CAPITULO 3

1965 Words
—¿Te encuentras bien cariño? —Anna preguntó apenas vio entrar a su nieta al comedor, llevaba unos lentes de sol puestos algo raro en ella —Si abuela, no te preocupes, es solo una ligera irritación en los ojos, creó que estoy exagerando frente al computador —se sentó en la mesa, odiándose por mentirle a su abuela, pero no podía decirle las razones, no se sentía preparada, sabía que tenía que hacerlo, era cuestión de días para que su embarazo empezará a notarse. —Cuídate cariño, si tú te enfermas quien cuidara de nosotros —sonrió mientras acaricio la mano de su abuela —No te preocupes Nonna querida, voy a cuidarme tan bien que no volverás a tener quejas de mí —prometió, tendría que cuidarse por dos a partir de ahora, trabajaría lo necesario y comería a sus horas, debía cuidar al pequeño que crecía en su interior. —Estaré feliz si cumples con tu palabra —sonrió, sabía que le estaba mintiendo, no había querido ser inoportuna, pero había escuchado su llanto en algún momento de la noche, fue tan desgarrador que sufrió con ella en silencio. —Despídeme del abuelo —Anabella besó la frente de su abuela y salió a enfrentar un nuevo día, había estado pensando en la propuesta de Salvatore y no era posible venderle las acciones, sería perder el control sobre la compañía que casi le había costado la vida a su abuelo. Así que empezó a buscar una manera de poder resolver el asunto de su tío fallecido de una vez y por todas. ⧓⧓⧓ —Hola cariño —Alejandro levanto la ceja ante la manera en que Sandra lo llamó —Hola Sandra —continuaba tratando de recordar lo ocurrido entre ellos, sin embargo su mente estaba en blanco, logrando únicamente frustrarse ante todo lo que estaba pasando, había intentado llamar a Ana dos días después, necesitaba saber de ella, era tonto, sabía que solo podía ocasionarle daño, sin embargo ella nunca respondió la llamada. —Sólo quería asegurarme que todo esté listo, ¿tienes todo? —asintió resignado mañana se casaría y no con la mujer que amaba. —No te preocupes todo esta listo, ahora si me disculpas tengo que trabajar —no quería ser grosero, pero sus mal humor era muy notorio —Es una lástima que no podamos  casarnos por la Iglesia, a mis padres les habría gustado —al parecer no había entendido la palabra “Estoy ocupado” o simplemente no le importo —He sido claro contigo Sandra, nuestro matrimonio no es por amor, es por la responsabilidad que tengo con  mi hijo nada más, por favor no confundas las cosas —era duro pero era mejor así —No tienes que ser tan duro y cerrado, podemos intentarlo Alex, por el bien de nuestro hijo —pidió, aunque por dentro estaba furiosa, sonrió de manera comprensible —Lo siento, sólo estoy siendo sincero contigo, ni siquiera recuerdo lo que paso entre nosotros esa noche, no puedes culparme —Te espero en el altar —salió hecha una furia, la culpa era de Anabella de Rossi, esa maldita mujer ni estando lejos dejaba de ser un fastidio, Alex, la había llamado todo el tiempo, apretó su bolso tratando de relajarse. Ella sería la esposa a partir de mañana y esa mujer no tendría nada que hacer, sonrió con maldad. ⧓⧓⧓ —Nonna, ¿Qué haces aquí? —no tuvo tiempo de cubrirse los ojos rojos y ligeramente hinchados, llevaba días tratando de olvidar el sentimiento de traición que se había instalado en su corazón, tratando que el resentimiento no se adueñara de ella. Era parte italiana, la sed de revancha corría por sus venas, mientras trataba de frenarla. —Hay cosas que no puedo mencionar con tu abuelo presente querida, pero mejor que sepas cariño que no nací ayer, sé que algo sucede contigo. Me gustaría que fueras sincera conmigo —bajo el rostro no tenía cara para ver a su abuela a los ojos, ¿Cómo iba a explicar su situación? —Yo… —Levanta el rostro Ana, sea lo que sea no te avergüences ni bajes la cabeza ante nadie — tomó asiento en uno de los sofás largos de la oficina que en un tiempo atrás había sido ocupado por su marido y más tarde por Matteo su único hijo, ahora le hacía feliz ver a la pequeña Anabella al frente de los negocios de la familia, aunque la carga que habían dejado sobre sus hombros era muy pesada, el negocioso atravesaba una difícil prueba, pagando acreedores y un sinfín de situaciones que de nada valdría mencionar. A estas alturas lamentarse no les ayudaría a resolver las cosas. —¿Y bien? —Anabella suspiró, se levantó de su silla y camino hasta sentarse frente a su abuela, en la alfombra de la oficina. —Realmente no sé cómo decírtelo Nonna, esto es muy difícil para mí —sus ojos se llenaron de lágrimas, está muy sensible —Sólo dilo amor, sabes que estoy para ti —le dio la confianza que necesitaba —Me enamore de Alejandro Santoro, antes de que el abuelo enfermara, teníamos una relación secreta, sabes que papá difícilmente me dejaría tener novio, —la abuela sonrió con pesar —Anabella… —Estoy embarazada Nonna, estoy esperando un hijo suyo —Anna sonrió, si la situación  no lo ameritaba, pero ella se sentía feliz ante la noticia. —Eso es maravilloso hija, sé que te afliges por tu padre, pero él sabrá entender, sobre todo si Alex te ama —Anabella rompió en llanto desconsolado negando —No me ama Nonna, no me ama, va a casarse con otra  mujer mañana, él no me ama Fue sostenida con amor en las piernas de Anna, no podía creer esto, ¿era por eso que ella sufría todas las noches? —¿Cariño, les has dicho lo del bebe? —preguntó con ternura —No, no puede decirle, el día que iba a darle la noticia, me dijo que se casaría con otra, que era mejor así, que tal él no era el hombre para mí —no recordaba bien la conversación porque sólo deseaba borrarla de su mente. —Búscalo Anabella, dile sobre el niño, él tiene derecho a saber y tú tienes derecho a que te explique cara a cara sus motivos para dejarte —el rostro de Anna cambio de sonriente a serio.  —Yo, no quiero decirle Nonna, no quiero retenerlo por causa de mi bebe, puedo entender si no me ama, no quiero forzarlo —Ana miro los hermosos ojos de su abuela, tan llenos de pasado y experiencia —No le digas sobre él bebe entonces, pero buscarlo y pregúntale cara a cara si te ama o no… ⧓⧓⧓ —No puedo entender a Alejandro, casarse tan rápido, ni siquiera sabía de su relación —Bella, tenía el corazón apretado sabía que su hija tenía sentimientos por Alex, incluso llego a pensar que era correspondida, con esta boda quedaba claro que no, no se había atrevido a contarle nada era mejor así, mientras ella estuviera lejos no tendría por qué sufrir —Supongo que llevaron su relación de manera discreta, en  todo caso, Alessandro y Verónica tampoco están complacidos, pero respetan la decisión de su hijo —Matteo, estaba feliz de saber que Anabella estaría soltera unos años más. —No he podido hablar con Verónica, pero imagino que no está nada feliz con esta decisión tan repentina, no lo estaría si Fabricio me saliera con esta decisión de la noche a la mañana —espetó molesta —Fabricio sólo tiene quince años por Dio cara, no exageres. ¿Estás lista? —cambio el tema no quería discutir con su esposa. —Claro que lo estoy —salieron de la Finca, para dirigirse al salón de eventos den Ciudad Vieja a quince minutos en automóvil. ⧓⧓⧓ Anabella  se mordió el labio, había llamado a Victoria, para saber la hora y el lugar de la boda, esperaba llegar antes para hablar con Alejandro, pero su vuelo se había retrasado, se lamentaba no haber encontrado un vuelo directo, las escalas solían ser muy tardadas pero era lo único que había encontrado. —Podría ir un poco más de prisa señor por favor —no era amante de la velocidad, pero en esta ocasión pidió al chófer de taxi ir más rápido, su corazón martillaba con fuerza, nervios y medio recorrieron su cuerpo, la sensación era aterradora con cada kilómetro que el taxi recorría se sentía mucho más lejos de lo que alguna vez se pudo haber sentido. Pago el servicio de taxi como a cien metros del lugar, apenas el taxista estacionó salió tan rápido como pudo, necesitaba verlo antes, rogaba por haber llegado a tiempo. ⧓⧓⧓ Sonrió por enésima vez, estaba cansado de fingir ser feliz, había firmado el acta de matrimonio hace menos de cinco minutos y se sentía como si fuera años, sonrió ante la broma de su hermanos Matías y Victoria, había salido al jardín necesitaba un poco d aire y justo se había encontrado con este par. —Ha llegado —Victoria ignoraba la situación sonrió cuando vio llegar a su mejor amiga —¿Quién? —Alejandro se giró para quedar frente a frente a Anabella —Supongo que he llegado tarde —su garganta se apretó Sus miradas chocaron, había dolor en ambos un dolor que no podía ni siquiera describir, Ana miró a todos lados, esperando que sus padres no se dieran cuenta de su presencia. —Sólo por unos minutos se ha casado ya —Victoria, no se fijó en la mirada de su amiga —Matías, Victoria. podría dejarnos a solas —Alex sentía que la garganta se le cerraba, no podía creer que Ana estuviera parada frente a él. —Ana —Felicidades, lamento llegar tarde —quería gritar,  maldecirlo, pero no podía, no le daría el placer de verla destruida, su corazón se volvió poco a poco de piedra. —Ana yo… lo siento —deseaba gritar que la amaba, tirarse sobre sus rodillas y pedirle perdón, pero no podía hacer tal cosa —La elegiste libremente, ha sido tu amiga y hoy la has convertido en tu esposa, no puedo hacer nada, has elegido apartarme de tu vida y tengo que aceptarlo. Adiós Alex —se giró para que no pudiera ver sus lágrimas correr, no debió hacer caso de los concejos de su abuela, no debió volver, la mano firme sobre su vientre, volvería a Italia llevándose su secreto con ella… Moría por correr tras ella, deseaba aferrarla entre sus brazos pero no podía, mucho menos ahora, que estaba casado, se giró para volver al salón donde los invitados esperaban por el baile. Desvió su camino para poder serenarse. ⧓⧓⧓ —No puedo creerlo, me das miedo Sandra —la joven sonrió —Te   lo dije, Alejandro tenía que ser mío únicamente mío —se arregló el velo viéndose al espejo, era el día más importante de su vida, aunque no había logrado que Alex se comprometieran con ella casándose por la iglesia. —Realmente lo dude amiga, no volveré a hacerlo —delineo los labios de su mejor amiga para retocar el maquillaje antes del baile —Fue más fácil de lo que pensé a decir verdad —confeso —Casarte con él sí, sabes bien que no te acostaste con él, ¿Qué harás para que no descubra que no estás embarazada? —Acostarme con él, es nuestra  noche de bodas, tengo que embarazarme hoy —sonrió hasta que volvió su mirada al espejo —Alejandro —susurro mientras su rostro cambiaba de color…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD