7

583 Words

¡Maldición! -¡Ariadna, sal de ahí ahora mismo! -gritó su madre furiosa. Rodó los ojos, no contestó. Menos mal le puso seguro a la puerta; no tardó en escuchar la forma forzada como Evangelini atacaba el pomo, intentando entrar. -¡Madre, estoy ocupada, vete! -Maldito sea el día en que naciste, Ariadna Metaxàs. -escupió como solía. La verdad, no le extrañaba su veneno, la manera en que afirmaba una vez más que ella era un error. Un error que no debió de existir. Hace mucho que se acostumbró a las dagas perforando su pecho, ya no dolía, un día dejó de sentirlo, un día pasó de ella, de su aborrecimiento cada que la miraba. No valía la pena quedarse atascada en la pregunta, ¿por qué la odiaba? La contesta estaba definida por un embarazo adolescente, le echaba toda la culpa a ella, as

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD