Traviesa

1159 Words

Y entonces... ella abre los ojos como si hubiese visto un fantasma. La boca también, tan abierta que por poco se le cae la mandíbula. Y para colmo, sonríe como si acabara de reencontrarse con el amor de su vida. Camina hacia mí con paso emocionado y, sin que pueda evitarlo, me rodea con los brazos. —¡Leonardo! ¡Aaah! ¡Has venido! —dice, emocionada, casi chillando—. ¡Qué alegría verte! Frunzo el ceño y me aparto sin contemplaciones, levantando ambas manos como si intentara espantar una paloma entusiasta. —Wao… qué tanta alegría… gracias por extrañarme, pero… no sé quién eres. ¿Cómo te llamas? Ella parpadea varias veces, confundida. Luego se ríe nerviosa. —¿Quéee? ¿No sabes quién soy? No puede ser… mírame. La observo de arriba a abajo. No con respeto, ni con educación. Con deseo. E

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD