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Strangers And Lovers.

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Blurb

Secuela de la Bilogia Llamando el amor.

¿Que pasaría si la decisión de un cambio a tu vida, resulta lo peor que has hecho?

Creí que ayudar a otra persona iba a resultar lo mejor, que uniendo mi vida a la suya olvidaría la que tuve en mi antiguo hogar, que teniendo a alguien a mi lado me haría sentir llena cuando me siento aun mas sola. Pero todo ocurre, una demanda sale a flote y me lleva a cruzarme con el empresario mas cotizado de Europa y mi antiguo primer amor.

Amaro es fuego y el desastre de mi existencia, es la vida, la adrenalina y los sentidos, es amor, es pasión y dolor, es ahora en mi vida un extraño que amo y que mantengo en secreto, es mi locura y mi perdición, es el amante de mi alma y lo que tanto anhela mi vida.

Las mentiras, los secretos, el dolor y los daños causados en nuestra vida saldrán una vez mas a flote y el desespero de querer estar juntos es tan palpable, que el sufrimiento que se avecina es tan fuerte y nadie lo puede evitar.

-Yo nunca te olvide ¿Y tu a mi?

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Capítulo I
Pasado… Su mano acaricia mi cabello desordenado, las arcadas que me hacen expulsar todo de mi estómago son tan fuertes que siento como mi vista se torna oscura y borrosa. El susurro de mi hermano de que todo está bien me hace sentir un poco segura, pero detrás de ello, sé que se siente enojado y mal por esta situación donde le orille nuevamente. Siento que ya no tengo nada más que vomitar, que expulse todo dentro de mí, así que alejándome del inodoro termino por chocar mi espalda en la pared fría del cuarto de baño. Doblo mis rodillas y las abrazo, de pronto el llanto brota de mis labios nuevamente y mis hombros tiemblan por la fragilidad que ahora tengo. –Debes dejar de hacerte daño Bruna, ¿Por qué haces esto? Te dije, te dije que si nuevamente te encontraba borracha y drogada no te cubriría, mamá y papá no merecen esto –volteo mi cabeza un poco y lo observo. –Lo siento –Noah me observa y niega. –Es solo que, tu sabes, olvidar, eso es lo único que me importa ahora –se acerca a mí y toma mis manos. – ¿Pero hacer esto? Estas dañando tu organismo, Bruna, no tienes que hacer esto por un chico y mucho menos por Elzhi, por Dios, menuda plasta de mierda –aquello me hace esbozar una sonrisa. –Nos vinimos hace cinco días para Andorra, no puedes estar con esta mentalidad, sabes que somos parte del centro de atención de esta ciudad. –Lo sé, lo sé, lo siento, te prometo que no volverá a suceder, creo que venirnos e este país es la mejor decisión de mis padres –le observo fijamente. – ¿Cuándo dejare de ser el centro de burlas, Noah? Siempre que quiero hacer amigas intento ser buena, pero terminan siendo unas mierdas conmigo, cuando por fin siento que he conocido a alguien acorde a mí, termina siendo un idiota de mierda –mi hermano no tarda y vuelve abrazarme. El hecho es que soy una jodida enamoradiza empedernida, es parte de mi punto débil, puedo ser tan fuerte como un roble, pero cuando del amor se trata soy una jodida idiota. Me entrego tanto que no pienso en mí, que termino por solo pensar en una segunda persona y no en mí, cuando eso es lo primordial. Intento hacer amigas, las obtengo, pero luego termino siendo la niña rica que todo se lo dan mamá y papá y por eso nadie se despega de mi lado. Siempre paso por esto, pero esta última fue la peor, una de ellas fue capaz de involucrarse con Elzhi y yo fui testigo de uno de sus encuentros gracias a las otras que según eran mis amigas, pero ellas ya estaban al tanto de todo. Y nuevamente caigo en lo mismo, en la depresión una que solo es capaz de lidiarla Noah, mi hermano mayor. Es el único que sabe acerca de este pequeño defecto que se forma en mi cabeza, me echo a llorar, a tomar como una idiota e incluso drogarme. No sé si quiera porque lo hago, porque yo no me considero una drogadicta, jamás me vería como esas personas, pero ya van tres veces con esta que lo vuelvo hacer y no debería, yo no tengo por qué, debo conseguir ayuda antes de que se torne peor. Noah se levanta y acto seguido me toma en sus brazos, apoyo mi cabeza en su pecho y me lleva de regreso a mi habitación. Me acuesta sobre el colchón y me cubre con el edredón blanco, se sienta al borde de la cama y nuevamente vuelve acariciar mi cabello. Aquello hace que de pronto el sueño venga de golpe a mí y cierro mis ojos. –Eres un gran hermano –susurro, escucho en la lejanía una risita de su parte. –Sabes que siempre lamento el hecho de quererte echar a un lado, tu eres mi único amigo, Noah –abro mis ojos, lo encuentro mirando al frente y asiente. – ¿Aunque no tengamos la misma sangre? –levemente asiento, voltea a verme. –Aunque no tengamos la misma sangre, siempre, siempre contare solo contigo Noah, eres un idiota, pero así te amo. Él se levanta y rodea la cama, se acuesta junto a mí, se adentra bajo las sabanas y me permite abrazarlo y apoyar mi cabeza en su pecho. Esto siempre ocurre cuando él sabe que lo menos que quisiera es dormir sola, Noah ante los ojos del mundo es un Malyk de sangre, pero bajo el techo de nuestro hogar solo sabemos que él es adoptado. Pasa desapercibido por algunas similitudes con mis padres, pero, aunque ese tema no se toca en casa, él siempre lo saca a flote. A mi realmente me da igual, él es mi hermano, quien ha estado siempre desde pequeña, quien me defiende ante todos, aunque ha hecho cosas estúpidas, siempre intento ayudarle a ser mejor persona. Aún está a tiempo de esfumar aquella manera de tratar a las personas con su forma arrogante y pedante, Noah no es malo, no, claramente no lo es, pero una cuarta parte de su cerebro destila idiotez pura, pero así lo amo. –Algún día, encontraras a un gran chico, quien valore no solo tu cuerpo, no, Bruna eso es lo de menos, él valorara tu alma, tus sentimientos, el amor que tu brindas, te debe tratar como una muñequita de porcelana, intocable, tan frágil, solo no desesperes, algún día muñeca, solo algún día. … Siento como algunos rayos del sol los cuales se cuelan por la cortina de mi habitación chocan en mi cara. Entre quejidos me muevo dentro de mi cama, no tengo si quiera el mínimo animo de levantarme, solo quiero dormir este largo domingo sin nada que hacer, después de todo estoy sola en casa, los empleados que llevan todo lo domestico de mi hogar están en su día libre, así que no tengo por qué levantarme de la cama. Tanteo mi mano sobre el colchón, doy con mi móvil y presionando un botón a un costado, la pantalla se enciende. Son apenas las nueve y treinta de la mañana, es recientemente verano, así que puedo saber que el calor que está siendo fuera es realmente entre insoportable y algo llevadero. No hay rastros ni de llamadas ni mensajes, así que vuelvo a bloquear el móvil y me quedo por unos segundos con la mirada fija en el techo. Un ligero rugido brota de mi estómago y aquello me hace sentir pereza, el solo hecho de alimentarme me da pereza, pero debo hacerlo. Así que entre balbuceos incoherentes con el fin de expulsar toda flojera salgo de mi cama, el piso esta helado. Entre saltitos busco mi calzado y al colocármelo salgo de la habitación, camino por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras. Al bajarlas camino hasta la cocina y doy un pequeño respingón al notar a mi chofer de espaldas, él voltea al escucharme y me sonríe. Las ligeras arrugas a los costados de sus ojos, lleva una taza de café en su mano, el olor me hace saber que eso es lo que ahora toma. –Phillip, ¿Qué hace aun aquí? No me digas que tampoco tomaras tu domingo libre –me sonríe y niega. –Tranquila señorita Bruna, es solo que recuerda que mis hijos están en la ciudad de Innsbruck[1] ellos vendrán por mí en unos minutos, solo quería dejarle un poco de café y aproveche de tomar mi taza –aquello me hace sonreír y me siento en uno de los taburetes que están frente a la encimera. –Gracias Phillip, más que el chofer eres un creador del mejor café, estoy agradecida –niega y procede a servirme una taza y dejarla frente a mí. – ¿El señor llegara hoy? –inhalo un poco del olor a café y me encojo de hombros. –No tengo idea, ya sabes, como siempre tan hundido en su trabajo. Una sonrisa de boca cerrada se forma en los labios de mi chofer y al agachar la mirada, observo el anillo en mi dedo anular. Eso me deja saber que no estoy tan sola después de todo, tengo un esposo que en cualquier momento llegara, mismo que solo veo en ocasiones y no siempre está en este lujoso pent–house que por supuesto es mío. No sería capaz de estar en aviones cada vez que él tenga una reunión o eventos importantes, prefiero el calor de mi casa, prefiero estar aquí sin estar por todo el mundo de un lado a otro. Un poco, en la lejanía, escuchamos el sonido de un coche tocar la bocina, de inmediato Phillip me da un asentimiento sonriendo porque vera a su familia, se retira. Quedo ahora completamente sola, me quedo sentada tomando mi taza de café y al terminarla opto por hacerme algo de comer, mi estómago claramente no se conforma con solo un líquido oscuro y dulzón. Saco algunas cosas de la nevera, enciendo el pequeño radio de la cocina y escucho las noticias de la mañana. Me entretengo cortando tomate, pimiento y cebolla, busco un bol y añado todo en este, busco tres huevos y los agrego, boto la cascaras y busco jamón y queso. Guardo y limpio mi alrededor, no me gusta tener tanto desorden al momento de cocinar, utilizo y guardo, esa es mi manera de cocinar. Enciendo la estufa coloco un sartén, aplico mantequilla para que se derrita, comienzo a unir los huevos con los vegetales cortados logrando así tenerlo listo para unas tortillas. Pimienta, sal y al ver la mantequilla derretida y burbujeante lo vierto, coloco la tapa, busco pan y le aplico mantequilla para tostar. El olor a comida hace que mi estómago implore de inmediato las tortillas, al darle un vistazo aplico una tira de jamón y queso, vuelvo a cerrar. La mantequilla se derrite sobre el pan, sirvo una taza más de café, vuelvo a mis tortillas, la doblo y dejándola unos segundos más la retiro para colocarla en mi plato. Ordeno con prisa toda la encimera y con mi pan tostado, mi tortilla y taza de café estoy lista, apago el estéreo y tomo camino a la sala. Enciendo la tv y busco algún canal para entretenerme mientras cómo. Doy con uno de noticias y lo dejo allí, doy gracias al cielo de que pueda coincidir con programas de habla española, aunque tengo dos años viviendo en este país, se me dificulta un poco el idioma, pero hago lo que puedo. Por suerte somos muchos que vivimos en este país y hablamos español así que muy poco estoy hablando alemán o húngaro e incluso esloveno. Me doy un bocado de mi tortilla seguido de un mordisco a mi pan tostado, cada vez me sorprendo de mi habilidad en la cocina, de algo me sirvieron mis clases de cocina. La chica quien decía las noticias ahora le pasa el mando a la chica que se enfoca en la farándula, en ese momento una sonrisa se forma en mis labios al escuchar el nombre de Pia Tanner, una foto de ella con su familia me hace sentir feliz. Esta junto a Abel, Olivia y el regordete de Gael, ambos se ven felices, la castaña ha logrado tanto con respecto a su centro de adopción canina, está expandiendo su ayuda y Abel es parte de ello. Ambos están juntos en todo, hace dos años que no los veo, desde que exactamente me vine de Andorra, solo en ocasiones nos comunicamos vía video llamadas, aunque con quien hable la última vez fue con Jema. La morena está esperando su primer bebe junto a Danny y su niña adoptiva está muy, muy hermosa. Quisiera volver, quisiera ir y reunirme con ellos, pero siento que aquí, en mi burbuja, me siento bien. Noah me mantiene al tanto de todo, él y Paula aún siguen juntos, ambos como buen equipo están por abrir un centro para ayudar a las personas con problemas psicológicos y problemas con la bebida, todos, absolutamente todos, han tenido un maravilloso logro en pareja. Erick y Ruth se casarán para el próximo año, Gary y Bianca aún siguen con su relación la cual les va muy bien, pero luego estoy yo. Quien no ha tomado las mejores decisiones, la cual no ha tenido alguna jalada de oreja a excepción de Pia, quien no estuvo de acuerdo en mi matrimonio. Matrimonio... Aquella palabra se pasea por mi mente de un lado a otro, siento que esa ha sido de las peores decisiones en el mundo, pero nadie sabe en realidad que va detrás de todo esto. Mis padres me pidieron que lo pensara muy bien, Noah claramente no lo acepta hasta el sol de hoy, ni siquiera quiere entablar una buena relación con mi esposo. No hace el mínimo intento de querer llevarse bien con él, pero yo no puedo obligarle, sería una completa idiotez si lo obligo a algo que él no quiere. Apago la tv, termino mi desayuno y vuelvo a la cocina para lavar todo lo que ensucie, observo por la ventana del cuarto piso del edificio y noto que, aunque el sol este radiante y fuerte, debería darme una salida para dejar un poco de lado el encierro entre estas cuatro paredes. Así que con prisa tomo camino a mi habitación, me dirijo al cuarto de baño, me doy una ducha rápida y vuelvo nuevamente a la habitación. Busco algo fresco que colocarme, recojo mi cabello rubio en una cola alta y sin una pizca de maquillaje por que claramente sería un desastre, tomo mis cosas y salgo del departamento. Con prisa bajo las escaleras, el vestido de tiros me hace sentir fresca, al salir del edificio la brisa hace que se sacuda mi vestido, los rayos del sol se sienten como si besaran mi piel descubierta. Cierro mis ojos, alzo mi rostro y una sonrisa se forma en mis labios, ya fuera decidí ir por un helado o algo frio para apaciguar el calor de verano, coloco mis lentes de sol y me encamino a las calles de la ciudad. _ Observo a toda persona que camina por la calle, estoy junto una enorme vidriera mientras tengo un delicioso batido de mantecado y chicle. Es uno de mis sitios favoritos para venir a disfrutar de algo frio, me doy un sorbo de mi batido y llevo la mirada a mi móvil. Noto que no tengo siquiera una llamada y un mísero mensaje y al subir mi rostro una sonrisa ancha es lo primero que detallo. –Hello szép, hogy vagy... –Créeme que cuando me hablas en ese idioma húngaro me da un poco de dolor de cabeza –la pelirroja sonríe y toma asiento. – ¿Cómo estas, Mica? –Disfrutando de este maravilloso calor de verano –la forma en que Mica trata de hablar muy bien el español me hace sonreír, intenta forzar por que sea perfecto, aún le falta, pero le gusta, le encanta aprender más y más del idioma. – ¿Tu? Me sorprendió verte por acá, aunque siempre sueles venir cuando puedes a este lugar –una chica se acerca y Mica ordena un té helado. Ambas nos conocimos en un evento al cual asistí con mi esposo, ella era parte de la agencia de festejos, bueno para ser sincera es la mano derecha de la dueña de esa empresa. Son muy reconocidos por organizar bodas, fiestas y eventos de alta gama, aquel día yo estuve sola por un momento y ella me saco una simple conversación, de allí en adelante ambas hicimos una gran amistad, ella me cuentas sus cosas y yo algunas de las mías. Mica es un poco más baja que yo, es de contextura rellena, tiene un cabello abundante pelirrojo y unos ojos verdes muy hermosos. Es una gran fashionista, nada la detiene, tiene un jodido autoestima que le envidio, es graciosa, risueña, toda su vida es de ensueño, sueña como toda mujer romántica, un buen hombre a su lado y una familia numerosa, es una gran amiga, creí que chicas como ella no existían. – ¿Qué tienes pensado hacer todo el verano? –le observo, el té que hace un momento pidió ya está sobre la mesa. –No lo sé, quizás volver a la empresa, sabes que no es lo mío, pero mi esposo necesita de mis buenos argumentos y mi manera de resolver sus problemas –bajo la mirada, observo mi batido. – ¿Por qué no lo dejas, Bruna? Eres infeliz, ya todo está listo, ya lo que debía pasar paso, termina esta farsa –niego, repetidas veces lo hago. –No puedo, tú lo sabes –la enfrento, ella me mira fijamente. –Bruna –susurra. – ¿De verdad crees eso de que ahora está enamorado de ti? –trago con dificultad, levemente asiento. –Me lo demuestra, a su modo, pero lo hace, él… – ¿Marchándose por semanas? Sin siquiera hacerte saber si está bien, si ha llegado con vida a su destino, sin siquiera llamarte para saber cómo está la mujer que él según, ahora quiere –intento abrir mi boca, pero ella me detiene. –No te diré nada más porque sé cómo eres después de todo, te quiero muchísimo, Bruna, pero tú mereces a alguien mejor que él, lo sabes. En silencio simplemente agacho mi cabeza y termino mi batido, el tema es que yo nunca he sido capaz de contarle a Mica todo acerca de mi pasado. Ella solo sabe este tortuoso presente, ella no sabe de aquella vez que fui capaz de amar y aunque sufrí al principio, me sentí querida por alguien muy importante para mí. He tomado las peores decisiones para mi vida, claramente si es así, no me siento una gran mujer por hacer las cosas a los tropezones por no pensar en mí. Pero es que así soy, una idiota que no piensa en su bienestar, en su manera de sonreír con un poquito de felicidad, solo sigo un patrón uno que yo misma he creado. Estar junto a un hombre que ni siquiera he terminado de conocer, con quien solo tengo algunas noches de intimidad y solo lo hago para saciar las ganas, para por lo menos sentirme querida o necesitada en los brazos de alguien. Ni siquiera sé si es cierto que me quiere, sigo enfrascada en mi pasado, mismo que se liga con mi presente, en ocasiones quisiera que todo esto fuera un sueño, pero no, no lo es y nunca lo será.

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