Me había puesto el vestido que él eligió de color blanco, con escote en la espalda y también en la parte de adelante. Tiene dos franjas en los costados del abdomen, dejando ver casi toda mi piel. Además, es largo hasta los pies y tiene un tajo enorme en el lateral, dejando mi pierna al descubierto." — 'Preciosa', comentó él. Yo lo observé. Era la primera vez que me decía un halago. Ahora tenía la boca sorprendida, pero no dije nada, avergonzada. Sonreí y pronto ingresamos al vehículo. De vez en cuando siento sus ojos sobre mí, pero no hago nada. Simplemente estoy sentada en forma recta, intentando ignorar las sensaciones que él produce cada vez que me mira. '¿Puedes dejar de mirarme?', reclamo. Me mira con ironía, él dice: 'No te estaba mirando', desviando la vista hacia otro lado. '

