**AMELIA** Leonor extendía sus manitas, intentando tocarlo, feliz, como si algo en él le resultara familiar. Y Grayson… Grayson no se apartó. No corrigió al niño. No intentó poner distancia. Por el contrario, lo vi inclinarse hacia ellos, lo vi observarlos con una mezcla de sorpresa y fascinación, como si estuviera descubriendo algo que, de alguna manera imposible, parecía pertenecerle. Mi boca se abrió para detenerlos. Para interrumpir este momento antes de que se volviera aún más difícil de manejar. Pero no pude hacerlo. Porque, por un instante, me encontré observándolo también. Mirando cómo sus manos se posaban suavemente sobre Ronan. Cómo su mirada se detenía en Leonor, evaluándola con curiosidad, con desconcierto. ¡Cómo la ternura, por un breve segundo, suavizaba sus rasgos! No e

