Capítulo 32. Lo sabía, mi padre no era un villano En el estudio de la mansión abandonada esa tarde sir Artur comenzó a buscar entre los estantes, revisando en cada rincón, -- ¡Aquí está! – exclamó de pronto, sacando un montón de documentos antiguos de lo que parecía ser un compartimiento oculto, -- Está parece ser una carta – le dice él, sacudiendo con cuidado lo primero que ve y Adaia lo mira con desconfianza, pero no le quita el ojo al documento frente a ella, Adaia observa como el hombre abre con cuidado el sobre, algo que le llama mucho la atención es la letra con la que está escrita el sobre, pues no parecía ser una letra del todo masculina, incluso a sir Artur que conoce a la perfección la letra de su padre, también le llamó la atención encontrar aquella carta, pues sabía muy bi

