Un giro en mi cabeza

1064 Words
María se encontraba en el aeropuerto de Melbourne, lista para embarcarse en un fin de semana de escapada a Sydney. El ajetreo del aeropuerto era un contraste refrescante con la calma introspectiva que había dominado su vida en las últimas semanas. Mientras el avión despegaba, María observaba las nubes y se prometía a sí misma que este viaje sería una oportunidad para desconectar y encontrar algo de claridad. Al llegar a Sydney, María sintió la energía vibrante de la ciudad. Su primer destino fue la icónica Ópera de Sídney. La estructura, con sus velas blancas brillando al sol, la dejó sin aliento. Paseó por los jardines del Real Jardín Botánico, donde la vegetación exuberante y las vistas al puerto la llenaron de una paz momentánea. Tomó un café en una pequeña cafetería cercana, disfrutando de la vista del Harbour Bridge y dejando que el sol cálido acariciara su piel. La tarde la pasó explorando The Rocks, el barrio histórico de la ciudad. Se perdió entre las calles adoquinadas y los mercados, dejándose llevar por el encanto del pasado colonial mezclado con la modernidad. El aroma a pan recién horneado y las risas de los turistas crearon un ambiente acogedor y festivo. El segundo día, María decidió visitar Bondi Beach. El sonido de las olas y la arena suave bajo sus pies eran un bálsamo para su alma. Pasó horas caminando por la orilla, reflexionando sobre su vida y las decisiones que había tomado. La belleza natural de la costa la envolvía, y por un momento, todo parecía estar en su lugar. De vuelta en Melbourne, el lunes por la mañana, María sintió una mezcla de emociones al recordar el viaje. Decidió enviar un mensaje a Lucas. —Hola, Lucas. ¿Estás desocupado esta semana para un café? —escribió. Lucas respondió casi de inmediato, aceptando la invitación. Se encontraron en una pequeña cafetería cerca de la oficina. Lucas, otra vez reservado y algo enigmático, siempre despertando la curiosidad de María. Lucas le confesó que era un poco intermitente después de una salida y buscaba solo una amistad, ya que él tenía ciertos problemas con las relaciones amorosas. Maria no indagó demasiado, y trató de no hacer preguntas para que Lucas no se incomodara en el momento. Sentados en una mesa junto a la ventana, Lucas pidió un capuchino mientras María optaba por un té verde. Después de algunas conversaciones triviales sobre el trabajo y la vida en general, María decidió abordar el tema de las relaciones. —Lucas, no lo quería preguntar, pero ¿hace cuanto tuviste tu ultima pareja? —preguntó, tratando de sonar casual. Lucas sonrió ligeramente, un gesto que parecía contener muchas historias no contadas. —No hay problema, hace muchos años que no tengo una pareja. Las relaciones no han sido fáciles para mí —respondió con sinceridad. —Entiendo. Yo… bueno, se mantuvo unos segundos en silencio y Lucas pregunto ansiosamente “y tú?, perdón si soy entrometido”. “No pasa nada, yo también pregunté” dice Maria con una sonrisa, y bueno, recientemente terminé una relación. La distancia y algunos otros detalles fueron demasiado para nosotros —dijo María, mirando su taza de té. No quería entrar en detalles sobre Juan, pero sentía que Lucas podía ver su sentir en la mirada. Lucas observó sus movimientos, notando la forma en que sus dedos jugueteaban con el borde de la taza y cómo su mirada evitaba la suya. —Parece que fue algo difícil para ti —comentó con empatía. María asintió, agradecida por la comprensión tácita. La conversación se desvió hacia otros temas, pero ambos sentían que algo había cambiado entre ellos, una conexión más profunda se había establecido. Mientras tanto, en Chile, Juan había decidido pasar unas vacaciones en su tierra natal. Viajó acompañado de una chica que había conocido en España, una relación sin compromisos serios. Sin embargo, los amigos en común de Juan y María interpretaron su cercanía como un nuevo noviazgo. María recibió un mensaje de una amiga en común. —Hola María espero que estés bien, ¿sabías que Juan está en Chile con una chica? Parece que se lo están pasando bien —decía el mensaje. María sintió una punzada en el pecho, pero trató de no darle demasiada importancia. Sabía que no tenía derecho a sentir celos o resentimiento, pero aún así, el dolor estaba ahí. Esa noche, María reflexionó sobre su encuentro con Lucas y la noticia de Juan. Sentía una mezcla de emociones confusas. El viaje a Sydney le había dado un respiro, pero la realidad seguía siendo compleja. Se preguntaba qué le deparaba el futuro y cómo enfrentar los desafíos que se avecinaban. La semana transcurrió sin mayores sobresaltos, pero en el fondo, María sabía que debía tomar decisiones importantes sobre su vida y su carrera. La incertidumbre seguía presente, y aunque había encontrado momentos de paz, el camino por delante seguía siendo incierto. Maria sigue lidiando con sus emociones y Lucas, aunque es reservado, comienza a mostrar un interés amistoso por ella, y eso le estaba agrandando, en ese momento ella necesitaba un amigo más íntimo. Juan, por su parte, sigue adelante con su vida, complicando aún más los sentimientos de María. Está historia continúa sin ofrecer respuestas claras para María, las dificultades en conseguir un camino en su profesión, le hacía dudar si había sido una buena decisión ella comenzar esa conversación esa mañana demandando cumplir los sueños por separado, los pequeños fracasos le estaban poniendo peso a esa decisión, se sentía equivocada, es decir, si la había pasado muy bien desde que salió del país, pero eso acabo una relación con la que se veía a futuro, siempre fue muy firme cuando Juan no estaba tan convencido, igual cedió por verla feliz. La complejidad de las relaciones y las decisiones personales existen en el mundo real, pero siempre debemos ceder a nuestras parejas ? Las relaciones de pareja implican un delicado equilibrio entre la autonomía personal y las necesidades compartidas. Mantener la individualidad es esencial para evitar resentimientos y sensaciones de opresión. Si bien las relaciones saludables requieren concesiones y compromisos, ceder siempre no es sostenible ni beneficioso a largo plazo. Es esencial encontrar un equilibrio entre las necesidades personales y las de la relación. La comunicación abierta, el respeto mutuo y la negociación justa son claves para una relación exitosa y satisfactoria.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD