—No me lo puedo creer.— a la mañana siguiente me desperté zombie y traté de arrastrarme hasta el baño, como es natural pretendía lavarme los dientes, peinarme, etc. Pero no estaba dispuesta a dejar que nadie más me viera de unicornio, así que salí vestida con unos vaqueros apagados y una camiseta de Guns n Roses de color blanco a juego con las zapatillas y los calcetines. Vale, hasta ahí todo bien y todo correcto y yo que me alegraba. Pero según llegué al baño de chicas me di cuenta de que a todas se nos había ocurrido el mismo plan. —¡Sister!— gritó Kara desde el principio de la fila haciendo señas. Pensaba ir a saludarla y a preguntar qué recordaba de anoche, incluso tenía la esperanza de que me cediese el sitio ya que había intentado ahogarme con la almohada. —Eh, eh, eh.— dijo Sum

