¡CLIN! ¡CLIN!
El sonido de una pequeña campana sonó en alguna parte, me estiré en el sofá junto con Héctor y nos saludamos divertidos de todo lo que charlamos ayer.
—¿Quién chingaos llama tan temprano? —se quejó antes de rascarse la oreja con su pie.
—Yo voy—se quejó Maya usando una pijama de pikachu antes de tocar una pared y un enorme visor como el de un submarino apareció, tomó las asas y miró por unos instantes antes de bufar molesta—, ¡Me cago en…! —tomó una especie de comunicador y habló a través de él—, ¿Qué quieres? Son como las seis de la mañana, ve a rezar o qué se yo.
—Estoy buscando a Atem, sé que está aquí—respondió una voz que se me hizo familiar.
—¿Pa’ qué?
—¡Sólo abre la puerta!
—Te advierto que ni café te doy—gruñó antes de meter el visor de nuevo en la pared—, Hec, tu ex volvió.
—No es mi ex ni nada de eso—gruñó—, sólo fue una noche de borrachera que nunca más se repetirá, Dios me libre.
Maya apretó un botón y el ascensor subió, luego volvió a bajar con la chica que según era mi predecesora…Felicia creo que se llama.
—¿Dónde está Atem? —preguntó de mala gana.
—Buenos días a ti también—gruñó Maya molesta.
La chica iba a quejarse pero de pronto la miró boquiabierta.
—¿Qué…? ¿Qué demonios traes puesto?
—Mi pijama de Pikachu, 100% hecha a mano—respondió inflando el pecho con orgullo.
—¡¿A mano?! —exclamé sorprendido.
—Se le da bien coser, es un desastre en la cocina pero puede hacer trajes variados siempre que vea el modelo—respondió Héctor levantándose del sofá.
—Wow, eso es increíble, apuesto a que muchos cosplayers quisieran tener ese talento.
Maya me miró muy contenta, como si me diera las gracias con la mirada, ahora que lo pienso, debería disculparme con ella luego de desmayarme en sus brazos, seguro que debí causarle un susto terrible.
—Como sea ¿Dónde está Atem? —preguntó Felicia.
—Durmiendo, y no despertará hasta mañana —respondió Maya mientras Héctor iba a la cocina.
—¿Por qué? ¿Porque está recuperando su poder? —preguntó en un tono molesto, como si quisiera culpar a Atem de algo.
—¿Por qué preguntas algo tan raro? —preguntó Maya cruzando los brazos de molesta.
—Ayer en la madrugada, el conde Sorella desapareció y encontraron su cuerpo descuartizado en su cama en la tarde—explicó.
—¿Quién? —pregunté.
—Si no me equivoco, era el chico que engañó a Atem para que le diera la mitad de su vida—respondió Héctor desde la cocina.
—Exacto y Atem es el principal sospechoso —dijo Felicia.
—Pues pregúntale a quien quieras, Atem ha estado con nosotros por días, no hay manera que haya ido a la ciudad en medio de la noche, secuestrado a alguien, enfrentar la misión que nos dieron, asesinar a ese tipo, descuartizarlo y luego quedarse dormido —explicó Maya de mala gana.
—¿Hay más testigos aparte de ustedes? —preguntó Felicia igual de molesta.
—Ayer estuvimos en la entrada del pueblo Snake, tuvimos una misión muy peligrosa—explicó Héctor quien parecía estar preparando café —, Incluso salimos heridos y fuimos al hospital, puedes buscar a la doctora del pueblo y preguntarle.
—Y además ¿Por qué Atem buscaría venganza de ese tipo luego de tantos años? —preguntó Maya —, es más ¿Cómo según tú, pudo entrar a la Zona Media, secuestrarlo, matarlo y regresar el cadáver?
—Estoy segura que lo hizo para recuperar su tiempo de vida para dárselo a él —gruñó Felicia señalándome—, todos en la ciudad saben que son pareja.
—Pues Dan ha aumentado su poder por su propio talento—aseguró Maya.
Ahí agradecí que Atem y yo todavía no fuéramos pareja oficial.
La chica se me acercó y retrocedí rápidamente, Maya se interpuso entre nosotros y mostró su brazalete.
—Lo que quieras ver de él, desde aquí puedes hacerlo—gruñó
—¿Qué? ¿el nuevo héroe tiene que ser protegido por todos? —preguntó molesta.
—No, sólo que como estás en mi casa o aceptas mis reglas o te largas—gruñó Maya.
La chica apretó los dientes y leyó la información del brazalete.
—¿No están enlazados?
—No, de hecho todavía no son pareja—sonrió—, así que no tiene nada que ver ni en la muerte de ese tipo y tampoco Atem, ve a buscar al asesino de ese tipo en otro lado, considerando que ese hombre lo engañó algo me dice que debió engañar a otros más ¿Y no se había casado y tenido hijos? ¿Por qué no sospechas de su familia? ¿Porque son nobles? ¿O por que se casó con una mujer? Maldita homofóbica.
Felicia se puso pálida, como si la hubieran descubierto en algo terrible.
Ahora que lo pienso, me había acostumbrado tanto a que la gente que me rodeaba viera una relación entre hombres como algo normal que olvidé que podría haber gente homofóbica.
Felicia se dio la vuelta enojada y entró en el ascensor que subió rápidamente.
—Coño chamo ¿ya ves lo que provocan tus borracheras? —preguntó Maya molesta.
—Mija sólo me he emborrachado tres veces en mi vida, ese fue mi peor momento, y por suerte no volverá a pasar —aseguró antes de que Sora subiera las escaleras.
—Bueno día, papá, bueno día, tía Maya y tío Hetor—saludó muy contento antes de abrazarme.
—Buenos días, Sora ¿Dormiste bien? —le pregunté besando su mejilla y haciéndole reír, asintió antes de mirar la pijama de Maya.
—Buenos días, Sora—saludaron los dos.
—Tía Maya ¿Qué es eso? —preguntó señalando la pijama.
—Ah es mi suave, linda y calentita pijama ¿Te gustaría tener una para el invierno? —preguntó sonriendo.
—¡Chi! ¡Chi! ¿Puedo papá? —preguntó con sus ojitos brillando de la emoción.
—Como es un regalo de tu tía, puedes tenerlo, pero recuerda que debes pedirme permiso antes de aceptar regalos—dije sacudiéndole el cabello.
—Jaja creo que no somos los más adecuados para enseñarle modales a tu hijo, pero nos portaremos bien para que tenga buenos valores —dijo Héctor dándome una taza de café y a Sora un poco de leche—, el desayuno está casi listo, así que vayan a lavarse la cara.
—Gracias Hec.
—¡Gacia tío Hetor!
—¿Alguien ha visto a Risha? —preguntó Maya mirando por la sala—, ayer se durmió en mi cuarto pero no la he visto hoy.
—Revisa debajo de la cama, a lo mejor se metió ahí, no sería la primera vez que lo hace—respondió su hermano.
—Tienes razón.
Fui a bañarme con Sora, nos cepillamos los dientes y pusimos ropa cómoda, total hoy quería pasar el día leyendo o ayudando a los chicos en casa, fuimos a la sala y vimos a Risha más dormida que despierta.
—Creo que necesitas café —reía mientras Sora se sentaba en una silla con varios cojines para llegar a la mesa.
—Ni loca, la última vez, tuvimos que perseguirla por toda la zona—dijo Maya sirviendo un plato con una tortilla con arroz.
—¡Un gatito! —exclamó Sora viendo su tortilla decorada con una carita y orejas de gato.
—¿Por qué el mío no se parece? —preguntó Risha mirando su tortilla que sólo tenía una serie de franjas de tomate.
Comí un poco y quedé encantado con el sabor, el arroz estaba suave y tenía trozos grandes de pollo, la salsa parecía ser casera pero el sabor era incluso mejor que la salsa de tomate comercial.
—Oigan chicos ¿Cómo es que tienen cosas de la Tierra? No he visto a nadie que tenga café y según supe los tomates de este mundo son azules.
—Tenemos un pequeño invernadero —dijo Héctor —, nuestros padres hicieron de todo para tener al menos comida que conocieran, y también eran bastante adictos al café así que sí o sí debían tener eso aquí.
—Oye Dan ¿Te gustaría que tengamos algún uniforme de equipo? —preguntó Maya.
—Mejor ve a destapar el fregadero y no molestes con tus loqueras —gruñó Héctor.
—Pues entonces ponte a coser la ropa de invierno que ya estamos retrasados—gruñó Maya.
—Sí que saben hacer de todo —reí.
—De hecho, todos deben saber cocinar y coser si quieren casarse—dijo Héctor sorprendiéndome totalmente.
—Si, en este mundo tanto los hombres como las mujeres deben saber eso para ser considerados como posibles parejas—explicó Maya—, nosotros tuvimos que aprender en clases porque nuestros padres no sabían nada de costura.
Miré a Sora y entendí que debía meterlo en esas clases porque no podría enseñarle nada de costura, cuando mi esposa y yo hacíamos cosplayers mandábamos a hacer los trajes.
—¿Tú sabes coser, Risha? —le pregunté pero ella negó con la cabeza.
—No voy a tener hijos, puede que se conviertan en magos oscuros, así que no—respondió—, sino cumplo con dar hijos ni sé coser, nadie se fijaría en mí.
Me sentí terrible al darme cuenta que la hice recordar esos malos momentos que pasaban los magos oscuros, así que no dije nada más y me limité a comer en silencio.
___
Luego del desayuno, ayudé a lavar los platos e incluso ayudé a Maya a lavar ropa, luego me senté con Sora y estudiamos juntos mientras Maya hacía reparaciones en la casa, revisando las tuberías, reparando máquinas, entre otras cosas que me hizo comprender la importancia de tener un manitas en casa.
Héctor y Risha fueron a comprar comida e ingredientes para el invierno y cuando llegaron comenzaron a curtir pieles, conservar frutos en frascos y hasta hacer velas, Sora y yo tratamos de ayudar pero éramos tan malos que prácticamente nos sentaron en el sofá para que no estorbáramos.
—Cuando ya tengamos todo les daremos un poco para que practiquen—dijo Héctor salando carne para conservarla.
—Vaaaale—gruñí haciendo un puchero —, por cierto ¿Aquí incluso en la playa es muy fuerte el invierno?
—Más o menos, si bien baja mucho la temperatura, no cae nieve, pero también hay muchas tormentas así que mejor nos preparamos y como nuestra casa está bajo el agua debemos cerrar los accesos para no inundarnos—explicó Maya antes de que sonara la campana de entrada—. ¿Mn? ¿Quién será?
Se levantó y fue a revisar, luego lanzó un suspiró antes de subir por el ascensor, luego de un rato bajó con una enorme bolsa llena de piedras mágicas.
—Lern nos trajo todo esto como agradecimiento —dijo mirando la bolsa.
—¿No fue la que le regalaste una vez? —preguntó Héctor divertido.
Maya se quedó callada y sólo se fue a guardar las piedras, pero luego regresó con un rollo de pergamino.
—También una chica trajo esta carta, dijo que quería hablar con todos los miembros del equipo, así que cuando Atem y Hel estén listos debemos escribir en esto para acordar una cita.
—¿Una cita? Agh, entonces debe ser alguien de la nobleza —gruñó Héctor —, ¿Será la chica que les pidió encontrar las cajas?
—Posiblemente —medité —, de todos modos no podemos hacer nada por ahora.
Los dos me dieron la razón y junto con Risha siguieron con las preparaciones.
___
Al día siguiente revisé a Atem y aunque su rostro parecía más relajado y tranquilo, todavía iba a seguir durmiendo, revisé sus datos en mi brazalete y para mi sorpresa, no sólo había alcanzado el rango A sino que ya había superado varios niveles, por lo que ahora tendría más poder e incluso podría viajar con nosotros en tren o entrar a la Zona Media.
También revisé los niveles de Hel y estos habían bajado un poco pero parecían mucho más estables que antes, Maya me contó que los sellos eran necesario para evitar que el poder de uno mismo te matara, en el caso de Hel, habría muerto hace mucho sino fuera porque Peu, al ser un parásito absorbía parte de su poder y lo transformaba en una armadura, además no podía expresar demasiado sus emociones o podría destruir todo a su alrededor si se enojaba, se asustaba o era demasiado feliz.
—No puedo imaginar lo horrible que sería vivir luchando por mantener a raya tus emociones —medité en voz alta.
—Es muy agotador.
Atem abrió los ojos y me miró divertido aunque parecía cansado.
—¿Cómo te sientes? —le pregunté con una sonrisa.
—No sabría decirte, mi cuerpo está adolorido —respondió débilmente —. Me temo que debo adaptarme a este nuevo poder.
No estaba del seguro si debía contarle lo de ese tipo, pero pensé que al menos debería saber que estaba muerto.
Le conté y su expresión no cambió mucho.
—Ahora entiendo porqué estoy tan cansado —comentó —, esa mujer desbloqueó lo que quedaba de mi poder, y el regreso de mi tiempo de vida hicieron que mi cuerpo no soportara todo, creo que lo mejor sería que duerma un poco más.
—De acuerdo—sonreí acariciando su frente —, pero antes te traeré algo de comer.
Le traje un poco de sopa de pescado y él comió un poco antes de acostarse de nuevo y dormir profundamente.
Se veía realmente lindo dormido, sus orejitas a veces se movían y me pareció escuchar un ronquido similar a un ronroneo de vez en cuando.
Lo dejé dormir y fui a la sala para seguir estudiando el libro de anatomía con Sora, realmente me hubiera gustado seguir llevándolo a la guardería, pero Maya me comentó que estaba cerrada ya que los padres solían llevar a sus hijos a recolectar o cazar para que empezaran a practicar, además los niños no entraban a la escuela hasta los 5 años, por lo que a partir de los 3 años iban todos juntos a recolectar materiales para ayudar en casa, así que en otoño era la oportunidad perfecta para que sus padres les enseñaran lo básico del mundo.
—¿Debería llevar a Sora al bosque? —pregunté mientras Maya usaba una máquina de coser manual que parecía bastante vieja y Héctor bordaba cerca de ella.
—Mejor le dices a Rose que los lleve, la zona de recolección de la ciudad es más fácil —decía sin despegar la vista de su trabajo.
Supongo que sería lo mejor, hasta podría ser de ayuda para crear nuevas recetas, de hecho estar aquí, con un horno y un refrigerador, pude practicar muchas recetas que conocía y ahora volvía a dominar.
—Oigan ¿Y Risha? —pregunté al recordar que no la había visto hoy.
—Se fue, volvió a su cueva luego de reunir sus materiales —respondió Héctor como si nada —, no te preocupes, ella es así de imprevisible, vendrá en cualquier momento.
Suspiré un poco triste, aunque Risha era rara en muchos sentidos, era agradable una vez que la conocías.
Seguí estudiando el resto de la mañana y después preparé crepas saladas para todos, luego hornee galletas y mientras seguimos estudiando, las comíamos junto con Maya y Héctor.
____
Al día siguiente, Atem estaba recuperado, pero dijo que quería ver a Hel para asegurarse que estaba bien, por lo que fue solo a su casa que parecía estar sobre la montaña más cercana, además dijo que necesitaba conocer el nuevo alcance de su poder por lo que se fue corriendo al más puro estilo Flash…bueno no tan rápido pero no sabía con quién más compararlo.
Yo seguí estudiando y Sora ayudaba con los quehaceres, hasta que de pronto Maya me dio un vestido y me dijo que fuera a cambiarme.
—Aún hay gente de la Iglesia por la zona, así que debemos evitarlos—dijo muy ilusionada.
…Algo me dice que es sólo una excusa para hacerme llevar ropa de mujer.
En fin, me puse el vestido, incluyendo ropa interior, Maya me peinó y maquilló un poco antes de irnos al pueblo de la estación.
—Lo más triste es que me gusta la idea de llevar esto puesto—pensé ignorando el canturreo de Maya.
—Ese es el templo, parece que ya está abierto —señaló Maya.
El templo tenía más el aspecto de una iglesia católica rural de color marrón claro, las ventanas estaban cubiertas de cristaleras que formaban dibujos de llamas, cascadas, un bosque, un tornado, un relámpago y una montaña.
Miramos que no hubiera ninguna chica de la iglesia de la Gran Santa y luego entramos, no había nadie dentro, sólo un altar con varias cosas y un hombre arrodillado frente a este.
—Buenas tardes, padre William —saludó Maya.
El hombre se levantó y se dio la vuelta, tenía un cabello marrón oscuro bastante corto, tenía unos ojos dorados muy brillantes y una pequeña barba, parecía un hombre de unos 40 o 50 años y tenía una mirada aburrida, cansada y un poco molesta, llevaba una túnica negra bastante desgastada que cubría su cuerpo hasta las rodillas, mostrando unas botas marrones muy viejas y sucias.
—Ah, Buganvilia—saludó el hombre con fastidio rascándose la cabeza —, no deberías venir hoy, están jodiendo un poco por la zona.
—Si, lo imaginé—suspiró ella —, igual quería presentarle a Daniel, necesita aprender rezos para que su magia curativa sea más fuerte.
El hombre me miró de arriba abajo, luego rio acercándose más a mí.
—Jeje sabía que el nuevo héroe se viste de chica para eventos pero admito que te ves mejor así que como hombre.
—Ahmmm ¿Gracias? —no estaba seguro de qué decir.
—Déjame ver tus niveles —dijo señalando mi brazalete.
Levanté mi mano y mostré mis datos, miró todo un largo rato hasta que me miró.
—Vas bastante bien, creo que sí te ayudarán los rezos —suspiró—, pero te advierto que si un fan de la Santa esa te escucha te puedes meter en problemas.
—No me interesa lo que esa gente crea, sólo quiero curar a mi equipo—dije seriamente.
—Je me caes bien —dijo acercándose al altar —, ven te enseñaré lo básico.
Lo seguí y me hizo arrodillar frente al altar.
—Los Dioses de este mundo se dividen en los Elementos principales: Luz y Oscuridad, mientras que los secundarios son los del Fuego, Agua, Bosque, Rayo, Tierra y Viento, como eres mago blanco, tu poder principal es la luz—explicó antes de empezar a rezar y decirme que lo repitiera.
Podía sentir que mi poder crecía con cada rezo, antes de darme cuenta pasé toda la tarde aprendiendo.
—Estas oraciones te serán de ayuda, pero ten cuidado cuando las uses—dijo entregándome un cuaderno viejo—, apréndetelas de memoria y me lo regresas, o cópialo mejor.
—Muchas gracias.
—Ah y si puedes empieza a practicar hechizos elementales, te pueden ser de ayuda —dijo antes de sentarse en uno de los bancos —, bueno ya hice mi trabajo por hoy, váyanse pero cuidado que no los descubran.
Luego cerró los ojos tratando de dormir, le dimos las gracias y salimos teniendo cuidado de que no estuvieran las sacerdotisas cerca.
—Por cierto, ya están listos los barcos de vela— dijo Maya mientras caminábamos por la ciudad—. ¿Ya tienes tus cartas?
—Gracias, si ya las tengo listas—sonreí con un poco de tristeza pero también me sentía contento de haberme liberado un poco del dolor que sentía por la muerte de mis padres y Sam.
Si bien iba a tomar alguna terapia para superar mis problemas, aún me sentía triste con sus muertes, sobretodo la de mis padres, así que rezaba porque estas cartas, pudieran ser leídas por ellos.
____
(Pv Atem)
—Todavía está dormida, pero el sello ha reducido mucho su poder, eso le permitirá salir al pueblo o convivir con más personas.
Luego de llegar a la cabaña de Hel, Peu me explicó que ella había caído totalmente dormida cuando se puso el sello de los aretes, tuvo fiebre durante un día entero, pero ya estaba fuera de peligro.
—Que alivio—sonreí.
—Lástima que su primer sello no fue dado por su padre, pero el que haya alguien por aquí que tenga el mismo nivel que Heloise nos ayudó mucho—comentó Peu—, eso le dará más tiempo de vida.
No dije nada más, Hel pudo haber muerto por su propio poder hace mucho de no ser por Peu, pero igual su vida seguía en riesgo al haber pasado tanto tiempo conteniendo su magia.
—La única forma de que se estabilice es liberar a su padre y que este le proporcione nuevos sellos, aunque no hay garantía de que eso la ayude a vivir más tiempo—suspiró Peu—, Atem, hay que encontrar esa caja.
—Lo haremos, encontraremos la caja donde está sellado su padre y la ayudaremos—dije con firmeza.
Me despedí y volví a la Casa Marina, no quería mostrar demasiado mis habilidades cuando Hel está luchando por estabilizarse física y mentalmente.
Cuando regresé, ya estaba anocheciendo, y pude ver a Daniel, Sora, Héctor y Maya saliendo de la casa llevando unos barcos de vela
—Disculpen la demora—dije cuando llegué.
—Hola Atem, no te preocupes—sonrió Daniel con una sonrisa—, de hecho llegaste justo a tiempo, vamos a dejar los barcos ¿Te unes?
Me extrañó mucho ver tres barcos, pero no dije nada y sólo asentí antes de seguirlos. Daniel se acercó a la orilla que señaló Maya ya que había una corriente delgada que podría llevar los barcos hacia el mar.
—Esta noche, nos despedimos formalmente de las almas de Samantha, Caroline y Esteban White—dijo Héctor en un tono serio.
Me sorprendió la seriedad del asunto, así que me quedé callado y me sacudí un poco la tierra para verme más presentable.
Daniel comenzó a contar algunas historias de sus padres mientras encendía las velas, como cuando él y su padre hicieron galletas y se emocionaron tanto que se las comieron todas y les dio dolor de estómago, o cuando su madre agarró fiebre mientras tenía un trabajo pendiente y ayudó a que estuviera a tiempo haciendo que su madre se pusiera muy contenta asegurando que sería un gran pastelero, o cuando Sam y él fueron a esos eventos usando ropas de género contrario y la pasaban muy bien.
Las lágrimas caían por sus mejillas, pero su sonrisa mostraba que aunque le dolieran esos recuerdos, estaba feliz de pensar en ellos.
—Rezo a los Dioses para que los tres sean felices en el otro mundo—dijo colocando los barcos en la corriente que se movieron rápidamente mar adentro—, Gracias por todo.
—Gacias mamá, gacias abuela, gacias abuelo—dijo Sora despidiéndose de los barcos.
Poco a poco, la luz de los barcos se fue perdiendo en la oscuridad de la noche, Maya y Héctor se despidieron dándole espacio a Daniel, yo me quedé un rato con él y Sora, hasta que el pequeño comenzó a bostezar, lo cargué con cuidado mientras Daniel seguía mirando el mar.
Se quedó un rato más hasta que me miró y sonrió antes de tomar mi mano.
—Atem, no sé si soy adecuado para ti, pero quiero intentarlo—dijo con calma—. Te advierto que soy un bicho raro, no creo que sea un hombre completo por mis preferencias y mi hijo siempre será primero.
—Je, lo entiendo, eres realmente increíble—sonreí acercándome a él para besarlo—, me agradas, quiero estar a tu lado y tu hijo tiene un valor especial, intentémoslo entonces.
Ambos sonreímos y volvimos a la casa, mañana regresaríamos a la ciudad así que debemos prepararnos para protegernos del invierno, así como decidir qué haremos con la reunión de esa chica.