Ámbar Cuando conocí a Esteban, ya hace algunos años, bastantes para ser sincera, empezaba a trabajar con Asher. Al principio, él era muy reservado; poco hablaba conmigo, solo lo necesario y todo relacionado al trabajo. Pero el tiempo fue pasando y todo fue cambiando. Él y el chofer se habían convertido en buenos amigos. Pero cuando él dice esto, la verdad es que no sé qué sentir ni qué hacer. Lo único que siento son ganas de matarlo, así que, sin pensarlo dos veces, me acerco a él y levanto mi mano, que va a dar a su mejilla. Él voltea a verme y estoy segura de que está furioso, pero no me importa, porque a causa de lo que hicieron hace mucho tiempo, no sé qué sucedió con Elena. Mis lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas y estoy a punto de volverlo a golpear, pero él toma mis manos

