Asher Habían pasado los días demasiado rápido y, con la boda encima, los regalos secretos seguían llegando, que realmente ya no eran tan secretos, ya que empezaron a llegar a casa. Un día, Ámbar lo vio todo. Se estaba volviendo tan estresante y, por más que quería dejar de preocuparme, creo que me preocupaba aún más. **Flashback** Escuché el timbre, pero no presté atención. Después de un rato, escuché que tocaban a la puerta de mi despacho. Me había encerrado aquí para tratar de trabajar. Ahora también Sony se estaba volviendo un maldito dolor de cabeza y tendré que ponerle un alto, pues gracias a Dios tenía pruebas en contra de su esposa. Así que se lo advertí: "No sabe con quién se está metiendo". —Adelante. Cuando se abre la puerta, entra uno de los hombres que están en la puerta

