Roses, venganza de familia

Urgencias

Cristian

Esto de estar en la sala de espera no era nada divertido, después de que la encontré tirada en la regadera la lleve a su cama y llame de inmediato a una ambulancia la cual nos llevó directo al Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, se notaba desde la puerta que era un lugar muy caro pero era obvio que ella y toda su familia se atendían aquí, ya que el director del lugar era amigo íntimo del papá de Ana.

En cuanto llegamos al hospital me encargue de avisarle a Susan para que avisara a la familia, lo cual supongo que hizo en cuanto colgué porque en menos de 1 hora llego su papá preguntando por ella.

-Ella llegó hace más de una hora, siguen haciendole estudios, si gusta esperar.- le dijo la enfermera señalando la sala donde yo estaba.

-Gracias, me podría decir quién la trajo, por favor.- preguntó el señor Joshep

- Si claro, el joven de traje que se encuentra en la sala de espera fue quien llamo a la ambulancia y llegó con ella.

Vi como el señor Joshep se acercaba a la sala de espera sin despegar su mirada de mi. Se sentó en una silla frente a dónde yo me encontraba sentado y se dispuso a realizar algunas llamadas, la verdad no preste importancia a las llamadas, yo estaba más preocupado por Ana, aún no salían a decir nada sobre ella.

Entro un doctor a la sala de espera y se acercó a mi con unos papeles en las manos.

-Joven ya no tiene porqué preocuparse, su novia, la señorita Roses, se encuentra estable en un momento podrá pasar a verla.- no entendía porque el doctor creía que Ana era mi novia pero no tardó mucho su padre en dejar su llamada y girar a mirarme fijamente.

-¿Usted está saliendo con mi hija? ¿Desde cuándo? ¿Porque Ana no me dijo nada?- el señor Joshep me bombardeo con preguntas las cuales yo no tenía como responder porque la verdad no sabía cómo había llegado a este punto.

Me estaba empezando a poner muy nervioso, como explicarlo todo, aunque no había hecho nada malo pero si el papá de Ana empezaba a odiarme iba a ser muy complicado acercarme a ella. Estaba por empezar a explicar todo cuando una enfermera dijo que Anabel solicitaba verme, eso hizo que el señor se confundiera aún más y aproveché para salir de la situación. Me dirigí al cuarto de Ana y toque la puerta un suave voz me dejó pasar, a pesar de estar en una bata de hospital y con algunos cables conectados a ella, ella seguía luciendo hermosa.

Anabel

No se cómo pude ser tan torpe, hoy me pasó de todo y enfrente de Cristian, que va a pensar de mi, que vergüenza. Estaba ya harta de tantos estudios, pero los mando el director del lugar, al ser amigo de mi padre era obvio que los mandaría, ya que no quiere tener problemas como por ejemplo que me dé de alta y tenga una contusión o algo así.

Yo le pedí a Cristian que no llamara a una ambulancia pero cuando menos me di cuenta ya estaba llegando la ambulancia por nosotros y me estaba trayendo aquí, no luche mucho contra la situación porque vi en el rostro de Cristian algo que hasta el momento no había visto, angustia y preocupación genuina, creo que el realmente me aprecia y no quería que el se sintiera mal.

Salí de mis pensamientos cuando escuché que alguien tocó la puerta.

-Pase - pude ver a Cristian asomarse por atrás de la puerta.- hola Cristian, ¿cómo estás? - que tonta pero si yo fui quien me caí.

-Hola, eso debería de preguntar yo, ¿te encuentras bien? ¿Que dijo el doctor? ¿Tendrás que quedarte aquí? - lo volví a ver con esa cara de angustia que sentía que se me encongia el corazón.

-Estoy bien, solo hicieron esos estudios por precaución, más que nada para no tener problemas con mi familia, pero yo estoy bien. Espero que me dejen ir hoy por la tarde. - le dije con una sonrisa para tratar de calmarlo un poco, supongo que mis palabras funcionaron porque relajo un poco su rostro aunque de repente volvió a hacer una cara de preocupación.

-No sé cómo decir esto pero debo decírtelo yo- ahora yo era la preocupada. - Le llame a Susan para decirle que te traje al hospital y ella hablo con tu padre, el cuál llegó hace unos minutos.

- No le debieron de haber dicho nada a mi papá, se va a preocupar bastante, además de regalarme por no haberle dicho yo.

- Eso no es la peor parte- se sentó en la silla a lado de mi cama- cuando el doctor salió a decir que ya estabas bien y que terminaron las pruebas, me lo dijo a mi ya que creyó que yo era tu novio y tu papá escucho todo, empezó a bombardearme con preguntas pero salió la enfermera a decirme que querías verme y la verdad me escape.

Estaba en shock, realmente estaba muy preocupada por mi al grado que en el hospital creyeron que era mi novio, puede que tenga bastante oportunidad de que eso se haga realidad, pero por otro lado mi padre debe de estar furioso por qué creerá que yo no le dije nada de mi relación.

-No se que voy a hacer, que le diré, seguramente está muy confundido.

-Tranquila, le diremos la verdad que solo trabajo para ti y que estaba en tu casa en la mañana y por eso te traje. - supuse que era buena idea pero luego me puse a pensar en el escenario.

- No creo que sea lo más conveniente, no creo que le agrade que tú, que trabajas conmigo estuviera en mi casa muy temprano por la mañana y que me trajeras al hospital porque me resbale en la regadera de la cuál me sacaste cargando solamente con una toalla puesta. Creo que eso le desagradara al punto de correrte.

-Puede que tengas razón, no lo había pensado bien, ¿entonces que le diremos?

-Tu no te preocupes, yo me encargo de la situación, deberías mejor irte un rato a la oficina para ver si no se necesita nada y ya mañana nos veremos.

- Como tú gustes, entonces me retiro, espero que mañana ya nos veamos en la oficina- se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, yo de inmediato me sonroje, después de eso se fue y no tardó ni cinco minutos en entrar mi padre a la habitación.