CAPÍTULO 6

831 Words
CAPÍTULO 6 ANA SOFÍA: Y aquí me encuentro a tan solo minutos de ir a ver la cara de Maxhuel… ¿Me pregunto si el estará fastidiado por saber que me casare con el? Por que yo lo estoy, casarme con el tarado de Max es una tortura, pero debo hacerlo por mamá y mis hermanos. —Hija te vez hermosa—declaró mamá entrando en mi habitación. Me encontraba con un vestido lila muy ajustado, ya que mi padre dijo que anunciaríamos la boda, frente al mundo entero, jamás me había puesto un vestido antes, pero ahora debo hacerlo, me tendré que acostumbrar a esto, y por hoy voy con zapatillas planas ya que no se caminar con tacones, luego tendré que aprender, por que en la boda no entraré con zapatillas. —Gracias—me límite a decir sin ánimo alguno. Después de todo yo no estoy emocionada por hacer esto, y más por que me siento muy incómoda con esta ropa, es que ¿Quién Diablos invento los vestidos? Con calma subí a la limusina gigantesca que había afuera de casa. Ahora si me sentía como una princesa… Bueno en teoría ¡Soy una princesa! Después de cinco minutos ya estábamos en la puerta de el Palacio, nunca me di cuenta que vivía tan cerca de este, ¡que tonta! Con todo el valor del mundo baje de aquella limusina, mi padre y madre me acompañaban, mis hermanos se quedaron en casa, ya que no podían venir, caminamos por aquel Palacio, no me habla dado cuenta que era tan hermoso, bueno también solo lo vi por fuera, ya que nunca me dieron las ganas de conocerlo por dentro. El patio es tan hermoso, tiene Rosales por todo lado, árboles muy grandes, se ve lo bien cuidado que esta, seguimos caminando hasta que encontramos una linda fuente, donde a los costados estaban los autos estacionados, todos eran de colores neutros, colores oscuros. Se nota que son de la realeza por lo apagados que son… —Con ustedes el Rey Augusto Márquez y la reina Susana de la Cruz soberanos de España—todos voltearon hacia nosotros con sorpresa—y su hija la princesa Sofía Márquez Nos presentó un caballero de ya un poco viejo, entramos por la puerta con esa presentación, enseguida las prensa se acercó a nosotros, eran como mosquitos molestosos —Reina Susana ¿todo este tiempo usted estaba en este país?— pregunto una chica con un micrófono. —Si, todo este tiempo me encontraba en este hermoso país—respondió mi madre con sorna. Me empecé a sentir un poco nerviosa, gracias a estas personas, mañana yo estaré en todos lados, seremos las portadas de todo y no quiero eso. —¿ella es su hija?—volvieron a preguntar señalándome. —Si ella es mi hija—dijo mi padre con orgullo. Empezaron a tomarme más fotos a mi, pero yo no quería, me sentía rara odio que me pongan atención, es lo que más odio en este mundo hasta que la voz del caballero que nos presentó hizo que las fotos cesaran. —Con ustedes el rey Frederick O’Connell y la reina Helen Bruckner soberanos de Inglaterra y el príncipe heredero Maxhuel O’Connell – ellos entraron con una imponente presencia. A excepción de la reina que se veía con una humildad. Me escondí tras mi madre, ya que no quería que me viese el remedo de Ken… los Reyes se acercaron a nosotros, claramente saludando a los demás. — Augusto un gusto volver a verte— dijo el rey Frederick y miro a mi madre—Susana creí que no vendrías. —No podía perderme la fiesta de compromiso de mi hija—dijo mi madre haciendo que mi corazón se contrajera. La reina Helen dio una sonrisa al verme. —Tu debes ser la princesa Sofía ¿verdad? – dijo la reina Helen enarcando una ceja. Asentí con la cabeza ya que me daba temor hablar y que se me salga todo lo que pienso sobre la familia real. —Un gusto querida, eres tan bonita incluso más que en la foto—dijo aquella y el Rey Frederick la jalo a su lado con imponencia, lo que hizo que me enfadara aún más. —Vamos al Despacho a hablar—ordenó Frederick. Con ellos todos salimos hacia una habitación apartada, todos los presentes seguían nuestros pasos, Maxhuel no estaba por ningún lado, supongo que el si podía escapar, no como yo que estoy atada a esta fiesta, gracias a mis padres. —Bien— aclaro su garganta el rey Frederick—ayer hablamos Augusto, Maxhuel esta saludando a los presentes, pero en cuanto entre los presentaremos y los dejaremos hablar por unos minutos, para luego anunciar su compromiso sin demora. Mis padres asistieron y yo también, aún estaba enojada pero no podía demostrarlo, no aún. Mis padre y los de Max empezaron a hablar de todos los detalles hasta que la puerta se abrió, revelando a Max con una cara de nerviosismo, todos miraron hacia él, pero su mirada de él solo me observaba a mi, hasta que pude ver una sonrisa en su cara. Estúpido, se está burlando de mi, ya siento que lo odio más…
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