Mientras lee se remonta a ese momento… Las dos jóvenes tomaron el camino hacia la mejor tienda en París. Su madre era exigente en cuanto al tema de su vestimenta, iban solo con las mejores modistas de la ciudad, por tal razón, cuando entraron a la tienda, fueron reconocidas rápidamente. Más la menor que la mayor, por el hecho de que no solía ir a las tiendas —¡Bienvenida a tu propio tártaro! —se burló la menor. —Vamos, Laurent, no te puede parecer tan malo. —Veamos —pensó la joven y la miró con una sonrisa—. No seas aburrida, permanecer en tu habitación durante tres semanas y no poder utilizar otra actividad más que el irritable de las exhibiciones al público, ¿qué opinas? —Entiendo tu punto. —las hermanas duraron algunas horas en la elección de vestidos y cuando todo quedó resuelto,

