Engaños

Los Fischer son una importante e influyente familia Venezolana provenientes de Alemania a principios de la guerra fría Armin Fischer llegó con su abuelo al estado Portuguesa capital Guanare Venezuela, con todas las ganas de comenzar una nueva vida con lo que sabía hacer, Armin era un muy buen agricultor sin embargo su nuevo hogar no se parecía absolutamente nada a su tierra de origen, el calor y la humedad no le permitían sembrar los cereales a los que acostumbraba por lo que se vió forzado a dejar de hacerlo y reinventarse así que en lugar de cultivar cereal decidió tomar la iniciativa de aceptar lo que esta hermosa tierra le ofrecía por lo que comenzó a cultivar maíz, sin importarle su inexperiencia decidió emprender ya que tenía una esposa e hijos a quienes llevar el pan de cada día, el maíz Venezolano es considerado de alta calidad a nivel mundial por lo que Armin pensó que esta materia prima prometería mucho ya que con el maíz se destacan alimentos comunes como el aceite y la harina de maíz con la que se elaboran panes, tortillas y el plato predilecto de esta tierra la arepa entre otras exquisiteces. Al inicio Armin no tuvo mucho éxito sin embargo no decayó y su constancia y dedicación le permitieron entender los secretos de aquella tierra nueva para él llena de costumbres populares y la magia detrás de esta materia prima tan adorada por todos, además de tener la oportunidad de conocer gente con una gran calidez humana un recurso mucho más valioso que la fertilidad de aquella tierra. Trabajó arduamente por muchos años y luego de tanto esfuerzo dedicación y trabajo paso de ser un agricultor a poseer una cantidad de hectáreas de terreno cultivados con maíz, esto lo llevó a la obligación de registrar su emprendimiento y fue así como nace la productora "Armin Fischer" una importante empresa Venezolana creada por un Alemán que producía más de 1500 empleos en Portuguesa y en toda Venezuela. Al pasar de los años a la edad de 89 años el señor Armin fallece a causas naturales, su único hijo heredó una gran fortuna continuando con el legado de su fallecido padre. Anton Fischer, era el nombre que llevaba el heredero y ahora dueño de la reconocida productora de maíz. Anton, se había mudado a Caracas Venezuela hace algunos años allí cursó estudios en una de las universidades más importantes e influyentes para el momento, La Universidad Central de Venezuela en dónde se graduó como licenciado en administración de empresas entonces tomo las riendas de la gran empresa la cual pasaría a sus manos. Anton conoció a una hermosa chica llamada Emma hija de un exitoso empresario Venezolano y socio de la empresa Polar en Venezuela Gilberto Mendez, quien aprobó rápidamente el noviazgo de estos dos jóvenes sin importar que Emma no tenía la mayoría de edad en comparación de Anton, quien si la tenía y aparte tres años mayor que ella, al pasar unos meses del noviazgo Gilberto movió cielo y tierra hasta que estos jóvenes contrajeron nupcias Gilberto era consiente del negocio que podría representar esta unión familiar. —Anton, al unirte como esposo de mi princesa pasas a ser más que un yerno para mí —exclamó Gilberto—. Pasas a ser como mí hijo. —¡Gracias señor Mendez! Es para mí un honor formar parte de esta familia. —Ya déjate de formalidades ¡Como que señor Mendez! , ¡nada de eso! A partir de este momento soy tu suegro, ya pasamos a ser familia hijo mío. —¿Caballeros interrumpo? —preguntó la hermosa Emma ya esposa de Anton. —Para nada hija hermosa, mi princesa —Contestó Gilberto mirando a su hija con nostalgia pues aquella niña a quien le había tocado criar casi solo ya era toda una mujer. —Bien papá, entonces voy a bailar con mi señor esposo. Gilberto sentía tanta alegría al ver la felicidad de su hija en ese momento le dijo: —¡Un momento hija mía! No antes de que hagamos un brindis. —Exclamó Gilberto mientras llamaba a su yerno—. Ven Anton hijo quiero que brindemos por la felicidad. >>La felicidad que hoy embarga a esta gran familia y salud porque me hagan abuelo pronto... —¡Papá que rápido vas! —dijo Emma con algo de pena. Luego del brindis los jóvenes se marcharon y comenzaron a bailar una balada la cual se escuchaba al fondo del hermoso salón de fiestas del hotel Eurobuilding, uno de los hoteles más reconocidos de la ciudad caraqueña, aquella joven pareja tenía muchos sueños por realizar, sueños que comenzaban a materializarse a partir de esa noche. Por otro lado en Portuguesa se encontraba la familia Martínez una pareja de cónyuges muy humildes quienes se dedicaban a trabajar la tierra perteneciente a la familia Fischer. Para este tiempo corre el año 1988 la señora Patricia esposa de Josué se ha enterado que se encuentra embarazada nuevamente. —¡Mi amor otra vez estoy embarazada! —exclamo la señora Patricia a su esposo. Josué ingresó a su vivienda una pequeña casa construida de madera y apenas iniciada a construir en bloques de cemento sus paredes no tan fuertes eran reforzadas por bambú, un poco pequeña para la cantidad de personas que habitaban en ella, solo poseía dos habitaciones dividas por cortinas una pequeña sala en dónde se apreciaba la cocina y fregadero juntos. Nada apta para una pareja tres pequeños y uno en camino. Todos los medio día Josué iba a su humilde hogar para almorzar y después continuar con su jornada de trabajo aquesca medio día su esposa lo recibió con esta noticia —¡Mi amor! ¿Me estás hablando en serio? —Preguntó Josué muerto de la impresión sentandose en una silla de madera—. ¿Estás segura de lo que me estás diciendo? —¡Si mi amor! —Patricia quien no pudo contener el llanto y enseguida comenzó a llorar. —¡Dios santo! —Exclamo Josué muy desesperado—. Esto no puede ser posible si apenas podemos con estos niños y ahora viene otro en camino. Luego de decir estas palabras Josué se levantó y abrazó a su mujer quien lloraba desconsoladamente. Por otro lado se encontraba la familia Fischer quienes tenían un futuro bastante prometedor, sin embargo había algo que frenaba la felicidad de esta familia y es que al pasar los años la señora Emma de Fischer no había podido quedar embarazada por este motivo el matrimonio Fischer se había vuelto distante casi un infierno, un buen día Anton decidió romper el silencio y fue a conversar con su suegro y ahora socio Gilberto Mendez. —¡Toc, toc, toc! —tocaron a la puerta del despacho del señor Mendez. —¡Si! ¿Quien es? —pregunto desde adentro el señor Mendez. —Suegro soy yo Anton. —Anton, ¡Hijo pasa adelante! , ¡Pero que sorpresa! —don Gilberto adulaba a su yerno—. ¿Y por qué no avisaste que venías? Te hubiera mandado a preparar el asado que tanto te encanta hijo. —¿Cómo esta suegro? —preguntó mostrando una mirada muy triste—. No me dió tiempo de avisarle nada, ¡Necesito conversar con un amigo! Por eso mi visita. —¡Caramba! ¿Sucede algo Anton? ¡Me asustas! ¿Tiene algo que ver con los negocios? Se ha estado rumorando que los precios del maíz se elevarán. —¡No suegro! No se trata de los negocios, es algo mucho más íntimo. —Hablaba con una expresión de vergüenza— Se trata de un tema familiar. —¿Que sucede Anton? , ¿Le pasó algo a Emma? —preguntó Gilberto con algo de angustia. —¡No suegro Emma está bien! > , pensó Anton. —Pero si tiene que ver con ella y es que por más que intentamos no logra quedar embarazada. Continuara...