bc

Mantente hermosa

book_age12+
1.8K
FOLLOW
6.8K
READ
love-triangle
possessive
arrogant
dominant
sensitive
CEO
drama
ambitious
friends
seductive
like
intro-logo
Blurb

Estoy obsesionada con mi futuro.

No soy como el resto de las chicas que solo piensan en estupideces.

Mi destino está escrito porque soy yo la que decido a dónde quiero ir… Solo que para lograr todos mis objetivos primero tengo que graduarme, trabajar duro y finalmente dedicarme a mí misma.

No me importa que me juzguen por no tener hijos o ser un alma libre.

En el fondo esas personas tienen envidia de mis triunfos.

No voy a detenerme porque los límites están solo en mi cabeza.

chap-preview
Free preview
Capítulo I
Este libro está dedicado a tí. Que cada día luchas por mantener esto a raya. Que piensas que no eres lo suficientemente hermosa. Para ti que no crees que eres suficiente. Para ti que amas a todos por encima de ti misma y te has convertido en tu peor enemiga. Esa que está esperando que caigas para poder ser cruel y reprocharte. Somos lo que pensamos y si crees en todo lo que ya he nombrado es eso lo que serás por el resto de tu vida. Cambia de táctica y enfócate en tu amor propio. Después de que tengas eso, créeme chicas. Eres imparable. Pero sobre todo está dedicado a ese grupo de personas que luchan en silencio por vergüenza a un transtorno con el que casi no podemos luchar pero que en definitiva si cambiamos de perspectivas lo podemos erradicar de nuestras vidas. La tricotilomanía es un transtorno vergonzoso que debemos erradicar para siempre porque vinimos a esta vida a ser felices y nuestra felicidad depende de nosotros mismos. Esto no te limita. Nada te limita si no lo permites. "La tricotilomanía se fue de mi vida para siempre." Mantenlo en tu mente. —Alondra. La adolescencia es para algunos lo mejor que les pasó en la vida. Están rodeados de amigos, fiesta y diversión. Para otros es la peor pesadilla hecha realidad. Yo estoy en un punto medio. Solo muestro luz para los demás pero en mí hay una oscuridad que casi me consume, las personas lo notarían... Si yo dejara que lo hicieran. No pertenezco a ningún grupo en específico. Estoy con quien quiero desde los más populares hasta los nerds. No me importa demasiado eso. Mi mente está fija en lo que quiero hacer cuando salga de aquí. No es que esté loca por largarme de la secundaria. Es que siempre he tenido esta meta por cumplir, un sueño que me impulsa a levantarme todos los días. No soy como el resto. No me conformo. Quiero más y no me voy a detener hasta conseguirlo. Voy a por ello. Lo único que me hace ser un poco como una adolescente es dar una mirada en su dirección. Sí, no soy perfecta. Tengo una debilidad de la cual la mayoría de las chicas está enamorada. Santiago Chavarría. Es tan perfecto que parece irreal. Dulce, caballeroso, gracioso... Y completamente fuera de mi alcance. No porque no me determinara. Creo que él incluso conoce mi nombre. Pero hay límites y para él yo soy uno. Es verdaderamente extraño que un chico rico como él esté en una escuela como la de nosotros que apenas y es privada. Según las personas su padre quiere enseñale cómo es vivir igual que el resto de los asalariados del país. A mí realmente no me importaba el motivo. Mi único interés se extiende a él. Pero no me mal interpreten, sé dónde estoy parada y aunque él sea la causa de mi atracción fatal entiendo que no es para mí. Los chicos ricos forzados a estudiar en escuelas de pobres no se enamoran de las chicas de clase media, esto no es un cuento de hadas. Probablemente él no se estará quedando solo por el resto del año, pero eso solo será algo momentáneo hasta que llegue la indicada. Además, de todas las chicas en la escuela él no podía fijarse en alguien tan oscuro como yo. He ocultado algo por años que no estoy dispuesta a que sea revelado solo por un amor pasajero de adolescentes. Incluso si el otro año ya no vuelva a ver a las personas que van a mi escuela. La vergüenza sería suficiente para arrástrame por el resto de mi vida. Eso estaría en mi cabeza repitiéndose una y otra vez como una maldita película de terror y no iba a permitirlo sí podía. Los chicos como Santi solo traen problemas y yo como una niña buena me mantendré alejada. — ¿Me estás escuchando? —gruñó a mi oído mi mejor amiga y yo di un respingo para apartar la mirada de él. Ella me observó con desaprobación sabiendo a dónde se dirigían mis pensamientos y con una sonrisa me encogí de hombros. No iba a negar que me gustaba, mucho menos a ella. Adriana Gómez es la niña más bonita de la escuela con todo ese pelo largo y castaño cayendo por su espalda hasta su trasero. Si había alguien a quien envidiaba era a ella. Pero no de la mala manera, no me mal interpreten, yo siempre querría lo mejor para ella. Sin embargo en contexto podía decirse que ella tenía tantas cosas que yo deseaba. —Él es un caso perdido —aseguró ella y enseguida cambié el tema yendo hasta la cantina para comprar mi desayuno. Estaba muriéndome de hambre hasta que mis ojos se posaron en él. — ¿Me prestas un dólar? Te lo pago mañana —le dije cuando ella se formó detrás de mí. Y de inmediato me lo dio sin decir nada ni hacer caras. La mejor amiga en el mundo, sí, esa es ella. La mayoría de los días le decía lo mismo y obtenía el mismo resultado, solo que a veces si se lo devolvía. Mi papá es tacaño y ella entendía eso. —Comprame dos empanadas y una malta, voy a pedirle a Andrés que me dé mi cuaderno de matemáticas antes de que el profesor se de cuenta de que se lo presté. Yo asentí y ella me dio el dinero para después irse. Y yo jamás esperé que pasara lo que estaba por ocurrir. —Hola Ali —me saludó Eva desde atrás y yo le devolví el saludo. Me llevaba bien con todos así que casi toda la escuela me conocía. —Tu pelo está muy raro hoy ¿No? Su afirmación me puso tensa de inmediato pero me esforcé porque nadie lo notara, mucho menos ella. —No —dije rotundamente. Pero ella no se detuvo ahí. Siguió molestando elevando mi nerviosismo. Aún más cuando sus manos tocaron la hebra de mi cabello. Apreté mis dientes pero el miedo estaba dominándome evitando que actuara como normalmente hubiera actuado antes. — ¿Quieres que lo peine por ti? —me preguntó con voz burlona. Yo me moví hacia adelante y ella me siguió. —No —volví a negarme aunque una vez más ella no pareció oírme. Sus dedos se sentían como garras que se aferraron a mi pelo por detrás entonces todo pasó tan rápido que contuve el aliento. Siempre había tenido miedo de que este día llegara pero nunca esperé que fuera así. Delante de todos. Delante de él. Sentí como si todo a mi alrededor se detenía y mi alma caía al suelo. Jamás he actuado como una víctima, siempre grito a todos a mi alrededor en medio de una injusticia y los pongo en su lugar cuando algo me molesta no obstante ahora estoy paralizada. Sentí la mirada de todos en mí y aunque fui rápida y traté de ocultarlo, todos lo habían visto. Todos me habían descubierto. Ella me había dejado desnuda ante todos descubriendo que lo que llevo no es cabello real. Como si pudiera sentir la intensidad de su mirada mis orbes se conectaron con las suyas a la vez que él parecía estar furioso y no entendí porqué, pero en ese momento no me importó el motivo, no podía soportar su mirada. Mis ojos se llenaron de lágrimas instintivamente mientras sentí como si el silencio se adueñara de mi vida de repente. No recuerdo nada más hasta que estuve de espaldas a una pared a unos metros de la cantina pero aún podía sentir sus ojos en mí, los ojos de todos. No sé en qué momento llegué al salón de clases vacío porque todos estaban en el recreo para presenciar mi humillación. Todo lo que quería hacer era llorar de vergüenza. Sin embargo soy una chica fuerte. No voy a mostrar mis lágrimas a nadie. La profesora Anabeth llegó al frente de mí y estuve a punto de lloriquear como una mocosa pero no lo hice. — ¿Estás bien? Santiago me dijo lo que pasó. Si quieres no hagas el exámen y llamaré a tus padres... Pero yo solo negué con la cabeza aún más avergonzada de que haya sido él quien envió a la profesora hasta aquí. Aunque había sido dulce que se preocupara. No podía perderme el exámen. —No, voy a hacerlo —respondí con voz temblorosa y ella asintió como si le doliera verme así. Eso me hizo rabiar. Yo no quería su lástima. No quería la lastima de nadie así que erguí mi cabeza como una reina y endurecí mi expresión. No iba a permitir que esto me tocara. Me fui a mi puesto fijo y esperé a que el timbre sonara para hacer mi exámen y largarme a mi casa donde podía ser tan débil como quisiera en la comodidad de mi habitación. — ¡Alondra! ¡¿Qué pasó?! Me dijeron que te pasó algo —me dijo Adriana preocupada llegando a mi lado pero yo negué con la cabeza antes de responderle. —No quiero hablar —susurré y ella asintió comprendiéndome como si estuviera preocupada por mí. Ella nunca presionaba y esa era otra cosa de las que me gustaba de mi mejor amiga. El exámen se me hizo duro porque no podía parar de pensar en lo que me había sucedido incluso cuando nadie de los chicos dijo una palabra sobre eso. A la hora de salir a la misma vez que a nosotros sacaron al grado de Santiago y nuestras miradas se intercambiaron solo que no duramos demasiado tiempo mirándonos porque yo aparté la mirada. Solo rogué con fuerza a Dios para que mi transporte escolar estuviera esperándome porque de no ser así me quedaría esperando y él y yo siempre éramos de los últimos a los que venían a buscar. No sé si pedí con tanta fe que me fue dado porque al salir mi transporte estaba esperándome y escapé lo más rápido que pude sin mirar atrás. Al llegar a casa mi madre estaba a punto de salir a trabajar y mi hermana pequeña estaba junto con ella. No sé qué me pasó. Nunca lloro delante de nadie pero las lágrimas vinieron solas preocupando a mi mamá quien me preguntó qué estaba pasando. —Me quitaron la peluca frente a todos mamá... Fue tan horrible —le dije y ella estuvo tan furiosa que tuve que pararla para que no fuera a reclamar a la escuela. Empecé a contarle como me sentí y ella me miró con impotencia sin embargo me sentí un poco más aliviada. Necesitaba contar qué me estaba pasando a alguien. Y en este momento mi madre se convirtió en esa mejor amiga que nunca juzga y que además está ahí para ti en cada ocasión.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

La esposa rechazada del ceo

read
168.9K
bc

Bajo acuerdo

read
10.0K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.8K
bc

Navidad con mi ex

read
8.9K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
51.9K
bc

Tras Mi Divorcio

read
511.5K
bc

Yo, no soy él

read
88.6K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook