El verano está a punto de terminar. El tórrido calor brilla por su ausencia en un verano atípicamente suave y corto. En Gardh es época de elecciones, lo que da paso a las más sangrientas guerras entre los postulados, estos, para afianzar la victoria y conseguir la simpatía salen a regalar a manos llenas alimentos, arroz, pan, leche, irónicamente la gente común era la que sacaba partido, entre que los políticos se matan por apoderarse de la alcaldía, corren de un lado para el otro para ganar algo de comida gratis, porque gane quien gane, como en todas las elecciones, las cosas no cambiaban, las calles viejas, las alcantarillas tapadas, casas a punto de caer, la delincuencia, el deterioro era un orden establecido. Pronto será un mes desde que Kublai se cruzara por primera vez con Heller. Pe

