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1166 Words
Harby Romanov... Estoy en Rumania junto a mi jefe, Donato Santoni cerrando un nuevo negocio por un cargamento de armas, pero justo ahora estamos en una joyería del mercado n***o. Observo como el vendedor le enseña a Donato un hermoso collar. Es una pieza única. El collar es de diamantes, esmeraldas y zafiros. Pero se me hace muy extraño y que hasta donde sé, los Santoni no tiene una mujer a quien dárselo. Al terminar la compra, me entrega el portafolio donde ve el costoso y hermoso collar. Mientras nos dirigíamos al auto que nos llevar hasta el aeropuerto. Cuando ya estamos en el avión, me siento muy cerca de Donato mientras reviso que todo esté listo para nuestra llegada. -              En dos semanas, te quedarás frente de la organización ya que Guido y yo saldremos de viaje – dice y yo asiento. Es algo que hacen muy a menudo, aunque para mi es desconocido hacia donde viajan ya que durante ese tiempo es un completo misterio donde se encuentran. Pero no es algo que en realidad me importe, yo solo hago mi trabajo. Sé que, para Donato, hay dos personas que fueron muy importantes en sus vidas. Su esposa Fiorella y su hija Bianca las cuales murieron cuando la última tenía un año. Nunca pregunto, me dedico solo a mi trabajo ya que es lo único que tengo en la vida. Hace tres años, unos hombres mataron a mi familia de forma horrible solo porque mi padre les debía dinero. Esa noche estaba mi esposa de visita.  junto a mis padres y hermana fueron asesinados. Yo fui quien los encontró y al verlos mi corazón se llenó de auténtico odio y sed de venganza. Durante meses busqué hasta que di con los asesinos a los cuales maté con mis propias manos. Uno de aquellos hombres era un enemigo de los Santoni y cuando se enteraron me ofrecieron trabajar para ellos y como no tenía nada que perder, acepte. -              Estamos por aterrizar – nos informa la azafata. Guardo el computador y me alisto para nuestra llegada. Cuando aterrizamos ya es de noche, aunque no está tarde. Bajamos del avión y guio al señor Donato hasta la camioneta blindada que espera por él. Nos subimos y ordenó que nos sigan muy de cerca y atentos. El transcurso es tranquilo, organice todo para que llegáramos dos horas antes de lo planeado, eso hace que todo esté muy tranquilo. Al llegar a la casa, noto que Guido se encuentra en casa al ver su Lamborghini favorito en la entrada. -              Quiero que guardes el collar en el cuarto de seguridad – ordena Donato. -              Por supuesto Señor – digo bajando de la camioneta, para acompañarlo a la entrada de la casa. Cuando entra suena mi teléfono, se trata de un empresario que quiere hablar con Donato, así que rápidamente voy a guardar el collar para ir en busca del señor Santoni. Luego de guardar el collar, voy hasta el salón de la casa donde encuentro a Guido sentado mientras Donato abraza a una mujer. -    Disculpe señor – digo observando su espalda, pero puedo notar unos hermosos tacones blancos– hay alguien que quiere hablar con usted. -    Ahora no Harby – responde él bruscamente mientras se vuelve un poco a verme y es cuando la veo. La mujer a quien abraza Donato es hermosa, tiene cabello castaño, hermosos ojos cafés, un rostro muy hermoso. -          Papá no te preocupes – dice ella sorprendiéndome ¿papá? – solo no tardes para que cenemos juntos. – su tono de voz es de auténtica ternura. -    Así será hermosa – responde Donato besando la cíen de la chica – por cierto, hija, él es Harby Romanov, nuestro hombre de confianza. – me presenta y ella fija sus hermosos ojos en mi - Harby, ella es mi hija. Chiara Santoni. - un gusto señorita – digo observándola, es realmente hermosa. - Vamos – dice Donato mientras salimos del salón. Pero observo una vez más a la hermosa chica que abraza a Guido, por un momento siento celos y envidia. Pero sacudo la cabeza porque eso es una estupidez. Informó a Donato sobre la llamada y él rápidamente soluciona el problema para después colgar y verme. Por su expresión sé que lo que va a decirme es delicado. -              Quiero advertirte – dice amenazante – esa chica que está allí dentro – señala al salón – es lo más importante en mi vida, es mi secreto mejor guardado, la protejo más que nada en el mundo y quiero que por tu bien siga siendo un secreto. -              Por supuesto señor – respondo, aunque en este momento siento muchísima curiosidad por saber qué pasa con la chica - ¿puedo hacer una pregunta? – él asiente con la cabeza - ¿en realidad es su hija? -              Chiara es lo que más amo en el mundo – responde dejándome más confundido, pero es algo que averiguaré después. Lo veo volver al salón y decido seguirlo porque me siento ansioso de volver a verla. Me quedo a la sombra y me sorprendo de ver la escena frente a mí. Dos hombres que consideró letales y despiadados, ahora son sólo ternura y cariño hacia la hermosa chica junto a ellos. Observo como la observan y me siento molesto. Pero decido marcharme ya que me encuentro cansado por el viaje.   Al día siguiente me levanto como todos los días para hacer ejercicio, me visto con ropa de deporte y camino por la casa hasta el gimnasio, pero cuando estoy por llegar observo a través de una de las ventanas que dan al jardín y es cuando la veo. Envuelta en una manta y descalza camina lentamente por el hermoso jardín que a esta hora lo cubre una pequeña niebla. Trato de seguir mi camino, pero simplemente no puedo, mis ojos se niegan a dejar de observarla. Parece pensativa mientras camina. Reanudó mi camino, pero en lugar de ir hacia el gimnasio, salgo de la casa rumbo hacia ella. -              No es conveniente que usted se encuentre aquí, sola – digo, aunque sé que es mentira por qué hay hombres cuidando la casa. Ella se vuelve a verme con sus increíbles ojos que me quitan la respiración un instante. -              Eso es mentira – responde y yo me quedo hipnotizado viéndola. Tiene el cabello recogido en una coleta alta y no tiene maquillaje. – sé que la casa es custodiada veinticuatro horas al día. -              Si eso verdad – respondo caminado junto a ella – pero no es conveniente que la hija del Jefe vague sola en una casa llena de hombres – la sola idea de que alguien pueda hacerle daño me enfurece, pero ella me regala una deslumbrante sonrisa que hace que quiera golpearme por ser tan estúpido. -              ¿quieres confirmar que sea verdad que soy hija de Donato Santoni? – ni por un instante se me pasó por la mente.  – dicen qué hay que creer en algo y yo no voy a desgastarme tratando de explicarlo. – sin más se da la vuelta para volver a la casa dejándome perplejo. ¿que acaba de pasar?
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