43. Labioshot. Abro los ojos. No reconozco dónde he venido a parar, y lo una que llego a ver es el enorme candelabro que cuelga sobre mi. Y sin embargo, las paredes escarlatas y la música de piano que suena de fondo me relajan. Lo siguiente recuerdo es estar desnudo, cómo ahora, pero en compañía de Duke Loundland, de mi amigo Max, y muchas mujeres turnándose para chuparme el p**o. Estoy sobre la cama redonda, y no estoy solo, al menos diez mujeres bellas duermen. Me incorporo. Al parecer, soy el único que ha despertado. Salgo del salón escarlata y me encuentro con un gourmet. Veo a un mesero en la esquina. —Necesito asearme. Me da las indicaciones para llegar al baño. —A mano derecha están los baños, señor. Me dirijo allá. Esto de estar desnudo es liberador, ya casi no me importa.

