Capítulo 33. Es algo que cambia todo lo que sabíamos sobre tu nacimiento
Adaia llegó hasta el lugar donde su padre y sus bebés se estaban quedando, ella parecía cansada y enferma.
-- ¿Hija estás bien? – le pregunta su padre al verla, pero intenta no preocuparlo y asiente feliz. Solo quiere abrazar a sus pequeños, los había extrañado demasiado.
Al verlos siente una presión en el pecho, esos días sin alimentarlos no le había caído bien, su padre lo nota e intenta ayudarla,
-- Hija debes intentar darles de comer – le aconseja y ella asiente, su padre la ayuda colocándola en un lugar cómodo. Los bebés son pequeños y deben estar al lado de su madre, si bien es cierto Adaia nunca podrá alimentar a los tres al mismo tiempo, uno de ellos siempre podrá recibir su leche en algún momento del día.
