Ravi Pavel era un mafioso muy conocido, tenía negocios importantes y solía ser considerado como un hombre implacable. Padre de 2 hijos varones, ambos involucrados en el negocio; además estaba Freya, su única hija mujer, la luz de sus ojos. —Por amor de Dios, Freya, mejor olvídate de ese hombre. Pon tus ojos en alguien que sí te corresponda.—Ravi trataba de disuadirla. —No papá, quiero a Damien Knapp rogando el perdón por haberme humillado y a la z***a que lo acompaña, la quiero tres metros bajo tierra. —Hemos perdido a varios hombres y ganado algunos enemigos por ese capricho tuyo. —¡Papi! Por favor. Pidele a uno de mis hermanos que se encargue y acabemos con esto de una vez.—Freya juntó sus manos a modo de súplica. —Está bien, solo espero no tener que pagar un alto precio por est

