CAPÍTULO 2

2001 Words
—¿Disculpe?. —Me llamo Bruce Harrishford, —le ofrezco mi mano para ayudarla a levantarse. —¿Cual es tu nombre?. —el ritmo de mi respiración cambia cuando sonríe al tomar mi mano. —Me.. llamo Carly.. Carly Stones. —sentir la calidez de su mano me lleno de paz. —L-Lo siento, señor Harrishford. —baja su cabeza avergonzada. —¿Porque te disculpas?. —digo admirando su belleza. Ella se da cuenta mi atención sobre ella y suelta una risita que me regreso el aliento. —Soy algo torpe y no lo vi venir, además, le dije idiota. —Ah, eso, —digo sin importancia. —No te preocupes, de igual forma yo venía algo distraído.. Carly, perdona mi atrevimiento, pero no puedo evitar admirarte, eres realmente Hermosa. Sus mejillas se tornaron rojas, totalmente ruborizadas y fue algo que me llenó de ternura. Al fin después de tantos años soñando con ella, la tengo frente a mí y no voy a dejarla ir. —¿Tienes prisa?. —Bueno, en realidad, iba hacia su oficina. —quiere decir que nuestro encuentro ya estaba destinado —Soy la nueva pasante. —Ah si, me hablaron de ti en recursos humanos, —la invito a ir primero olvidando que iba hacia al baño, pero ya no es necesario, ella logró revivirme con una mirada. —Gracias señor. —Por favor, dime Bruce. —Lo siento señor, pero no puedo. —¿como que no?. Tan difícil es. —No puedo tener tantas formalidades con mi jefe. Pero yo no deseo ser su jefe, ¿es que acaso no me recuerda?. ¿Tanto he cambiado?. Aunque antes no tenía el cabello tan largo y sujeto con una liga, sí tal vez sea eso. —Pero fuera de las empresas puedes decirme Bruce. Amaba verla sonreír—Lo siento pero no puedo. No comprendo porque era tan formal conmigo, ella y yo nos hemos visto antes y no era así, ahora tiene mucha formalidad al hablarme incluso es demasiado desconfiada conmigo. Le abro la puerta antes de entrar y mi amigo al verla se acerca y toma su mano sin dejar verla y eso no fue de mi agrado. —Soy Roberto Grace, señorita.. —Carly, Stones —le arrebato la mano de mi chica —La nueva pasante. —Roberto me mira confundido por mi acto. —¿A que venías a mi oficina Carly?. —Que firmara mi contrato para hacer mi pasantía en esta empresa. Nuestras miradas se cruzan y puedo ver que mi cercanía la incomoda al igual mi mirada. Tomo la carpeta de sus manos y la firmo para después entregársela. —Gracias señor Harrishford. —al ver que se dirige hacia la salida la detengo. —¿Algo más señor?. —¿En que área harás tu pasantía?. —En la vicepresidencia como señor. —¿Que puesto le darán?. —Aún.. no me han dicho señor Harrishford. Asi que con el estúpido de Daniel, pero ni de chiste voy permitir que mi Ángel esté en manos de ese desgraciado. Le ordeno entregarme el contrato para después llamar a la secretaria de Daniel. —Vicepresidencia.. —Soy Bruce, pásame a Daniel. —Enseguida señor Harrishford. Unos segundos de espera ya oí su maldita voz. —¿Que Quieres?. —Informarte que la pasante se quedará conmigo. —¿Que?. —No me hagas repetirlo idiota. Se quedará como mi secretaria y punto. Al colgar la llamada noto el asombro en ella al ver mi enfado en mi rostro, pero ella era tan perfecta para mí que no dejaría que la mujer que sueño casi todas la noches esté lejos de mi. —Puedes empezar ahora mismo. —P-Pero no .. tendré problemas por.. —Yo soy el presidente y nadie está por encima de mi, ni siquiera Daniel. —Esta bien. ¿Qué tengo que hacer?. —precia tan emocionada como yo. —Primero busca al técnico, dile que te coloquen un escritorio, un monitor y teléfono conectado al sistema. —Ok, enseguida regreso señor. Al verla salir con una sonrisa no pude sonreír también. —haber, haber, ¿podrías explicarme que fue lo que pasó?, el presidente ¿aceptara a una pasante como secretaria?. —Te acuerdas de la chica que conocí a mis 17 años. —Ya te he dicho.. no!!.. —Si, —la emoción me invade —Es ella amigo y esta vez, no la dejaré —No me digas estas enamorado. —No te podría decir si es amor, pero ella, como un Ángel, sus ojos, su rostro, su piel.. —Ahora comprendo tu reacción cuando tome su mano. —se ríe —Pero tienes razón, es hermosa la chica. Pero dime algo Bruce, ¿Con su regreso, olvidaste lo que pasó con Shantall?. —No, —Espeté molesto —Lo que pasó con Shantall es algo que no podré olvidar de la noche a la mañana. —Yo te lo dije amigo, lo que tu sentías por Shantall solo era atracción s****l. —Tampoco podría decirlo, porque no negaré que en verdad la quise, pero ahora, no sé si alguna vez la amé. —Bueno, ¿y qué piensas hacer con la chica?. —Primero, ganarme su confianza, luego veremos que sucede. Con el regreso de de aquella joven que enamoró con solo una mirada, había cambiado mi perspectivas de lo que pasó en mi fallido compromiso con Shantall. —Disculpe señor.. Al verla entrar en verdad que me siento vivo con su cercanía. —¿Que pasa?. —Ya está instalado todo. —Enseguida te enviaré algunos archivos que deben ser corregidos y listos para ser enviados a nuestros clientes en Londres en dos horas. —¿Algo más?. —pregunta sin evitar verme. Le doy el manual para que configure la línea del teléfono, ella se acerca y al tomar el manual sus dedos rozan los míos provocando una pequeña chispa eléctrica entre nosotros, baja su rostro con una sonrisa tímida. —Cuando este listo, avísame. —Si señor, permiso. Al cerrar la puerta mi amigo no evita reírse al darse cuenta de la reacción de Carly cuando esta cerca de mi. —Vaya Bruce, es evidente que tu nueva pasante siente algo por ti. —me mira incrédulo y sorprendido, pues, el siempre creyó que ella era una fantasía producto de mi imaginación. —En fin, tanta es la sorpresa para mi que olvide decirte que hubo un problema con los clientes de Francia. —¿Que problema?. Al explicarme lo que estaba pasando no tuve otra opción más que llamarles personalmente para reunirme con ellos. —Señor, —al escuchar su voz en la línea de mi teléfono me dejo sorprendido por configurarlo tan rápido —Afuera está el señor Lombardi. Lo que me faltaba, la inoportuna visita de Daniel, y ahora que demonios quiere. —Hazlo Pasar. Ya podría imaginarme el motivo de su visita. —¿Que quieres?. No ves que estoy ocupado. —¡Ahora mismo quiero saber porque demonios decidiste aceptar a la pasante!. —Porque se me dio la gana. —me levanto de mi lugar cabreado por su tono de voz. —¿Algun problema con eso?. —Si, y ahora mismo quiero que me envíes a la chica a mi oficina. —murmura entre dientes. Su orden solo me causó risa. —Tu no eres nadie para darme órdenes. Así que pierdes tu tiempo. —dije satisfecho por verlo enfadado —La chica es mía. Ahora lárgate de mi oficina. Rechina sus dientes mientras tensa su mandíbula al ver que no podía hacer nada, ya puede que sea accionistas, pero estas empresas son y siempre serán de mi família y eso me da el poder de hacer lo que se me de la gana. Al escuchar la puerta cerrarse con fuerza golpeo mi escritorio con rabia ya que Daniel no me trae recuerdos dulces. Como siempre le encanta amargar mi día como todos los días. —Disculpe.. —Ahora no —le di la espalda a Carly para no desquitarme mi furia con ella pero vuelve a hablarme. —Carly.. Al volver a verla me quedo sorprendido al ver que traía un desayuno y un café cargado como ami me gusta. ¿Como lo supo?. —Le pregunté al señor Grace como le gusta el café y bueno, pensé que no ha desayunado. En verdad que esta chica no es como élla, ni siquiera Shantall se tomaba estas molestias, y élla me trajo el desayuno sin que se lo pidiera. —Lo siento. Espero no le moleste señor Harrishford. —No, —me siento como un idiota por hablarle fuerte. —Gracias por el detalle. Sonríe con torpeza. —Es mi trabajo señor, no tiene porque agradecerme. —mintió. Me levanto de mi lugar tomándola de la muñeca, ella me mira confundida y temerosa por mi comportamiento. —¿Que hace señor?. —¿Estas segura que lo has hecho por que es tu trabajo?. —Y-Yo.. —sus ojos se mueven de un lado a otro evitando verme a mi —¿Puede soltarme?. —¿Porque?. —la tomo de la cintura apegándola a mi cuerpo con suavidad. —¿Acaso te incomoda mi cercanía?. —No es eso.. La tomo del mentón para que me viera —Lo haré solo si me dices la verdad. —Eso es absurdo.. —Si es absurdo, ¿porque no me miras a los ojos?. —cuando me ve fijamente sentí tantas ganas de besarla. —Solo dime la verdad. ¿Lo has hecho porque es tu trabajo?. —No, —murmura aun dejar despegar sus ojos de los míos. —Lo hice.. porque quería. —Carly… —Si.. Nuestros labios estaban a pocos centímetros unos centímetros que deseaba acortar para probarlos y perderme con locura en ellos mientras inhalo profundamente el aroma dulce de su perfume. —Señor, Harrishford. Al escuchar la voz de la recepcionista de la entrada, maldigo por ser inoportuna al haber arruinado este momento. Me alejo de ella para tomar la llamada. —¿Que pasa?. —Su padre va a su oficina. A buena hora mi padre decide llegar para interrumpir, al ver la cara roja de mi nueva pasante me acerco para hacerla verme. —¿Aceptas ir a cenar conmigo?. —Yo.. —Prometo que solo será una cena, luego te llevaré a tu casa. Ella parecía aún desconfiar de mi y quería ganarme su confianza para poder avanzar. Al verla ladear una sonrisa me siento victorioso por saber la respuesta. —Ok. —Entonces, espero la dirección de su casa en mi corro, —acuno su rostro en mis manos para besarla castamente sin darle tiempo de oponerse. Ella retrocedió cuando la liberé, me mira incrédula por haberla besado en el primer día y sin su permiso. —N-No.. lo vuelva a hacer señor.. —No pude evitarlo —me encogí de hombros —Tal como lo pensé. —¿De que habla?. —Son dulces y suaves. Su cara se tornó más roja aún que me pareció adorable verla, ella ofendida me da la espalda para salir de mi oficina. —Gracias por el desayuno y el postre. —¿Postre?. —voltea a verme sobre su hombro. —El postre fue probar sus labios. Toda su cara era tan roja como un tomate que me hizo reírme algo fuerte al ver la vergüenza que sentía, ella no sabe que tan importante es que haya entrado nuevamente en mi vida. Ahora me doy cuenta que en verdad doy gracias de no estar casado, porque me doy cuenta que ese sentimiento por ella aún sigue tan vivo pese a los años que han pasado. Minutos después mi padre entra a mi oficina, un hombre ya de edad pero como siempre tan demandante y exigente en todo, ni el ni yo somos demostrativos con los sentimientos simplemente nos saludamos con un buenos días. —¿A que debo tu inesperada visita?. —Acaso no puedo visitar a mi hijo. —Siempre que lo haces, es por un motivo del cual no deseo escuchar. —solté sin más porque era cierto. —O me dirás que no. —Tienes razón. —se acomoda en el sofá de la esquina. —El motivo de mi visita es por Shantall. Al escuchar ese nombre la rabia y el rencor me invaden al imaginarme lo que diría. —¿Que con esa mujer?. —dije con simpleza. —Sus padres nos informaron que volverá al país. —¿Y eso porque me tiene que interesar a mí? —deje de observar mi computador para observarlo a él. —¿No planeas volverme a comprometer con ella?. —Cometió un error Bruce y esta arrepentida. ¿Escuche mal?, Acaso en una broma de mal gusto, mi propio padre quiere que yo regrese con la mujer que me restregó en la cara frente a todos los invitados que no me amaba porque amaba a otro. Cabreado me levanto de mi lugar con risa burlesca por lo estúpido que había dicho, el se levanta y toca mi hombro. —Estas loco, si crees que voy a volver con ella. —Debes hacerlo. Mira ella desea volver a verte y explicarte lo que en verdad pasó ese día. —Nada justifica lo que ella hizo papá así que hazme el favor de no volver a tocar el tema, ahora si no tienes algo importante que decirme, por favor vete, que tengo demasiado trabajo. —Aunque te niegues a escuchar tendrás que hacerlo. Al verlo salir explotó maldiciendo por lo alto que esa mujer sea convertido en una maldita pesadilla real para mí y lo peor es que tengo que soportar ese martirio todos los días.
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