¡Un almuerzo incómodo!

1209 Words

Cuando estábamos a punto de irnos, Catalina, con esa vocecita dulce que parece sacada de un cuento, pero con intenciones más diabólicas que angelicales, nos dice: —Hermano, ¿por qué no invitamos a mis dos mentoras a almorzar? Nosotros siempre comemos solos... El tiempo se detuvo por un segundo. Lo vi a él, a Killian, ladeando la cabeza, como si estuviera decidiendo si aceptaba la sugerencia o si simplemente mandaba a todos al carajo. —¿Estás segura, Catalina? —preguntó, con esa voz baja, grave, que me provoca cosas que no puedo escribir sin sonrojarme. —Sí —dijo ella, con una sonrisa tan inocente como falsa. Lo juro, Catalina quiere jugar a las muñecas conmigo, pero no sabe que yo soy la Barbie original, la que viene con escándalos incluidos. Killian nos miró, primero a Margaret, lueg

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD