Capítulo 3
1172 Words
Miro a la castaña que sostiene dos vestidos cortos colgados en ganchos.
-Me niego a ir contigo- digo cruzándome de brazos.
- Solo un trago, Emma. Lo necesitamos- ruega Sharon.
Suspiro desviando la mirada.
Hoy tuve una entrevista y no salió como esperaba.
Y ella está celosa ya que vio a Erick con otra mujer en una cafetería esta tarde.
El pobre hombre no a parado de llamarle y dejar mensajes pues esta estúpida le lanzó su batido de chocolate encima. Luego se fue a toda velocidad jalándome del brazo sin dejar que él se explicara.
- Bien, pero con la condición de que hables con Erick y lo invites a ir a beber con nosotras- le extiendo mi mano con el telefono listo para llamar.
Rueda los ojos fastidiada y lo toma de mala gana. Se aleja pegando el aparato a su oreja.
Sonrío.
*****
- ¿No crees que esto me haga ver gorda?- dice estirando la falda de su vestido el cual le queda a medio muslo. Es estallado a su curvilíneo cuerpo y de color vino resaltando su piel oliva.
Su cabello castaño con destellos rubio lo lleva alzado en una coleta alta para dejar ver el escote de su espalda y su tatuaje de fases de la luna.
- Luces preciosa, Sharon. Ese cuerpazo merece ser visto- menciono terminando de ponerme el pendiente largo.
- Bien. Pero si alguien trata de meter su mano en mi trasero, le acabaré mi tacón en la cabeza- amenaza con una sonrisa malvada.
Sé que habla en serio.
- Claro, claro. Yo te ayudaré a esconder la evidencia- bromeo.
- Oye, no es justo- la veo fruncir el ceño y tomar pose de jarra.
- ¿Qué cosa?
- Estás irreconocible. Nadie sabrá que eras la misma Emma de siempre- me sonrojo.
Me miro al espejo y tiene razón.
Estoy usando un vestido entallado a mi delgado pero proporcionado cuerpo, y además estoy usando maquillaje. Sin contar que llevo el cabello suelto en ondas.
*****
Llegamos al club tras unos 40 minutos.
Entramos y nos dirigimos a una de las mesas libres.
Tiene luces neón que bailan al ritmo de la pista del DJ. Un segundo piso tipo balcón al rededor.
Algunas bailarinas en unas tarinas con tubo y maseros con delantal sin camisa debajo.
Esto si que me llama la atención.
Erick llegará tarde pues aun estaba trabajando.
- Esta noche olvidate de todo. ¡Vamos a beber hasta amanecer!- grita antes de beber su shot de tequila que amablemente uno de esos sexys meseros nos trajo.
Sonrío antes de beber también el tequila.
Quema pero no importa.
- Bailemos, preciosa- me agarra de la mano y me lleva a la pista.
La verdad es que no se bailar pero me vale. La toma de la mano y comenzamos a bailar.
Luego de un rato el alcohol se me a subido y decidimos sentarnos de nuevo.
- ¿Piensas darle una oportunidad a Erick de explicar las cosas?
- No, pienso hacerlo rogar de nuevo- se encoje de hombros.
- Pero...
- Escucha, Emma. No pienso estar en una relación donde tenga que dudar hasta de la escoba. Erick es bueno y se preocupa por nosotras pero es demasiado amable con las personas. Eso llega a confundir a las mujeres a su alrededor. Debe aprender a ser menos noble con los demás- suspiro.
Tiene razón. Al principio creí que estaba interesado en mí con toda esa amabilidad pero en realidad así es él.
Sonríe y se preocupa por todos.
- Y por qué no se lo dices. Es algo así como tu pareja. Debes hablarlo con él.
- ¿Quieres olvidar el tema? Esta noche quiero beber y olvidarme de él- menciona irritada.
- Lo siento- digo apenada-. Oye pero dudo que puedas olvidarte de él- señalo a su espalda y voltea como muñeca poseída para ver al guapo hombre.
- Lamento llegar tarde- la mira y sonríe.
Erick es un hombre guapo y atractivo. Tiene un cuerpo atlético, piel clara, ojos oscuros y cabello rubio oscuro.
- Descuida, apenas estamos entrando en ambiente- respondo al ver que Sharon está bloqueada.
- Ire por otras bebidas- menciona al ver nuestras copas vacías.
- Yo iré, puedes quedarte con Sharon- le guiño un ojo y sonríe.
Lo veo tomar asiento a su lado.
Pido las bebidas en la barra y trato de hacer tiempo.
De regreso a la mesa, un imbécil me empuja y hace que derrame parte del liquido en mi vestido.
- Joder, deberías fijarte por donde caminas, idiota- grito mientras trato de limpiar el desastre que él ocasionó
- La que debería fijarse es otra- responde la voz a mis espaldas.
Mi furia crece al escuchar su voz arrogante.
Dejo de limpiar mi vestido y giro a verlo para enfrentarlo.
Pero maldita sea.
El idiota es... ¡Guapísimo!
Su cabello n***o está peinado ligeramente, su mirada es intimidante. Tiene una nariz recta y perfecta al igual que esos labios gruesos y carnosos.
Es alto y su escultural cuerpo lo hace ver como una escultura griega enfundado en un costoso traje oscuro.
No tiene ni 30 años. De eso estoy segura.
Sin embargo, este hombre tan atractivo es un completo idiota arrogante.
- Yo...- aclaro mi garganta-. Deberías pedir disculpas- menciono seria al salir de mi aturdimiento.
- Fuiste tú quien se atravesó en mi camino- responde arrogante.
Abro la boca asombrada ante su cinismo.
- Idiota- musita molesta antes de alejarme para ir a la mesa con los chicos.
- ¿Pasó algo?- cuestiona Sharon al verme.
Estoy por explicar cuando escucho a alguien hablar.
- ¿Podemos hablar?- su gruesa voz me deja muda pero rápido recupero la conciencia.
- ¡Qué quieres! ¡¿Lanzarme otra bebida encima?!- exclamo molesta.
- Disculparme- responde con seriedad.
- ¿Eh?- digo atonita.
- Oh, acabo de recordar que debo ir... ¡Al super!- exclama Sharon y se pone de pie rápidamente jalando a Erick con ella-. Adios, Emma.
Sin poder oponerme, salen corriendo del lugar.
- Cobardes- musito-. No tenemos nada que hablar. Solo basta con tu disculpa. Y ya que lo haz hecho...
- No me he disculpado. Solo dije que queria hacerlo- interrumpe.
- Bien, hazlo y vete- lo miro a los ojos desafiante.
- Bebamos un trago y luego me disculpo- lo pienso un segundo antes de aceptar.
***
- ¿Cómo te llamas?- cuestiona sin dejar de verme. Ya vamos por el quinto o sexto trago y él no luce afectado.
- Creo que ya lo escuchaste pero te lo diré. Soy Emma. Y tú eres...
- Increíblemente guapo- responde con arrogancia
- Ya veo. Tienes un ego muy grande.
- No es lo único que tengo grande, preciosa- guiña un ojo antes de beber su whisky.
- Eso tendría que comprobarlo- respondo con coquetería.
Es la primera vez que lo hago.
Y tengo que agradecerle al alcohol.
Lo veo sonreír de lado antes de que se lance a mis labios.
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