Cuentos Terroríficos

Accidente vial.

Un lunes 11 de enero del año 2010, siendo el día que nos reincorporamos, después de las vacaciones decembrinas, ocurrió un accidente de tránsito muy horrible, dónde lamentablemente murieron muchas personas. Por eso motivo tuvimos pocos estudiantes, decimos despacharlos a las 10:00am, y quedarnos a hacer trabajos administrativos.

Estando en la dirección y junto a la subdirectora haciendo un trabajo en la computadora, empezamos a escuchar pasos en el salón de arriba y luego escuchamos a alguien corriendo y riendo al mismo tiempo, así que decidí subir, llevándome la sorpresa de que todas las instalaciones de ese piso, incluyendo la biblioteca, estaban cerradas con candado, he de resaltar que todo el personal de la institución estaban reunidos en el salón de profesores.

A pesar de que aquel hecho llamo mucho mi atención, decidí seguir cumpliendo con mi labor.

Ya casi en horas del medio día, todo el personal del turno de la mañana se retiró del liceo, quedando pocos docentes para cubrir el turno de la tarde, y cumplir horario hasta las 3:00pm, ya que, la asistencia de estudiantes fue casi nula ese día.

Recuerdo claramente que nos fuimos a almorzar a las 2:00pm, y el tema de conversación para pasar el rato, fue en torno al accidente que había ocurrido ese día, a primeras horas de la mañana.

Nos encontrábamos exactamente 5 docentes y una obrera de guardia en planta baja, cerca de la entrada del liceo.

Al rato, empezamos a escuchar como si en uno de los salones arrastrarán las mesas, sillas incluso el escritorio, todo al mismo tiempo.

En nuestra inocencia, pensabamos que era la obrera que estaba limpiando ese salón, la sorpresa fue mayúscula cuando ella se asoma y pregunta.

- ¿Quien eres haciendo todo ese ruido?

La respuesta fue negativa, cabe recalcar, que el liceo estaba solo, nada más estábamos nosotros.

Inmediatamente pensamos que algún ladrón de metio sin darnos cuenta y fuimos, eso sí con mucha precaución y temor hasta el salón.

Al llegar al salón, con asombro nos percatamos que, todas las mesas, sillas y el escritorio, se movían por si solas, incluso una salió volando por la puerta antes de nosotros llegar.

Al ver eso, todos salimos prácticamente huyendo del lugar, cerramos el liceo y mientras lo hacíamos, seguíamos escuchando todo ese ruido con tanta violencia, hasta escuchamos como la puerta de ese salón era golpeada una y otra ves con mucha agresividad.

Tanto fue el desespero por salir de ese lugar, que incluso las personas que estaban pasando cerca del instituto, que desde afuera escuchaban todo el escándalo.

En ese momento empecé a atar cabos, de lo que se rumoraba por los pasillos, tanto de docentes como de estudiantes, incluso vecinos de la zona en relacion a ese lugar.

Otro incidente aterrador que viví de manera más directa y personal, fue que estando en el mismo salón donde se vivió el arrastre de sillas, me encontraba trascribiendo un resumen curricular de una colega, a golpe de 10:30am, había clases en algunos salones, y varios estudiantes caminaban por los pasillos, cerca de allí estaba la sección 3 dónde estaban unos profesores, por lo que ni imaginar que viviría unos momentos tan aterradores en mi vida.

Cuando estando con mi laptop, noto un error numérico en la cédula de la colega, a lo que salgo para llamarla y corregir dicho error con la colega.

Me dispuse a llamarla desde el piso de arriba, pues ella estaba sentada en el piso de abajo en la sillas de la entrada de la dirección, lo hice desde la baranda de las escaleras y quedé justo al frente de salón, pendiente por qué allí estaba mi laptop.

En ese preciso instante veo a un hombre entrar en el salón, a lo que lo digo para abordarlo y preguntarle que quería.

Llevaba un pantalón, tipo pana color ocre, y una chemise color negra, no le ví los pies, su cabello era liso y n***o, de tez morena.

Lo que allí ocurrió, solo transcurrió en milésimas de segundos, y cuando entro al salón, sentí un frío excesivamente helado, más al percatarme que no hacía absolutamente nadie, sentí un escalofrío demaciado fuerte.

En ese instante entro la colega y me preguntó:

- ¿Por qué esto está tan frío, y por qué está palido?

Respirando profundo le comento lo que acaba de ver y que ese ser, espíritu o fantasma ya no estaba allí, supe que todo había sido real, cuando ella siento el ambiente frío, cargado y lúgubre, fue un momento indescriptible y ambos salimos corriendo del lugar.

Desde ese momento opte por no entrar más allí, me basto aquel tan aterrador instante del inofensivo espectro.

Tiempo después, una de las obreras me comentó que cuando limpiaba aquel salón, sentía que desde una esquina la observaban, pero no llegaba a ver a nadie, incluso sentía la presencia y hasta la respiración de algún ser que la observaba, pero que nuevamente no vea a nadie, cuando le pregunté que salón era, me mensiono que era el 4toC dónde tuve la experiencia y se vivió lo de las sillas voladoras.

Al año siguiente a eso, se siguieron viviendo toda clase de experiencia sobrenatural, cuando el director se fue a retirar de la institución por años trabajados, nos comentó a los docentes, que en ese salón se suicidó un profesor muy abogado con sus estudiantes, pero que llevaba un tiempo en depresión debido a que su esposa había fallecido de una enfermedad y ellos nunca pudieron tener hijos.

Dice que es muy inofensivo, solo que su alma quedó atrapado en el lugar donde se quitó la vida y que tanto amo.