Capítulo 34. Para nada papá. Artur debe cumplir con su palabra, lo sabes muy bien. El camino hacia la mansión fue silencioso. Adaia miraba por la ventana mientras conducía, el regreso se le hizo eterno mientras estaba perdida en sus pensamientos, no sabía como enfrentar a sir Artur en cuanto llegue, es mas no sabía siquiera si él se había dado cuenta de su ausencia. Sir Artur salió a caminar luego de la conversación con Martin, necesitaba despejar su mente, aclarar sus ideas con respecto a Adaia, le estaba costando demasiado llegar a ella y eso no era bueno. Había dejado todo su mundo para estar ahí con ella, no tuvo tiempo de romper su compromiso y supo que Mary Grant se daba la gran vida anunciando su próxima boda. La mujer pensaba que como sir Artur era conocido por ser un hombre de

