SCARLETT
Y este imbécil, ¿quién era? ¿Por qué me miraba de esa manera tan descarada? Me causaba asco, más cuando Demian me miraba de esa manera. Lo miré fijamente, con los brazos cruzados de arriba a abajo y una mueca de desagrado en mi rostro.
—Sí, soy yo... Soy SU ESPOSA —dije con firmeza e indiferencia en mi voz. Ante mi actitud, él se rió, pero Demian me puso una mano en la cintura y me jaló contra él, dejando en claro que él estaba a mi lado.
—Nada mal... Creía que sería una musa tímida e ingenua, pero veo que es una leona sin miedo a nada... Sobre todo... —sus ojos analizaban cada detalle de mí, deteniéndose en mis piernas y en mis pechos, cosa que a Demian no le gustó porque me apretó la cintura, lo que me empezó a doler.
—Más te vale que dejes de ver a mi mujer de esa manera, Lucas... —la paciencia de Demian se notaba en su expresión, en su agarre en mí, tan posesivo y sobreprotector.
—No sé de qué hablas, primo... Solo estoy observando qué calidad de mujer es y por primera vez te Luciste, una belleza de mujer... Pero, ¿qué tal en modales y etiqueta? A a tío no le gusta mezclar monas sin educación a la familia-
Me estaba tratando de insultar ese pedazo de escoria; se había metido con la equivocada. Yo no me dejaba, ni con este animal salvaje que tengo como marido. Hice como si no escuchara nada y me rasqué el oído.
- Creo que escuché ladridos de algún perro sin correa... Deberían alimentar a sus mascotas; cuando tienen hambre, se la pasan ladrando en busca de sobras-
Algunos presentes rieron disimuladamente; incluso Demian sonrió de lo que dije y me miró con orgullo, pero al que se le borró su sonrisa fue a ese tal Lucas, que me quería matar con la mirada. Aunque quisiera disimular, estaba apretando los puños debajo de la mesa. Una carcajada atrás de nosotros se escucho y todos voltearon a ver, dos mujeres entraron una de ellas aplaudía
con una sonrisa sinica en su rostro.
- Sobre todo, saca las garras... No es una mujer sumisa que espera a que la defiendan. Nada mal, es... Interesante que una mujer rete a un FÉRREA... Hermano -
Los ojos de Demian se oscurecieron ante el comentario y su sonrisa se volvió mortal. Mas me pegué a él y miré fijamente a Lucas.
—Impresionante... La tonta de la familia finalmente ha llegado. ¿Qué sabiduría nos otorgarás ahora? ¿Quizás una broma u otro comentario inteligente? Te sugiero que cuides tu lengua, no sea que te encuentres en el lado equivocado de mi temperamento. No insultes a mi señora y futura madre de mis hijos; ella es mía y bajo mi protección, cualquier falta de respeto adicional tendrá graves consecuencias. —
Cada vez es más interesante la familia Férrea. No sabía que tenía una hermana; entonces, esa otra mujer era su sobrina o también hermana. Ella no se miraba cómoda; no tenía una gota de maldad, a diferencia de esa mujer que, en este momento, hervía de rabia ante las amenazas de Demian.