguien y nosotros no nos dimos cuenta ahora que estamos trabajando? — No, no lo creo. El policía también mira el baño del establecimiento. Y después de cerciorarse de que el estudio está seguro, le dice Emmanuel y a Mali: — Disculpen por la molestia. Emmanuel mira el nombre del policía, y le expresa: — Está haciendo su trabajo. Mali le dice al policía: — Yo he quedado un poco preocupada con eso delincuente, será mucha molestia. Si se queda un rato más. Emmanuel le dice a Mali: — ¿Cómo se te ocurre? — No es mala idea. El policía le responde a Mali: — No se puede, tengo que seguir trabajando junto a mis compañeros. De inmediato, el policía le entrega su número telefónico a Mali, diciéndole: — Si ocurre cualquier cosa que requiera mi presencia, a estos números puede llamarme. En seguida, Emmanuel extiende su mano derecha hacia el policía, y le expresa: — Lo llamaremos si es necesario. — Bueno. En ese instante, el policía se despide de los dos, y sale del estudio. Cuando Emmanuel lo sigue. Y sale a la puerta de su negocio y ve que el policía se sube al vehículo dónde están sus otros compañeros. Y mira la placa del vehículo. En seguida, Emmanuel se termina el café y tira el vaso a un envase de basura. Cuando Mali le dice: — Necesitamos seguridad, no podemos estar así. — Aquí estamos en uno de los lugares más seguros y por ahora no veo la necesidad de contratar a alguien que cuide este establecimiento, mejor sigamos trabajando. — ¿Pero? — Pero nada. En ese instante, el cliente que estaba esperando a que estuviera Emmanuel en el estudio. Aparece con una bellísima modelo. Haciendo que Emmanuel no quite su mirada hacia la mujer…