La mente de Melissa estaba hecha un lío, se le ocurrían varias cosas pero desechaba cada idea; luego pensó que si iba a morir, no lo haría sola. —Eres una cobarde, mátame tú misma si eres capaz. —Le gritó a Freya en la cara, quería provocarla.—Aún si lo haces, Damien jamás será tuyo, nunca te amará, estoy segura de que acabará contigo y tu maldito padre. —¡Cállate! —Gritó Freya furiosa y levantó su mano para golpearla. Esa era la reacción que Melissa esperaba de ella, en una rápida respuesta la tomó del brazo pegandola a su cuerpo, sacó la navaja y se la colocó en el cuello. Ninguno de los hombres pudo hacer nada para impedirlo. Ella se echó para atrás para poder mirarlos a todos —No se muevan o la mato — Dijo en un tono escalofriante —No seas tonta, baja eso. — el hermano de Freya es

