NARRA KAI SPENCER
Los ojos de Noah se abren ampliamente, el azul grisáceo de sus pupilas se ha tornado más azul, tanto, que sus ojos parecen un profundo océano en el que puedo sumergirme.
Quiere matarme. Me he atrevido a revelar mucha información delante de Camille, pero tal parece que Noah no sabe lo descarado y desvergonzado que puedo llegar a ser.
A mí me importa una mierda todo eso de que seamos hermanos. ¿Acaso no la misma Biblia habla de que en esos tiempos los hermanos se casaban con sus hermanas, los primos con sus primos, tíos con sobrinos, y todos lo veían bien? Ahora es que vienen con esas mierdas de moralidad y no sé qué putas más, cuando toda la historia está llena de lo que ahora las personas llaman pecado.
Los griegos con sus orgías, Zeus cogiéndose a todos los dioses,
