+KILLIAN+ Vamos en el auto. La lluvia golpea el parabrisas como si el cielo quisiera sumarse a la desgracia. Las luces de los semáforos se reflejan en el cristal empañado mientras mantengo las manos firmes sobre el volante. Mis nudillos están blancos. Aprieto con fuerza. Estoy furioso. Furioso con ella. Catalina. La miro de reojo y el fuego me recorre el pecho. Lo ha vuelto a hacer. Me ha seguido, ha irrumpido, ha gritado, ha jodido la noche de mi vida. Mi cita con mi chica estrella… con mi conejita. Con la única mujer que me ha hecho sentir algo en años. —¡Te mereces eso y más! —vocifera Catalina entre dientes, con la mandíbula tensa—. Porque no quisiste que entrara para ver a la zorra con la que estabas. Cierro los ojos un segundo. Contar hasta diez no va a servir esta vez. Nada v

