Will Estaba sentado en casa leyendo un libro en el jardín cuando sonó mi teléfono, al ver el identificador de llamadas y ver en él el nombre. Nieta querida Sentí que mi corazón salía del pecho de la alegría. -Hola querida, qué gusto que me llames Abuelo? Ayudame, porfavor. Al escuchar esas palabras y el tono en la que me las decía sentí como mi corazón era estrujado, su voz sonaba triste y entrecortada como si fuera a llorar. ¿Acaso alguien la estaba intimidando? -Querida, porfavor cálmate, dime donde estás cuando me dijo que estaba en el juzgado 17 me quedé sorprendido. -Llegaré en 20 minutos, no te asustes el abuelo resolverá todo. Colgué el teléfono y caminé a la salida le llame al chófer y le dije que saldríamos de inmediato, lo apresuré lo más que pude le dije que tenia 20

