CAPÍTULO 1| Etapa de Inicio

1397 Words
[Cecilia Pérez] ¿Han sentido que todo lo que hay a su alrededor es como siempre? Es decir, refiriéndonos a una relación, nos entregamos completas al amor de nuestras vidas, ya sea nuestro novio, pareja o esposo. Todo lo que tenemos de nosotras mismas lo damos sin condición y lamentablemente a veces sentimos que no recibimos lo mismo de su parte, aunque en realidad no esperamos que hagan exactamente lo mismo, pero al menos que nos hagan sentir bien y para mejor, con eso sería más que suficiente, pero a veces nada de eso sucede. Sé que cada una de nosotras no convivimos la misma situación, cada relación es muy distinta, pero les contaré cómo comenzó la mía... … Me llamo Cecilia Pérez, soy de Perú y vivo en la ciudad de Lima, en el distrito de San Miguel para ser exactos. Mi estatus es de economía promedio debido a que al menos tengo lo suficiente como para sobrevivir cómodamente, y eso me refiero si debo hablar sólo sobre mí, porque mi ex esposo es otra historia que ya no me compromete, ahora soy solo yo. Tengo 38 años, y he estado casada por 13 largos años, la misma edad de mi hija Mía, que se encuentra yendo a segundo de media de la secundaria en estos momentos. Estudié administración de empresas, y con la ayuda de la herencia de mi padre que me dejó al morir 15 años atrás, pude establecer con el tiempo un pequeño Restobar-Karaoke, a la cual llamé “La odisea”, y es cuando comencé mi sueño de tener mi propio negocio. En esa temporada de mi soltería, era mi mejor momento, me centre solamente en mi proyecto que estaba por iniciar. Sin embargo, no todo fue como lo esperaba. Ya sabrán como mi mundo cambió hasta terminar en lo que soy ahora… ___________________ 13 años atrás… "8 de Enero del 2007" A mis 25 años, estoy segura de que puedo manejar un negocio y lo estoy logrando, este es un lugar muy transcurrido, ya que nos encontramos en un lugar céntrico. Desde hace dos meses de apertura atendemos de día y de noche; de día, las personas pueden venir a almorzar nuestros únicos platos ejecutivos tranquilamente con un ambiente normal como cualquier restaurante, de noche se apagaban las luces blancas y se encienden las luces de colores junto con los enormes plasmas para abrir el Karaoke. Mi restaurante es de tres tenedores, así que es un lugar intermedio. Mayormente vienen personas que viven cerca de esos enormes condominios que tenemos alrededor, donde abundan los abogados, doctores, ingenieros y todo tipo de persona que puedan pagar algún departamento de a partir de 500 dólares. Ellos vienen a distraerse un rato bajo la música mientras conversan, cantan y toman todo tipo de licores exquisitos. El lugar no es tan grande, cuenta con dos espacios regulares; uno es el VIP que contiene unas 5 mesas, y el otro es para las personas en general, donde encontramos 15 mesas, ¡ah!, y sin olvidar la barra para aquellas personas que vienen a beber solas. El lado de los VIPS está rodeado de lunas gruesas y transparentes, en ese lado se escucha otro tipo de canciones mientras que en el otro sector otras distintas, nuestras instalaciones están bien equipadas para que los sonidos no se combinen, y que cada sección disfrute de su velada con mejor estadía. El lugar se encuentra al frente del enorme Mall de San Miguel (un centro comercial muy conocido), es por ello que estamos a la vista y regularmente estamos llenos. Aclaro, el lugar no es enorme, pero las personas llegan por la comodidad del ambiente. El alquiler no es nada bajo que digamos, pero a pesar de ello, sí puedo decir que estamos obteniendo ganancias regularmente. Aún es nuestro comienzo, así que quizás más adelante si seguimos teniendo éxito, me pueda expandir. Somos conocidos por el buen sabor de nuestros platos, snacks y bebidas, y sobre todo por nuestro ambiente lujoso y bien decorado. Nuestro buen trato también sobresale, definitivamente el personal que siempre contrato casi nunca me fallan. Contaba con 3 azafatas y dos mozos, dos cocineros, un ayudante de cocina, más el Dj de dos turnos y el cajero, yo solamente me encargaba de administrar y verificar que todo anduviera a la perfección, ayudaba también si en caso había días en el que había demasiadas personas. Bien, todo marchaba como lo esperaba, la clientela comenzó a venir poco a poco. Había días buenos y malos, comencé a realizar estrategias de marketing, y contraté personas que repartían volantes en la entrada, como también me creé una página por internet sobre nuestro local. ... Todo iba bien como quería, hasta que un día llegó él, llegó el señor idiota, por una celebración de un cumpleaños de uno de sus amigos. Ellos rentaron toda la sección de los VIPS, habían escuchado buenas cosas de nosotros y por eso es que habían venido. Cuando vi llegar al grupo grande a requerir por nuestro lugar VIP, algo me decía que habría problemas, se veían jóvenes de economía no de promedio, sino alta, con sus comportamientos alzados, yo no sabía que hacían aquí, pero seguramente venían de alguna de las residencias y no querían irse más lejos, además nuestro lugar no estaba nada mal, es un lugar bien equipado, lujoso y agradable. Estaba preocupada, teníamos muchas personas en el ambiente general y las azafatas y mozos tenían sus respectivas mesas, había una chica nueva que llevaba unos 3 días recién con nosotros, entonces tuve un poco de preocupación, por lo tanto, decidí ayudarla. Me acerqué con ella a las distintas mesas, habían ocupado tres de todo el salón. Un tipo rubio, alto, ojos castaños claros, se encontraba a piernas cruzadas fumándose un cigarrillo. Debido a que es un espacio cerrado, no permitimos que hagan eso, entonces le dije a Ana que vaya a una mesa y yo me fui a la de ese joven, para tener el momento de decirle algo. —Buenas noches, Bienvenidos a Restobar-Karaoke “LA ODISEA", les deseamos que la pasen de una manera muy agradable —sonreí. El tipo tiró una carcajada recostándose con los brazos bien extendidos en el mueble, aún con el cigarrillo en mano. Me hice la loca como si no hubiera escuchado nada, debía mantener la postura, los clientes siempre deben tener un buen servicio a pesar de que hagan algo que no nos guste o se burlen de nosotros. Debemos ser más sabios que ellos. —¿Les tomo su pedido? —Ellos comenzaron a decirme lo que deseaban, mientras de reojo veía al tipo aún con su cigarro, a pesar de que se veía el claro anuncio más allá de su lado “Prohibido fumar”. Era un hecho, no le importaba. Ya en todo el ambiente se estaba sintiendo el olor, entonces al terminar me acerco a él. —Muchas gracias, usted señor no ha hecho su pedido —digo. —No se me antoja nada, al parecer no hay nada bueno ni agradable —exclamó déspota, mientras sus amigos le decían. —Oye Marco compórtate… —Ustedes me trajeron, yo no quise venir a un lugar tan poco gustoso. —Yo me le quedé viendo, y apretaba los puños con el lapicero en medio. Por dentro le decía miles de cosas mientras por fuera mostraba una leve sonrisa. —Señor, disculpe —viendo su comportamiento ahora si me atreví a decirle algo al fin—. ¿Puede ver a su lado derecho?, hay un cartel que indica que no se puede fumar aquí, le invito a salir afuera para poder seguir con su deleitoso momento. El hombre frunció el ceño, e hizo un chasquido sarcástico. —Si yo quiero fumar... —Se alzó y vi su notorio y enorme tamaño, se acercó a mí intimidándome con ese rostro de burla—, lo hago, y lo hago donde se me dé la gana —exclamó y me esparció todo su humo en el rostro. Yo comencé a toser y me pedía mil disculpas a mí misma por dentro, ya que estaba por romper una regla que siempre les recalcaba a los empleados, "La paciencia". Por supuesto que no iba a permitir que un hombre como él, venga a tratarme como se le dé la gana.
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