+LEONARDO+ Estoy llegando a casa de Killian, ¡dulce hogar! Todo es familiar, ¡claro que lo es! Es un largo camino desde la ciudad, pero siempre vale la pena. Él insiste en que venga cuando quiera, que su casa es mi casa, y no lo dice por decir. Lo dice en serio. Me conoce bien. Sabe que soy un hombre errante, que ando por la vida sin ataduras, sin rumbo fijo. Pero cuando llego aquí… todo es diferente. La paz de este lugar me envuelve. Esta propiedad tiene algo, como si la tierra respirara, como si todo aquí tuviese alma. Al entrar, lo primero que siento es el olor familiar. Cuero. Madera antigua. Flores frescas en algún jarrón colocado con elegancia por Nana. Ella está allí, como siempre, de pie junto a la gran escalera. Cuando me ve, sonríe. Me conoce desde niño. Siempre me recibe con

