14 días con él

No era un mundo perfecto, nunca lo fue y nunca lo será. Había mucho daño antes del virus, pero nadie se imaginó que el siguiente daño fuera mental y social.   Camper no era la excepción, era un país relativamente joven, pero estable. Hasta ahora.   En los últimos años se había convertido en un destino turístico, sus visitantes admiraban y agradecían lo inclusivo, generoso y tolerante que eran, con una mente abierta y receptiva.   Todo prosperaba, hasta la llegada del virus a sus fronteras.   Covid 19. Un tipo de virus sumamente contagioso, para el cual no había vacuna a la vista. Afectando las vías respiratorias, haciendo que millones de personas mueran sofocadas, sin poder respirar por días antes de todo terminara. Cuando los ventiladores no dieron a vasto para la cantidad de contagiados, las personas comenzaron a morir, sin siquiera tener la oportunidad de mejorar, fue así como comenzaron a morir miles de personas al día.   Temple, la capital de Camper fue la más afectada del pequeño país. Cuando el virus llego, no solo afecto la salud de sus habitantes, también dejó al descubierto la poca preparación que tenía el país para enfrentar crisis de esta índole.   Presionados principalmente por las manifestaciones de sus habitantes. Las cosas mejoraron por un tiempo, hasta que pasaron 14 días, el virus se incubo en los cuerpos de los manifestantes que se habían aglomerado y por más planes de emergencia que implemento que ministerio de salud, 2000 personas murieron en 5 días. Todo el país entro en cuarentena total. Por los siguientes 30 días solo podías salir a de tu casa por cosas puntuales, como ir al supermercado, farmacias, hospitales o bancos. Todo con permisos que se monitoreaban para que no salieras de casa más de lo esencial. No es como si pudieras salir a pasear, todo estaba cerrado, no había conciertos, no había comercio físico, todo debía ser online. Estas medidas eran para intentar contener el virus y disminuir los contagios y muertes.   Las medidas de seguridad te mantenían a salvo, pero afecto a las personas con trabajos independientes, tiempo parcial o sin contratos. Perdían sus trabajos y después de un tiempo cuando las tarjetas de crédito ya estaban copadas no había dinero para comida, pagar las casas, autos o servicios básicos. Solo había deudas.   El gobierno actuó, pero demasiado tarde. La ayuda llego a las personas más pobres, cajas con comida y un poco de dinero extra.   Las personas de clase media fueron las más afectadas, quedaron abandonadas y sin nada. Tenían demasiado como para recibir ayuda del gobierno, pero muy poco como para mantenerse de sus pequeños ahorros por mucho tiempo. Muchos que ya tenían algunas deudas, ese mes comenzaron a ser desalojados por no poder pagar los arriendos, otros vendieron sus autos o incluso muebles y electrodomésticos para intentar aguantar un mes más en sus casas, pero la mayoría no tenía tanto que vender. Y cuando lo perdieron todo - lo cual fue más rápido de lo que uno pensaría, se vieron en la calle.   Los "nuevos pobres" comenzaron a recibir la ayuda del gobierno, fueron llevados a albergues familiares, se les daba 3 comidas al día y una pequeña subvención, que ayudaba, pero no era suficiente como para volver a sus vidas de antes o algo similar.   Habían pasado 4 meses desde el primer caso positivo de Covid 19. Y en ese corto tiempo la vida se había vuelto una lucha para sobrevivir al mes siguiente. Luchar para no perderlo todo y terminar en un albergue, luchar por tu vida.   Las autoridades de salud mundial informaron que la vacuna no estaría disponible por lo menos en 6 meses más, todo eso si las pruebas que ya se estaban haciendo eras buenas. Así es como dos jóvenes terminaron sobreviviendo juntos. Intentando no perder todo por lo que habían trabajado. Y quizá encontrarse a sí mismos... o quizá no, tal vez cuando el mundo vuelva una normalidad ellos vuelvan a ser quienes habían sido antes.