NARRA KAI SPENCER «Nunca nos llevamos muy bien y jamás estuvimos de acuerdo en nada, pero eso no quería decir que no te amaba. Eras mi hijo, Kai. Mi primogénito. El encargado de llevar mi legado, sin embargo, entendí muy bien que eso no era lo tuyo. Tu mundo está en la milicia y ya tarde me vine a dar cuenta de que no podía obligarte a ser el hombre que yo deseaba. Pero, como un último favor, voy a pedirte que ayudes a tu hermana, Noah, a hacerse cargo de mi legado. Los he dejado a ambos al mando de todo, más debo aclarar que quien realmente quiero que sea la cabeza, es ella, y que tú sirvas como su consejero y estés a su lado, apoyándola y protegiéndola, de todos aquellos que estén en su contra. Sé que no me fallarás y que tratarás de hacerlo, porque aunque te muestres duro y frío, e

