Reclamada por siempre

Danely entró al pequeño salón de la recepción con Mason y Luke franqueando sus lados. Ella siempre había creído que su hermano mayor era el hombre lobo más fuerte de toda la manada, porque podía ser tierno, podía ser amable y considerado además de fuerte. Y, sin embargo, cuando Danely escuchó lo que sucedió con Nic la creencia sobre la persona que reconocía como su ejemplo a seguir se hizo más fuerte, porque cualquiera puede salir herido, pero la cicatriz más hermosa es la que obtuviste protegiendo a quien amas. —¿Cómo está Nic? —preguntó Danely, con el corazón en las manos. Ya todos sabían sobre la misteriosa bala hecha a base de colmillos de lobos que fue creada por los Midnight. Estaban enterados sobre lo mortal que pudo haber sido para Reagan, y ahora sabían que Dominic, su próximo alfa fue herido por una de esas peligrosas balas. Regina se levantó del sillón y abrazó a su hija para ganar fuerzas. Owen se acercó a ellas y las cubrió con sus brazos también. Dany lloró en los brazos de sus papás, no recordaba la última vez que lloró frente a ellos porque Nic siempre estuvo para limpiar sus lágrimas. —Lauren está haciendo lo necesario para sacar esa cosa de su cuerpo—contestó Owen cuando se separaron. —Él va a estar bien—se dijo Regina a sí misma, ella necesitaba convencerse de eso—. Mi bebé estará bien. Dany asintió levemente, pero la preocupación no saldría de su mente hasta que viera a Nic con los ojos abiertos. Owen se giró hacia Mason y Luke antes de dirigirse a su esposa. —Necesitas descansar, cariño. Regina negó severamente. —No me iré hasta que tenga noticias de Nic. —Sabes lo que dirá cuando despierte, se enojará contigo si sabe que no descansaste—terció Owen, se acercó de nuevo a Regina y la abrazó—. Él va a despertar y antes de darte cuenta lo verás sentado en nuestra mesa pidiendo más espagueti. A Regina se le escapó una risita mezclada con un sollozo. —Yo te llevaré mamá—dijo Dany—. Papá, no se te olvide informarnos sobre lo que sea. Owen asintió. —Lo prometo. —Bien—Regina suspiró—. Pero antes de ir a casa necesito ver a Grace. Desde que Helen y Ahron se la llevaron no la hemos sabido nada de ella. —Tienes razón mamá, también necesito saber cómo está Grace—coincidió Dany. —Bien, vayan—dijo Owen. Tan pronto su esposa e hija salieron del edificio se giró hacia los muchachos—. ¿Qué ha sucedido con Jack? —Ha escapado—admitió Luke con aspereza—. Se ha ido con Blake y Chase. Blake y Chase, ambos miembros jóvenes de Midnight, es lo que quedó de dicha manada luego de que Owen llegara con los demás y terminaran con el problema.  —No esperaba que Jack fuera el m*****o más leal a la manada—comentó Mason con acritud—, pero ciertamente me sorprendió que él e Isaiah hubieran planeado todo esto. Owen se lamentaba el haber tenido que terminar con la vida de su hermano menor, pero amenazar con asesinar a su propia madre e incluso a las familias de la manada era cruzar una fina línea que un alfa no podía obviar. Isaiah atentó contra la vida de todos. Luke observó con curiosidad a su alfa. —¿Mató a Josiah? —No estoy orgulloso de nada de lo que he hecho hoy—afirmó Owen—, las cosas hubieran sido diferentes. —Pero no lo fueron—prosiguió Luke—. Con los líderes de Midnight fuera de juego la vida para nuestra manada podrá ser positivamente diferente. —¿Y Jack? —mencionó Mason—. ¿Creen que no volverá? Ahron entró y se detuvo a mitad del pasillo cuando visualizó a Owen y a los chicos. —¿Hay noticias de Nic? —preguntó Ahron. —Lauren todavía está con él—contestó Owen—. Regina y Dany fueron a tu casa. Ahron asintió —Las vi. Están con Helen y Grace. —¿Cómo está ella? —preguntó Owen, refiriéndose a Grace. Ahron inclinó un poco su rostro y llenó de aire sus pulmones. Estuvo a punto de creer que la vida de Grace terminó en el momento en que su subió a su habitación y no la encontró ahí. Se sentía resentido consigo mismo, no podía hacer nada para protegerla del mundo y sus peligros, pero ahora estaba seguro de que sabía quién sí. —Renuncio al puesto de alfa—anunció Ahron. Luke y Mason fruncieron su ceño de desconcierto, no podían quedarse con un solo alfa, eso jamás había pasado en la historia de los IronFang. —¿Por qué tomar una decisión tan repentina como esa? —inquirió Owen, intentando mantener la calma—. No piensas irte, ¿verdad? —No—contestó Ahron, sonriendo avergonzadamente—. Jamás dejaría mi familia otra vez. Ahron miró a Owen con admiración, ya eran una verdadera familia. —Pero desde el principio no fui el más indicado para ser alfa, y tú lo sabes Owen—prosiguió Ahron—. Quiero que Nic me reemplace. —Ahron… —Él es el siguiente en la línea de sucesión—cortó Ahron—. Además, no te estoy pidiendo permiso. Como alfa estoy dando me de baja, Nic es el más indicado. —Nic no ha despertado—objetó su cuñado. —Lo hará pronto—intervino Lauren, entrando al salón. Todos se voltearon a observar a Lauren con expectación. Ella les sonrió levemente en respuesta para calmar el ambiente. —Aunque he logrado sacar la bala de su cuerpo una herida tan cercana al corazón como lo fue esa no sanará tan rápido como cualquier otra—aclaró Lauren—. Estará sedado hasta que la herida expuesta en su pecho sane lo suficiente como para que no sufra demasiado. —Pero necesitamos hablar con él Lauren—dijo Mason—. Es el único además de Grace, que también está inconsciente, que sabe lo que ha pasado en ese salón antes de que todos llegáramos. —Es una orden de su abuela—masculló Lauren severamente—. Lo dejarán descansar hasta que yo decida que es correcto. —Está bien—intervino Ahron y palmeó el hombro de Owen—. Seguiré siendo alfa hasta que Nic se recupere.  —Si quieren que Nic sane pronto, traigan a Grace—sugirió Lauren—. Ellos tienen una conexión fuerte, sabiéndola cerca de él se precipitará a mejorar con rapidez. Owen miró a su cuñado. —Cuando ella despierte veré cómo hacer—accedió Ahron. —En una semana la quiero aquí Ahron—le advirtió Lauren.