—Estoy enamorada de los dos, quiero decir... amo aos dos —dijo Aurora.
—No se puede servir a Dios y al Diablo —dijo Adhalpe en muy mal tono.
—Te aseguro que estoy enamorada de los dos —Adhalpe hizo un gesto de importarle un rábano.
—Yo no soy feliz solo con uno de ustedes —reafirmó sus palabras la mujer.
Adhalpe entró, y se sentó en el sofá, Ciro entró e hizo lo mísmo, pero lo hizo cerquita de Adhalpe.
Aurora vió esto y se asustó, ella tan solo pensaba que Ciro estaba tratando de molestar a Adhalpe, ella se puso en medio de los dos y dijo viendo a Ciro.
—No hagas eso, mejor sería si te comportaras, no ves acaso, Adhalpe ya está enojado.
—Aurora —dijo Adhalpe —, si hubieras querido tener un esposo amoroso y ejemplar, lo hubieses tenido en mi, pero desafortunadamente echaste por el ca
