Ella estaba en su cama, solo sabiendo las horas por la pequeña ventana que mostraba el exterior. Era un tanto difícil saber exactamente qué hora era porque el día estaba nublado y con apariencia lluviosa. Pero de algo estaba segura, la mañana y la tarde habían pasado sin nuevas noticias. Quería decir, que Joshua no había regresado. —Si mi familia supiera de mí de seguro, vendría mi hermano y mi padre y los hicieran pagar por lo que me hacen. Se imaginó que el joven supuestamente enamorado la había desamparado. No. No podía creer eso. Él la amaba, lo demostró ese mismo día. Lo vio en su cara, esas facciones preocupadas y la forma en la que le habló a la señora Petit para asegurar su protección. Él la quería, eso era obvio… tenía que tener paciencia. Solo eso. —Claudine…—susurraron de pro

