Mi héroe

1260 Words
Anabel No puedo creer lo que me pasó esta mañana, solamente había escuchado de casos así en las noticias o en las advertencias de mi padre y mi abuelo, pero nunca me había pasado y menos viviendo en un edificio tan seguro. Flashback -No puedo creer que estén aquí tan temprano, no podía esperar todo esto para más tarde- eran las 6 de la mañana y yo aún no me arreglaba, ya que hace diez minutos habían llegado Susan y Cristian a mi casa, ya que teníamos que arreglar unos problemas de una sesión de fotos para una marca deportiva, una modelo había tenido un percance y no iba a poder participar y la sesión era hoy, entonces teníamos que buscar remplazo, además algunos equipos no estaban en las bodegas y teníamos que saber quién los tenía o conseguir otros. -Perdonanos Ana pero esto es muy urgente, además nos avisaron hoy en la mañana.- Susan seguía revisando la lista de candidatas ya que se tenían que modelar trajes de baño y varias modelos se negaban. - Además tienes que autorizar los cambios, pero para compensar el venir tan temprano te trajimos el desayuno. - Cristian me sonrió muy apenado, pero era cierto que habían llegado con una charola de hot cakes con miel maple y algo de fruta con yogurt. -Estas bien, llamemos a las modelos y tú Cristian te encargas del equipo- me dispuse a empezar a trabajar cuando tocaron la puerta, así que fui a abrir. En cuanto cabro frente a mí estaban parados dos sujetos bastante fornidos con pasamontañas, me quedé estática en la puerta, entre en shock no podía ni gritar. Entonces uno de ellos se me acercó y me tomo por el brazo, detrás de mí escuché un grito y fue cómo reaccione, trate de jalar y safarme de su agarre, por mis mejillas empezaron a rodar lágrimas de desesperación, en eso sentí como alguien me jalo dentro del departamento y luego pasó junto a mi, era Cristian que traía en la mano un atizador de fuego, después de eso no se realmente que pasó solo vi muchas formas borrosas que se entrelazan y se movían muy rápido y después escuché unas sirenas poco antes de desmayarme. Fin del flashback Por lo que me contaron Susan y Cristian, después de que Cristian hiriera a unos de los secuestradores ellos huyeron en un automóvil n***o sin placas, y llegó la policía y los paramédicos al departamento, Cristian me cargo hasta el sofá de la sala y tarde en reaccionar como quince o veinte minutos. Aún seguía bastante espantada por lo sucedido, los policías no dejaban de hacerme preguntas pero no sabía ni que decir todo fue muy rápido, Susan llamo a mi padre para informarle lo sucedido, después de que gritara como loco ya que estaba furioso me dijo que él se encargaría de que encontrarán a los culpables, los paramédicos me ofrecieron llevarme al hospital para una revisión, pero yo me negué no pensaba pasar todo el día en el hospital, solamente me desmaye por el impacto, solo eso. No sé cómo le hizo Cristian pero logró que la policía se fuera, solo tenía que ir a dar mi declaración hoy por la tarde, también se encargó de comunicarle a Alfred lo sucedido y que hoy, para mí comodidad y tranquilidad, haríamos home office. Cristian Después de que la policía se fue, llegó Jorge ya que Susan le había marcado porque seguía un poco alterada. -Amigo que bueno que estabas aquí, no sé qué hubiera hecho yo si algo le pasaba a Susan- Jorge y yo estábamos preparando algo para las chicas que estaban en la sala. -Yo tampoco sé qué pasó realmente, solo actúe por impulso, al ver que jalaban a Ana, el coraje y el miedo me cegaron- al momento que los paramédicos me revisaron mi ritmo cardíaco estaba muy elevado, y yo aún tenía una gran cantidad de adrenalina en mi sistema. -De todas formas otra vez muchas gracias por salvar al amor de mi vida. -Vaya que si la amas. -La amo tanto, la próxima semana conocerá a mi mamá, le conté ayer como me dijiste y no le pareció raro, al contrario me dijo que es lo que esperaba de nuestra relación, yo supuse que pensaría que íbamos muy rápido pero al parecer bis pensamos que encontramos a nuestra alma gemela.- Jorge hablaba con emoción, se veía realmente enamorado a pesar del poco tiempo que llevaban de juntos. -Me alegro mucho por ti, yo tenía algo planeado para hoy pero con todo esto yo creo que lo pospondre un poco más. - decidimos ir con las chicas y después de una hora Jorge acompaño a Susan a su casa, ya que se quedaría todo el días hasta mañana con ella. Trate de calmar Ana pero aún se encontraba muy intranquila así que llame a su doctor y me recomendó que le diera un calmante para que descansará aunque fuera unas horas, después de dárselo se quedó dormida en el sofá así que la tomé entre mis brazos y la lleve cargando hasta su recámara, la coloque suavemente en la cama, le retire los zapatos y la tape con una manta, baje al primer piso a tratar de escombrar un poco, entre los papeles botados en la mesa, los trastes sucios, la comida de la mañana que se quedó servida en la barra, y algunas cosas que se rompieron cuánto me enfrente a los secuestradores, el lugar era un desastre y no quería que Ana se estresar aún más, estaba muy entretenido limpiando hasta que escuche un grito que venía del piso superior, acarre un cuchillo de la cocina y subí corriendo, el grito provino de la habitación de Anabel, así que abrí la puerta de par en par con el cuchillo por delante, lo único que vi fue a una temblorosa Ana que había despertado sola en su cama. -¿Te encuentras bien?- coloque el cuchillo en el tocador y me senté en la orilla de la cama -Pensé que me habías dejado sola, me espante mucho- se abalanzó a mis brazos, yo solo la rodee y deslice muy suavemente mi mano por su cabeza -Nunca te dejaría sola, solamente estaba escombrando el piso de abajo, todo está tirado. - levantó su rostro para mirarme y pude notar sus ojos un poco cristalinos -No me dejes, tu eres mi héroe, contigo me siento a salvo. -Yo siempre estaré para ti, no sabes cómo me sentí cuando vi que trataban de llevarte, por mi cabeza pasaron miles de escenarios diferentes, sentí que te perdía y no podía permitir eso, no se que hubiera sido de mi sin ti.- Ana empezó a llorar pero por la gran sonrisa en su rostro esas lágrimas eran de felicidad. -Muchas gracias por estar aquí para mí- se acercó a mi rostro y depositó un dulce beso en mis labios, en cuanto se quiso separar la jale hacia mi para intensificar el beso, sentía una gran necesidad de tenerla conmigo, el beso me sabía a gloria mezclado con sal por las lágrimas en su rostro, cuando nos separamos ella estaba completamente colorada. -Creo que deberíamos de comer algo, ya no pudimos ni desayunar.- se levantó rápidamente de la cama y se encaminó hacia la puerta, me paré detrás de ella y tome su mano para bajar las escaleras entrelazados de las manos, llegando a la cocina la ayude a sentarse en un taburete en la barra en lo que yo preparaba algo para los dos
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