Buenos Aires 2020
El anuncio del pronto aterrizaje despertó a Makena, quien se incorporó un poco en su asiento y con la boca algo pastosa y su cabello alborotado se refregó los ojos para intentar reaccionar. El hombre que había viajado a su lado se había levantado y aprovechó para estirar sus largas piernas en el lugar, su altura hacía aquella tarea algo más laboriosa y agradeció contar con aquel espacio.
Con su rostro albergando los restos de un incómodo sueño sintió que alguien la miraba. Levantó la vista y un joven de cabello oscuro corto y enormes ojos color avellana parecía estar analizando sus movimientos con detenimiento.
Se incorporó un poco más y alzó ambas cejas con cara de sorpresa.
-¿Necesitas algo? - le preguntó en inglés al ver que no comprendía su mirada.
-Ah, yanqui.- respondió el chico en perfecto castellano.
-Ah, con prejuicios.- le respondió ella en su lengua natal y antes de que le pudiera responder se puso de pie para dirigirse al baño.
Tomás, que había estado mirando a aquella intrigante y hermosa joven desde el embarque, sonrió sin planearlo. Al principio le llamó la atención que cargara tantos libros cuando hoy en día se pueden llevar en un sólo dispositivo, luego fue la manera en que dejaba pasar a los pasajeros en la fila, encontrando siempre un motivo que lo justificara. Lleva bastón, viaja con un bebe, es anciano, va muy cargado. Si de ella hubiese dependido, hubiese subido en el último lugar.
Sus piernas largas y su cabello castaño que aventuró sería demasiado largo, estaba enrollado en un rodete que había ajustado con un lápiz. Pero lo que lo había atrapado en verdad era aquella mirada, no sólo sus hermosos ojos verdes, si no y principalmente la forma en que parecía no darse cuenta de su belleza.
-Dale Tommy que vamos a aterrizar.- le dijo Juana tirando de su brazo. Giró para recordar que se había acostado con ella la noche anterior y comenzó a lamentarlo. Era una linda joven pero trabajaba en el mismo periódico que él. Y si había algo que intentaba era no mezclar el trabajo con el placer. Sin embargo, la última noche en Boston, con la adrenalina de contar finalmente con las pruebas para publicar su historia y el alcohol obrando como facilitador había roto sus propias reglas. Agradecía haber elegido su cuarto, gracias a ello se había escabullido mientras dormía intentando enviarle el mensaje de que aquello solo duraría esa noche, pero a juzgar por la forma en que lo miraba supuso que no había sido del todo claro.
Luego de un perfecto aterrizaje y los trámites pertinentes todos aguardaban su equipaje cerca de la cinta transportadora. Tomás se las apañó para acercarse a aquella intrigante joven una vez más y como durante todo el viaje, ella parecía inmersa en su propio mundo.
Las valijas comenzaron a rodar y los pasajeros se apresuraron a recogerlas. Makena intentó hacerse de la suya pero al ver que un hombre con un bastón no conseguía la suya decidió ayudarlo.
-¿Le vas a dar a cada pasajero su valija? - le preguntó Tomás con su habitual sonrisa de joven que se sabe encantador, mientras acomodaba su pequeño carrión con facilidad.
-Disculpa, ¿me hablás a mi?- le preguntó Makena siguiendo su maleta con la vista mientras completaba una nueva vuelta.
-No se. ¿Hay alguien más que deje pasar su equipaje?- le respondió Tomás logrando que por fin lo mirara a los ojos.
-Si hubiera más gente que ayudara, estaríamos mejor. Ahora que ya tenes tu valija y no sos de los que ayudan te voy a pedir por favor que me dejes lugar.- le respondió ella con un fastidio que llevaba tiempo sin expresar.
Normalmente se hubiese callado restándole importancia pero este joven era tan irritante como atractivo. Tenía una sonrisa que intentaba ser de suficiencia pero en verdad resultaba hermosa. Iba vestido con unos jeans tan gastados como los de ella y una remera negra que resaltaba sus rasgos.
Tomás en lugar de moverse se quedó mirándola con sus labios curvados hacia arriba, Makena veía como su valija se acercaba y comenzó a ser invadida por un nerviosisme molesto. No quería tocarlo, pero tampoco quería perder su equipaje una vez más.
-¿Me estás pidiendo que te ayude?- le preguntó Tomás con demasiada calma.
-¡No! Te estoy pidiendo que te corras.- le dijo Makena algo indignada acercándose en contra de su voluntad para tomar su valija.
-¿Seguro no queres mi ayuda?- volvió a preguntarle disfrutando de la posibilidad de ver aquellos ojos más de cerca. Ahora sabía que aquellos tonos verdes se mezclaban con pintitas amarillas y eso le gustó demasiado.
-Sólo quiero mi valija.- le respondió ella.
-Ok.- respondió Tomás haciendose a un lado justo cuando el equipaje volvió al ruedo de una nueva vuelta, sin darle la posibilidad a Makena de tomarlo.
-¿Pero cual es tu problema?- le dijo ella indignada subiendo el volumen de su voz y colocando sus manos a los lados de su cintura.
Tomás pudo ver que enfadada era aún más hermosa y sus labios volvieron a curvarse hacia arriba, iba a responderle cuando ella levantó su mano para colocarla delante de su boca.
-Dejá, ahorrate las palabras. ¡Qué te vaya bien!- le dijo y se apresuró a dar la vuelta para levantar su valija del otro lado de la cinta.
Tomás se quedó con ganas de continuar aquella absurda discusión, no entendía porqué la había provocado, era como si fuera un niño que pelea con la niña que le gusta, pero en el fondo lo disfrutó.
La siguió con su vista hasta la salida deseando que se fuera sola, pero al ver que una grupo de mujeres bulliciosas la abrazaban con euforia supo que había perdido la posibilidad.
Sólo le quedaba seguir adelante, tenía un artículo que entregar y seguramente sería premiado por él.
Makena lo vio de reojo subir a un auto junto a una joven de cabello abundante que rozaba su brazo con cariño y puso los ojos en blanco. Por un momento creyó que estaba intentando coquetear con ella pero no era más que otro inconformista.
Volvió a mirar a sus hermanas y se concentró en las historias que contaban casi al mismo tiempo mientras se acomodaba en la van de Maria, su hermana mayor, no sin antes intentar borrar la molesta sonrisa de aquel desconocido que recordaba sin saber bien porqué.