PROHIBIDO

QUIEBRA

-         Mucho gusto – dice el desconocido que ahora se que se llama Apolo ¡Y ES EL PROMETIDO DE MI HERMANA! Extiendo mi mano que él sujeta con delicadeza y discretamente acaricia.

-         Disculpen, tengo un discurso que dar – digo saliendo de allí rumbo a la barra donde pido un vodka que me bebo de golpe justo cuando llega Olive observándome sorprendida.

-         Debes dar un discurso – dice a lo que yo asiento con la cabeza.

Olive me guía al escenario donde se encuentra el atril y comienzo con el discurso sintiéndome un poco incomoda al sentir la intensa mirada de Apolo, que cuando me vuelvo a verlo me sonríe coqueto a lo que yo frunzo el ceño mientras continuó hablando. Cuando termino viene mi madre y hermana hasta donde estoy posando para una foto.

-         Sonríe – dice mi madre con su falsa sonrisa a lo que yo solo ruedo los ojos.

-         Lo único que quiero es irme a dormir – digo tratando de sonreír.

-         Búscate un marido millonario y así no tendrás que seguir trabajando – dice Grace sonriente y yo me vuelvo a ver a su prometido que nos observa y al escucharla rueda los ojos.

-         Eso te lo dejo a ti – respondo observándola – yo amo a trabajo aunque siempre esté cansada.

Me aparto de ellas y voy rumbo hasta donde se encuentra Olive y sus padres. Al llegar nos enfrascamos en una conversación sobre el hospital hasta que uno de los hombres dice.

-         ¿Es Apolo Christou? – nos volvemos a ver en su dirección, este se encuentra a viendo a mi madre, hermana y su prometido.

-         Si, es el prometido de mi hermana – respondo mientras tomo una copa de champaña.

-         Grace tiene mucha suerte – dice él hombre sin dejar de verlos.

-         Espero que sean muy felices – respondo bebiendo de mi copa. Unos minutos después decido irme ya que en unas horas inicia mi turno. Me despido de los Walsh antes de salir del lugar. Mientras camino a la sala de médicos por mis cosas antes de irme a casa.

Cuando me subo al auto, conduzco hasta el apartamento donde al entrar a mi habitación me desnudo para darme una ducha antes de acostarme, pero antes de quedarme dormida sonrió sintiendo el delicioso dolor en mi entrepierna por lo que sucedido con mi cuñado.

A la mañana siguiente me levanto temprano, voy al closet y me pongo un conjunto deportivo, me ato el cabello en una coleta alta. Cuando salgo de la habitación me encuentro en la cocina con Olive vestida igual que yo.

-         Buenos días – me saluda extendiéndome un batido verde que me bebo rápidamente.

-         ¿Qué haría yo sin ti? – digo sentándome en una de sillas de la barra de desayuno. Viendo entrar a la Selma quien me ayuda con el apartamento.

-          Me pregunto lo mismo – dice haciéndome reír. Mientras hablamos la observo sonrió ya que ella es bellísima. Olive es alta, las dos medimos casi lo mismo. 1.70. Su tono de piel es nivea, parece una muñeca. Si bien es rubia, aclaró su cabello aún más que contrastan con el gris de sus ojos.

Cuando nos graduamos ella asumió el cargo como vicepresidente de la corporación de su padre y aunque ella parece inofensiva, es agresiva en los negocios. Tanto así que cuando mi padre murió y me dieron mi parte de la herencia. Le entregue todo mi dinero y es ella quien maneja toda mi vida financiera.

-         Buenos días señoritas – nos saluda mientras nos bebemos el batido y hablamos de la gala, hasta que nos ponemos de pie para ir a correr antes de que comience mi turno y Olive viaje.

-         Tuve sexo con el prometido de Grace – suelto de golpe haciendo que ella se detenga.

-         ¿Qué? – pregunta observándome sin salir de su sorpresa.

-         No sabía que era su prometido -  reanudando nuestro paso – cuando lo conocí me deslumbró y simplemente pasó.

-         ¿Qué sucedió después? – pregunta sonriendo.

-         Grace me lo presentó – continuamos trotando – casi me da un infarto de la impresión.

-         Apolo es un empresario griego que parece esculpido por los dioses – dice mi amiga abanicándose con la mano.

-         Te aseguro que ese hombre es fuerte tentación, aunque lo que sucedió muy magnífico no se podrá repetir – digo a lo que ella asiente con la cabeza.

Dejamos el tema de lado mientras terminamos de correr, luego decidimos desayunar fuera antes de separarnos ya que ella debe irse.

Al volver al apartamento me doy una ducha relajante antes de enfundarme en un conjunto deportivo, me ato el cabello y tomó mi maleta para después salir del apartamento rumbo al hospital. Antes de llegar suena mi celular.

-         ¿Qué quieres? – contestó al saber que se trata de mi hermana.

-         Invitarte a cenar esta noche con mamá y Apolo – dice muy animada.

-         Paso – respondo entrando al estacionamiento del hospital – tengo muchísimo trabajo y no me interesa jugar a la familia perfecta.

-         Tara – dice en modo de advertencia, pero importando me una mierda le cuelgo. Me bajó del auto y voy a la sala de médicos donde me cambio, tomo mi estetoscopio y bata antes de salir.

Durante turno mi madre me llama varias veces, pero decido ignorar las llamadas. Ella siempre ha querido manipular mi vida como lo ha hecho con la de Grace, sin embargo jamás lo he permito. Se perfectamente que el matrimonio de mi hermana es por conveniencia ya que la parte de la herencia que les correspondió la gastaron a manos llenas y estoy segura que deben estar en quiebra.

Dejando de lado mi drama familiar, me concentro en mi trabajo que es algo que realmente me gusta, a pesar de ser un trabajo tan exigente. Unas horas después y cuando mi turno está por terminar, salgo de una cirugía cuando me informan que me buscan. Suspiro por qué se perfectamente de quien se trata. Me quito la cofia mientras camino hasta la recepción donde veo que se encuentra mi madre. Cuando me observa se pone de pie viniendo hasta mi mientras una de las enfermeras me entrega la historia clínica del paciente que acabamos de intervenir.

-         ¿Qué pasa? – preguntó recostándome en el mostrador donde comienzo resumir lo que pasó en el quirófano.

-         Grace cambio la cena para esta noche – me informa molesta.

-         Y eso me importa ¿Por qué? – me vuelvo a verla.

-         Te quiero en esa cena… - su tono autoritario me molesta por lo que la interrumpo.

-         No soy Grace para que quieras manipular mi vida a tu antojo – respondo observándola.

-         Necesitamos de tu apoyo – dice sabiendo perfectamente que no puede decirme que hacer – nos quedamos sin dinero…

-         No me afecta en nada, tengo mi trabajo y mi parte de la herencia así que es su problema, no me involucren en sus cosas – sin mas le doy la espalda caminando de vuelta a mi trabajo olvidándome  por completo de todo.